La negociación del pacto entre CC y PP sigue en horas de parálisis tras la desconvocatoria unilateral de la reunión prevista para ayer por CC. Aunque los nacionalistas esgrimen las diferencias en la reforma fiscal, y Guadalupe González Taño hasta cifró ayer lo que supondría de reducción de ingresos (405 millones), fuentes de la dirección regional de los populares consideran que se trata solo de una excusa con la que CC intenta ganar tiempo para resolver "sus problemas internos" por sus "equilibrios de poder" entre islas. Dichas fuentes de los conservadores creen mucho más fundamental que la reforma tributaria global que plantean, los problemas que le supone a CC en Lanzarote prescindir de la consejera de Turismo, María Teresa Lorenzo. Lo mismo con La Palma si sale del Gobierno la responsable de Política Territorial, Nieves Lady Barreto, o con El Hierro y Narvay Quintero, consejero de Agricultura. Según esta versión, los nacionalistas esperaban un PP negociando a la baja y dispuesto a aceptar sus principales condiciones, pero se han topado con todo lo contrario y esgrimen ahora la reforma fiscal como algo casi insalvable. Lejos de eso, dichas fuentes creen perfectamente posible acordar la rebaja tributaria global (no solo del IGIC o el tramo isleño del IRPF), pero consideran más relevante las reticencias de CC a prescindir de más de 3 consejerías. Los populares no están dispuestos a aceptar menos de 4 (las mismas que tenía el PSOE), siempre y cuando tengan suficiente entidad como para que entiendan que existe realmente un equilibrio en el reparto de fuerzas dentro del eventual nuevo Ejecutivo. El PP también le quita importancia al malestar causado por su líder, Asier Antona, al resaltar que los empresarios solo realzaban a dos consejeros independientes (el de Economía y el de Sanidad). Mientras, la secretaria de Organización de CC, Guadalupe González Taño, dijo ayer que aún cabe alcanzar un acuerdo de gobernabilidad "sin ningún tipo de problema", pero admitió que hay cuestiones "complejas" y que aún deben pulir bien una reforma fiscal que supondrá "una merma de ingresos no solo para el Gobierno, sino también para cabildos y ayuntamientos, de más de 405 millones". Frente al PP, Taño aseguró que la desconvocatoria de la reunión de ayer fue "de mutuo acuerdo". Además, y sobre esa rebaja fiscal del 7 al 5% del IGIC y otros impuestos, recalcó que es "absolutamente inviable" en estos momentos, sobre todo "cuando todavía se está negociando el sistema de financiación autonómica, cuando Canarias está reclamando más fondos para atender las demandas en sanidad y asuntos sociales, o porque todavía estamos saliendo de la crisis y aún hay mucha gente que lo está pasando mal y necesita de los servicios sociales, por lo que no vemos posible un recorte de 405 millones". Así las cosas, a El Día le consta que Clavijo y Antona intentarán desbloquear la situación en las próximas horas o días.

Divergencias sobre la autonomía del PP isleño

Una de las grandes divergencias que se dan en la negociación de CC y PP es la impresión de los nacionalistas de que, en realidad, los populares canarios no tienen mucha autonomía y la conclusión de los conservadores de que esa premisa es totalmente irreal. Fuentes de CC sostienen que, de encallarse el proceso en las Islas, siempre quedará el hilo directo entre Clavijo y Mariano Rajoy. Según esta interpretación, el papel clave lo está jugando el diputado nacional del PP tinerfeño Gabriel Mato. Para CC, Rajoy está dispuesto a un acuerdo a la baja en las Islas que siga garantizando el apoyo de Ana Oramas en Madrid y, aunque podría decirse lo mismo de Pedro Quevedo (NC), el partido de Clavijo cree que, más allá del techo de gasto y otros momentos claves ahora, queda margen hasta 2018. En el PP canario, por el contrario, se rechaza con contundencia esta lectura, se vincula más bien a "política ficción", se remarca la autonomía plena dejada por Génova a Antona y se niega un protagonismo divergente de Matos, del que se dice todo lo contrario.