¿En qué medida tienen un componente genético enfermedades respiratorias como el asma o la alergia? A esta pregunta se ha propuesto responder un grupo de investigación del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria, que para ello ha recurrido a un instrumento que coloca su trabajo en otra dimensión: los llamados "supercomputadores".

El equipo está dirigido por Carlos Flores, que explica que la decisión de emplear estas herramientas -hasta ahora en el Servicio de Apoyo Informático a la Investigación (SAII) de la Universidad de La Laguna y pronto con el superordenador Teide del ITER- se debió a la complejidad que estaban adquiriendo sus investigaciones.

"No podríamos funcionar sin el SAII", reconoce Flores, quien destaca la importancia de poder utilizar recursos informáticos de este nivel, cuya adquisición es muy complicada en momentos de dificultades financieras como los actuales.

El investigador alerta contra la tendencia, originada por desconocimiento, de ver en el uso de estos computadores "un lujo innecesario", cuando "es necesario para estudiar problemas sanitarios complejos".

El grupo de investigación nació hace cerca de seis años y ahora forma parte de Ciberes, una red multidisciplinar en enfermedades respiratorias constituida por equipos y centros de toda España.

El cometido del grupo es indagar en los orígenes genéticos de enfermedades como el asma y la alergia, así como de la fibrosis pulmonar idiopática y la lesión pulmonar aguda, dos dolencias con una mortalidad muy elevada.

Los estudios han ido "aumentando de escala": del análisis de genes concretos se ha pasado al genoma completo. El siguiente paso será, "inevitablemente", el estudio de "muchos genomas completos", lo que obligará a recurrir a Teide, el segundo superordenador más potente del país, incorporado recientemente al Instituto Tecnológico de Energías Renovables (ITER), dependiente del Cabildo de Tenerife.

Saber qué proporción de estas enfermedades tiene componentes genéticos permitirá avanzar en la medicina personalizada, y así conseguir diagnósticos más precisos y tratamientos más eficaces. El mérito será de los investigadores, pero una parte corresponderá también a quienes les han franqueado el acceso a las mejores computadoras de las Islas.