Los empresarios turísticos de las Islas continúan recurriendo a trabajadores extranjeros para cubrir aquellos perfiles para los que aún no hay suficiente personal formado en Canarias. Los datos del Observatorio Canario de Empleo (Obecan), relativos a los meses transcurridos de 2016, recogen que en determinadas ocupaciones es frecuente contratar a empleados foráneos, en busca sobre todo de experiencia internacional y conocimiento de idiomas, aunque esta situación se da en trabajos que, en principio, no exigen ninguno de estos dos requisitos.

En el caso de la "parte alta" de la cadena -directores o gerentes-, los establecimientos hoteleros del Archipiélago tienden a demandar personal "con cierta experiencia y que haya rotado", explica Juan Pablo González, gerente de la patronal hotelera y extrahotelera de la provincia de Santa Cruz de Tenerife, Ashotel. "Si vienen de otros destinos, mejor", apostilla.

Los idiomas constituyen otra herramienta "fundamental" que no siempre dominan los demandantes canarios de empleo. Según la patronal, el importante volumen de contratos a ciudadanos extranjeros en categorías como relaciones públicas o recepcionistas encuentra su razón de ser en este factor. La formación que se ofrece en países como Holanda o Alemania hace que sus naturales hablen dos o tres lenguas, además de la suya, "sin despeinarse", apunta González.

Los registros del Obecan se refieren a contratos formalizados durante este año en el sector hostelero -no a personas ocupadas-, y ponen de manifiesto que 1.039 contrataciones como recepcionistas corresponden a personas de nacionalidades distintas a la española. Los monitores de actividades recreativas y de entretenimiento (300) también suponen una actividad que precisa del conocimiento de idiomas, al igual que los relaciones públicas (49).

Directores y gerentes (33 contratos) entran dentro de la categoría de ocupaciones que no solo precisan de habilidades idiomáticas, sino también de la experiencia internacional que, a juicio de la patronal, es clave para su labor.

Pero también hay trabajos, como el personal de limpieza, en los que estas exigencias no están tan presentes y que, sin embargo, han generado un gran volumen de contratos a extranjeros -6.233 en lo que va de año-, lo que, al margen de la escasa duración de muchas de esas relaciones laborales, supone una sorpresa, como admite el gerente de Ashotel.

El propio presidente del Consejo Social de la Universidad de La Laguna, Raimundo Baroja, admitía en una reciente entrevista con este periódico que la falta de respuesta que da la sociedad -no solo las instituciones académicas- al reto idiomático explica que los extranjeros sean "los primeros a los que llaman las agencias de colocación" para trabajar en el turismo.

El bilingüismo, una "cuestión de Estado"

Los datos obligan a plantearse si el sistema educativo canario está ofreciendo respuesta a estas demandas de los empleadores que no terminan de satisfacer los isleños. Según Juan Pablo González, el aprendizaje de idiomas "no mejora todo lo bien ni con la rapidez que quisiéramos". El gerente de Ashotel es crítico con la postura que mantuvo la ULL cuando se diseñaba el grado en Turismo. "Los empresarios propusimos que se impartiera en inglés y se repuso que los profesores no estaban preparados, cuando aún había tiempo suficiente para que adquirieran un nivel muy digno", recuerda. A su juicio, el bilingüismo debe ser "una cuestión de Estado" en Canarias. Al margen de los idiomas, la patronal detecta un déficit en las habilidades de atención al público por parte de demandantes de empleo procedentes de otros sectores que han colapsado durante la crisis.