Ante las desvirtuaciones de la danza por parte de grupos folclóricos no herreños como ha ocurrido este año en La Orotava, el Cabildo de El Hierro ha informado de que habrá una reunión en breve por parte de los siete grupos de bailarines herreños, para regularizar el Baile de la Virgen y que no salga fuera de la Isla, donde sea admirado como un patrimonio propio en su estado más puro y fiel a la esencia heredada y conservada hasta hoy.

Desde el Cabildo se destaca que, desde el punto de vista jurídico, es difícil proteger el baile, pero sí es posible regular lo relativo a la vestimenta de los bailarines.

Como ejemplo se cita al grupo tinerfeño La Guanchería, que acomete el Baile de la Virgen en las romerías tinerfeñas, fuera de la Isla y en la Península con otra vestimenta. Ello ha sido calificado como "una vulgar imitación, aprovechándose de la situación y haciendo caso omiso a nuestras más ancestrales tradiciones", según la revista digital BienMeSabe.com.

Al parecer existe un antiguo reglamento que data del año 2000 que regula que el Baile de la Virgen no sea realizado en escenarios públicos, sino en celebraciones con devoción a santos como determinadas romerías canarias. El reglamento también contempla la coordinación desde El Hierro de la salida de los grupos de baile de la Isla al exterior.

Por todo ello, el Cabildo de El Hierro, a petición de los siete grupos de baile herreños, decidirá en breve qué hacer con el Baile de la Virgen, planteándose incluso la posibilidad de que sea admirado solo donde nació y se ha conservado en su estado más puro, la isla de El Hierro.

El Cabildo sostiene que el Baile de la Virgen no es un baile folclórico, sino de devoción.

Remontándonos en el tiempo, tenemos que en 1936 los bailarines herreños salieron de la Isla para dar a conocer el Baile de la Virgen en la plaza de Toros de Santa Cruz de Tenerife, y desde entonces ha recorrido la geografía del Archipiélago y varios lugares de la Península, habiendo llegado incluso a Venezuela.

Los siete grupos del Baile de la Virgen de El Hierro son los de Valverde, El Norte, El Pinar, Sabinosa, El Golfo, Isora y San Andrés.

Puestos en contacto en Tenerife con el estudioso, investigador y técnico en textiles e indumentarias del Museo de Historia y Antropología de Tenerife, Juan de la Cruz, ha dicho que "el Baile de la Virgen no es coto cerrado de El Hierro, sino que forma parte del folclore canario, y es ya universal dentro del apartado de las danzas rituales".

Añadió que en Tenerife está, por ejemplo, la Agrupación Folclórica Universitaria que "ejecuta el Baile de la Virgen en diferentes romerías y actos con muchísima autenticidad, respeto y rigor en cuanto a la música y vestimenta de la danza se refiere".

Juan de la Cruz afirmó que "no se puede evitar que cualquier grupo de las Islas Canarias pueda ejecutar el Baile de la Virgen, siempre que sea dentro de la máxima pureza". Precisó que "hay que resaltar que grupos herreños realizan actuaciones del folclore de otras islas y nadie los ha criticado, siempre que lo hagan con autenticidad".

El investigador concluyó con las siguientes palabras: "El Baile de la Virgen es muy especial para El Hierro, pero no puede ser privativo de dicha Isla".

Lo que se plantea ahora de que grupos de bailarines herreños no salgan a actuar fuera de la Isla no es nada nuevo, ya que en enero de 2010, según recoge BinMeSabe.com, se planteó que el Baile de la Virgen no saliera de la Isla, destacándose en dicho año que "es una de las propuestas que pululan por los diferentes mentideros de la Isla e incluso en las altas esferas, y que obedece a los desafortunados hechos y acontecimientos que se están llevando a cabo con nuestra danza ancestral en los últimos tiempos fuera de la Isla".


La danza que es ofrenda

El Baile de la Virgen es una danza actual de carácer religioso, ofrecida por los habitantes de El Hierro a su patrona, la Virgen de los Reyes, y a los santos patrones de cada pueblo, para iniciar las procesiones de los mismos al sacarlos de sus respectivos templos. También es usado para "levantar" y "sentar" a estas imágenes. Estrictamente masculina hasta hace pocos años, posee características únicas, desde la indumentaria de los bailarines hasta la música, basada en un ritmo ternario que acoge una melodía variable, según el toque, interpretada por el pito y contrapunteada por los tambores y las chácaras de los bailarines. La danza está formada por dos filas que avanzan y retroceden entre la imagen y el abanderado que encabeza la comitiva. Dado que el número de bailarines es ilimitado y que las filas vuelven sobre sí mismas, los danzantes suelen recorrer hasta cuatro veces la distancia por la que transcurre la procesión.