El Carnaval de Tenerife es un diamante que está por pulir, cuya proyección exterior ahora no va más allá de un catálogo, al margen de cuitas de consumo interno. La afirmación es de Pedro Mengíbar, exgerente de Fiestas; una conclusión del debate de esta semana de EL DÍA que, para hacer un balance del Carnaval que hoy acaba, contó con Eduardo Echeto, empresario y uno de los promotores de las zonas de ocio del Orche y San José; Pedro Mengíbar, comparsero, letrista y director de murgas, exgerente... Como él dice, solo le falta barrer las calles. También participan en el análisis de la fiesta Cándido López, productor artístico con más de 30 años de experiencia, y Juan José Herrera, gerente del Organismo Autónomo de Fiestas de Santa Cruz.

Los tertulianos lamentan la falta de promoción exterior, y ponen de ejemplo cómo se ha vendido en ferias como la ITB o Fitur. "No hace falta cambiar nada para vender la fiesta en el exterior. Mi familia, mi gente, hace el Carnaval y para mí es la mejor fiesta del mundo. Y quien la visita viene para conocerla. No hay que adaptarla para el visitante", explica Cándido López.

Pedro Mengíbar insiste en esa idea. Él ha estado en otros carnavales del mundo, y está convencido de que Santa Cruz tiene el mejor del mundo porque "en Cádiz no hay carnaval con orquestas; en Venecia no hay quioscos y en Brasil no hay actuaciones en la calle de grupos sino desfiles".

El gerente de Fiestas, Juan José Herrera, admite que el Carnaval es el gran cartel que debe ir asociado a la marca de Tenerife y lo que no se explica es cómo Canarias recibe diez millones de turistas al año y la mitad de los hoteles del área metropolitana están vacíos cuando llega la fiesta. Y no lo oculta: "Es un fracaso, algo estamos haciendo mal".

El empresario y promotor de las zonas Orche y San José, Eduardo Echeto, también apuesta por la promoción internacional. Y habla con datos. El Carnaval que hoy acaba en Santa Cruz ha registrado un 20% más en las ventas respecto a los últimos años y, eso, a pesar de la crisis. Para Echeto, el Carnaval son cuatro noches y media -cuenta como media la de la Cabalgata- y dos días (los dos Carnavales de Día). Gracias al turismo, los bares de la zona de la Alameda hacen su mejor caja el martes del Coso. Sin embargo, la zona que está de moda en Santa Cruz es la comprendida entre el Orche y el Platillo Volante, que concentra ahora al público que antes iba al Corinto.

El productor artístico Cándido López asegura que la principal afluencia de público se concentra del Orche al Tip Top y también en el Águila. "El Carnaval se ha abierto, no está tan concentrado como antes; ahora parece que a la gente le cuesta bajar a la avenida de Anaga". Tanto Cándido López como Eduardo Echeto admiten que el nuevo escenario que se instaló este año en esa zona no funcionó tal vez por dos razones: una, que parecía encajonado o desplazado de la avenida de Anaga; y dos, por la programación musical, que no iba en consonancia con el público. El productor artístico es categórico: este año ha habido muchísima más gente durante el Carnaval.

Cándido López pone de ejemplo, para ganar al espectador y que "baje" a la avenida como ocurría años atrás, lo ocurrido en el pasado entierro de la Sardina: el pase de la orquesta estaba previsto acabarlo a las dos de la madrugada... Y lo retrasó hasta las 3:20 horas, más allá de que estaba contratado con otro horario... Y todavía había gente bailando en la plaza de La Candelaria, admite.

Eduardo Echeto invitó al gerente de Fiestas a bajar los precios de licitación de los quioscos del Carnaval para evitar fiascos como lo de este año, cuando solo se adjudicaron 35 de los 80 subastados. "Si hoy es rentable invertir en Carnaval es gracias a las firmas comerciales, porque no tenemos dinero para asumir el riesgo", dice.

Cándido López considera clave el matrimonio quiosco-escenario: "Si funciona el quiosco, el escenario funciona". Eso sí, el exgerente también advierte de que hay determinadas situaciones en el vecindario de la ciudad que impiden instalar debajo de la casa un quiosco. "En algún caso, por una circunstancia determinada y justificada, planteamos hasta pagarles 10 días en un hotel y nos recomendaron desistir porque lo entenderían como una falta de respeto por invitarlos a dejar su domicilio...". A Mengíbar sí le sorprende, por ejemplo, cómo frente a alguna problemática vecinal en la zona de la plaza de San Francisco, en la del Orche, que ha cogido auge en los últimos seis años, nadie protesta. "No hay quejas ahí", confirma Echeto.

Pero en el Orche no es todo idílico. "Ahí no funciona el Carnaval de Día", precisa Echeto. "El Carnaval de Día es más rentable porque es más familiar y se gasta más". Y eso que es de los actos que menos se promocionan; funciona solo, sentencia Cándido López. Y más datos: en el Carnaval de Día que se organizó por primera vez en 2008 se dedicaron 250.000 euros solo para esa cita, acredita Cándido López, involucrado en la contratación de las atracciones musicales de los últimos 30 años. Frente a los 250.000 euros que se gastaron en el Carnaval de Día de 2008, este año Santa Cruz ha destinado 160.000 euros para todas las actuaciones del Carnaval, matiza aún el actual gerente Juan José Herrera. Frente a los 160.000 euros que Fiestas gasta en las actuaciones de los escenarios de Carnaval, la organización asigna 600.000 a las contrataciones a los grupos... una comparación en la que Mengíbar no quiere entrar porque tanto él como el gerente admiten que la fórmula de contratación a los grupos es una subvención encubierta porque la ley no permite usar otra figura. Como muestra del esfuerzo por lograr que el primer Carnaval de Día fuera un éxito, Cándido López añade: el presupuesto para las actuaciones del escenario más pequeño de la primera experiencia eran ¡75.000 euros! Era el más pequeño, y había cuatro o cinco en toda la ciudad... Aunque de consumo interno entre la organización y el productor artístico, Cándido López tardó un año en cobrar aquel sobreesfuerzo. Unos 50.000 euros...

López recuerda que en aquella primera vez del Carnaval de Día, en 2008, se hizo un esfuerzo espectacular. Con Billo''s Caracas Boys, Orishas, una mascletá... La idea era hacer un eje desde la plaza de Weyler a La Candelaria, como si fuera la Calle 8 de Nueva York. Al año siguiente volvió Billo''s y Craig David... Hoy las orquestas locales han tenido que cubrir las actuaciones internacionales, explica Cándido López, como un elogio, pero con un lamento: "Nos hemos olvidado de la proyección internacional", como también coincide el gerente Juan José Herrera.

Mengíbar también explica que en 2009 se manejaban unos presupuestos que cuadruplicaban los actuales, e incluso se adquirieron gastos aún pendientes de liquidar. Juan José Herrera admite que él heredó de Fran Trujillo, que estuvo entre Mengíbar y el propio Herrera, un organismo saneado.

El Carnaval de Día, con dos convocatorias desde 2012, marca el futuro de la fiesta que se resume en dos palabras: calle y familia. "Ya lo dice la canción: Pa'' fuera; pa'' la calle", afirma Cándido López. "El Carnaval debe llevarse a la calle, y ser todo el mes, desde el montaje", defiende el propio gerente, a sabiendas de que contraviene la recomendación de su equipo técnico. A modo de balance del Carnaval 2014, Pedro Mengíbar admite que esta edición tuvo un comienzo complicado por el estricto cumplimiento de las medidas de seguridad que se topó con la forma tradicional con la que los grupos y diseñadores estaban acostumbrados a moverse en el recinto ferial. Por resumirlo en una frase, el exgerente concluye: "Ha sido un Carnaval con más luces que sombras", sin olvidar las "coincidencias extrañas", con declaración jurada incluida de "una miembra" del tribunal calificador de murgas adultas. Y cuando sale a la calle... "el Carnaval hay que hacerlo deprisa y corriendo desgraciadamente", explica Mengíbar, y lo justifica porque el Organismo Autónomo de Fiestas no se dedica todo el año al Carnaval, sino que también se encarga de mayo, habaneras, San Juan y actos en los barrios... "El Carnaval lo debe organizar una empresa privada y, como mucho, con capital mixto".

"Mataría por sacar el Carnaval en la calle", asegura Juan José Herrera, que en su análisis admite que no quedó satisfecho con el trazado de la Cabalgata. "Veníamos de seguridad muy rígida en los concursos y, al salir a la calle, nos relajamos pensando en devolver el Carnaval al pueblo. No salió bien la Cabalgata, luego ya el coso fue otra cosa", comenta con juego de palabras el gerente de Fiestas. Herrera admite: "Ha habido mucho grado de improvisación desde la organización". Juan José Herrera desvela que cuando asumió el cargo de gerente se reunió con Mengíbar. "Me hizo tres advertencias: acabaría gritando por la ventana, con pastillas para dormir y terminaría llorando... Todo se ha cumplido menos lo de llorar". "Yo sí lloré de impotencia, por ver cómo algunos te piden una cosa y luego lo contrario", admite Mengíbar.

Todos concluyen que el Carnaval goza de muy buena salud. "Es una producción más grande que una gira de Madonna", pone como ejemplo Juan José Herrera.