La situación laboral de las camareras de piso en Canarias es "seria y preocupante". Así lo reconoció ayer en el Parlamento regional la consejera de Turismo, María Teresa Lorenzo, que, aunque advirtió de que las competencias de su departamento en esta materia son limitadas, se comprometió a trabajar con otras administraciones y áreas del Gobierno autonómico para mejorar las "injustas" y "muy duras" condiciones de este colectivo, formado por 15.000 personas, la inmensa mayoría de ellas mujeres.

Lorenzo compareció en la comisión parlamentaria de Turismo a solicitud de Nueva Canarias, cuya diputada Gladis Acuña expuso algunas de las causas del problema: la asignación de esta actividad a empresas externas a los establecimientos hoteleros que no respetan los salarios ni otras condiciones establecidas en los convenios colectivos, y la insuficiencia de controles, que achacó a que las numerosas vacantes de los servicios de inspección, del Instituto Canario de Seguridad Laboral y de la Dirección General de Trabajo.

Acuña reclamó la cobertura de estas vacantes y la puesta en marcha de "un conjunto de inspecciones". La parlamentaria de NC destacó el "abuso" que, a su juicio, sufren las camareras de piso con algunos de sus testimonios -"cuando llego a casa me duele todo"- y recordando que "muy pocas" trabajadoras siguen desarrollando esta tarea con 60 años debido al "ritmo frenético" que la caracteriza.

"Somos conscientes de esta situación. Nos preocupa, y mucho", dijo la consejera de Turismo. La buena marcha de las cifras del sector -cuya contribución a la creación de empleo resaltó- obliga, según Lorenzo, a "extender socialmente" sus beneficios. "No es nuestra competencia, pero es importante trabajar juntos si queremos una Canarias más justa", indicó la responsable del área, que confió en los resultados que pueda dar la mesa de trabajo que reunirá a agentes sociales y económicos relacionados con el turismo y a tres departamentos del Ejecutivo (Turismo, Empleo y Educación).

Todos los grupos políticos coincidieron en las malas condiciones en que se desenvuelve la labor de las camareras de piso. Ástrid Pérez, del PP, acusó al Gobierno de "mirar hacia otro lado" y resumió la situación con una frase: "A más turistas, más horas de trabajo y más explotación". Francisco Déniz, de Podemos, alertó de que "la mayoría" de estas trabajadoras son madres solteras y opinó que para el sector turístico no ha habido crisis. Rosa Cabrera (PSOE) abogó por "abrir vías de solución" que mejoren las condiciones de trabajo y garanticen la calidad del servicio. Nereida Calero, de CC, calificó a las camareras de "totalmente imprescindibles" para el sector. El diputado de la Agrupación Socialista Gomera Jesús Ramos demandó estabilidad en las plantillas y medidas para prevenir los riesgos laborales.

las claves

Externalización. Tanto Gladis Acuña (NC) como Ástrid Pérez (PP) aludieron a la externalización del servicio de camareras de piso a empresas de trabajo temporal o multiservicios como causa del deterioro de sus condiciones de trabajo.

Sin convenio. Pese a que el trabajo hostelero está regulado por los convenios colectivos firmados en ambas provincias, Acuña aseguró que las empresas de las que dependen las camareras no respetan los salarios fijados en ellos.

Dos por uno. NC alertó de la generalización del "dos por uno": camareras contratadas a media jornada que hacen el trabajo correspondiente a la completa.