La elevada tasa de exclusión social que hay en Canarias, donde "sólo" el 26 por ciento de la población no tiene indicador alguno de padecerla, no es fruto de la crisis económica sino que es resultado del modelo económico, dijo hoy Cristina Londoño, de Cáritas Diocesana.

Durante una comparecencia en el Parlamento de Canarias para hablar del VII Informe de FOESSA sobre exclusión y desarrollo social, Cristina Londoño explicó que dos tercios de la población canaria ya estaban en situación de exclusión social antes de que se iniciase la crisis económica en torno a 2007.

Este informe está hecho con datos de 2013 y el presidente de Cáritas Diocesana en Santa Cruz de Tenerife, Leonardo Ruiz del Castillo, dijo que los datos, que se dieron a conocer el pasado 4 de diciembre, son alarmantes, y reclamó a los diputados que hagan algo al respecto, a la vez que puso a la organización a su disposición.

Cristina Londoño dijo que la respuesta a los problemas está en "nosotros" y la pregunta debe ser "qué no podemos permitir" que pase, y abogó porque no se primen los privilegios sino que los derechos sean universales.

Leonardo Ruiz del Castillo opinó que es preciso trabajar para no volver a los valores de "consumir, tirar, consumir" porque ese no debe ser el formato y pidió a los diputados que den señales para que los ciudadanos no tengan la percepción de que a sus señorías no les importan los problemas de quienes están en exclusión.

Señaló que es alarmante que en Canarias unas 603.000 personas estén en situación de exclusión social y muchas dejan de pagar la medicación, algo que afecta a patologías que no matan, como diabetes y colesterol, pero que pueden llevar a la tumba, como dicen los médicos, añadió.

Cristina Londoño recordó que el informe se hace en base a treinta y cinco indicadores y se constata que Canarias es de las comunidades autónomas en las que hay más riesgo de pobreza y exclusión social, de forma que dos tercios de la población canaria están afectadas por la misma.

Manifestó que el 10,9 por ciento de la población canaria está en situación de exclusión severa y el 17,6 en moderada, mientras que sólo el 26 por ciento de todos los ciudadanos de las islas, una "estricta minoría", está integrada de forma plena.

Cristina Londoño se refirió a los problemas que ocasiona el paro pero recordó que también la precariedad laboral afecta para empeorar la situación, y, el único indicador en el que Canarias está mejor que la media española es en la ayuda que perciben de la red social y familiar.

Así, el 74 por ciento de las personas en exclusión social pueden acudir a un familiar para que les ayude a salir de la situación de emergencia, pero hay un 26 por ciento que no tiene ese apoyo, indicó Londoño, quien preguntó qué ocurre con esas personas.

La red social es extensa pero se debilita porque aumenta el número de personas que necesitan ayuda y además porque la situación de exclusión es un proceso dinámico que se propaga a hogares que estaban medianamente integrados, destacó Cristina Londoño.

También comentó que muchas familias en situación de exclusión social no dan prioridad al pago de medicinas y a la compra de alimentos, sino a gastos que deberían ser secundarios como agua, luz, hipoteca, alquiler, y subrayó que la cesta de la compra es "muy" cara para las personas que están en esta situación.

El perfil medio de las familias en exclusión social está formada por tres personas y lo que más preocupa, señaló Cristina Londoño, es que hay menores afectados.

Leonardo Ruiz del Castillo afirmó que el desarrollo social y de las personas no está en el crecimiento económico, y en respuesta a los diputados comentó que no todo pasa por el empleo, si bien abogó porque se adopten medidas en beneficio de la pequeña y mediana empresa y para que la microeconomía cree trabajo estable.

El presidente de Cáritas en Santa Cruz de Tenerife reconoció los beneficios del plan contra la pobreza y la exclusión social del Gobierno canario, pero señaló que es insuficiente dada la situación que hay en las islas y si bien esas ayudas son fundamentales no sirven para llegar a todas las personas que lo necesitan.

Cristina Londoño se refirió asimismo a los problemas de salud mental que son consecuencia de la exclusión social, pues el hecho de que alguien no tenga qué dar a sus hijos está bastante vinculado con otro tipo de trastornos.