El fenómeno del afloramiento de microalgas en algunas playas canarias en los últimos meses es "natural" e "imprevisible", según informó María Luisa Pita, jefa del servicio de Sanidad Ambiental de la Consejería de Sanidad, en una entrevista en el programa "El Día por Delante" de Radio El Día.

Así es como aseguró que no es peligroso y que desaparece solo con el tiempo, pero que hay que tomar precauciones para no sufrir algún efecto secundario.

"No es un fenómeno nuevo", explicó Pita, "ya hubo avistamientos complicados en 2004 y en 2011 en la costa de Gran Canaria". Así, remarcó que "normalmente estos bancos de microalgas circulan más alejados de la costa, pero este año han tocado las zonas de baño prácticamente de todas las islas".

Según advirtió, "su desplazamiento es imprevisible" y lo es más para saber si llegará a la zona de baño. "Se desplazan con las mareas y podemos encontrarlo en un momento concreto en cualquier playa", por tanto "lo importante es saber que no se recomienda el baño en estas circunstancias".

Concretamente, María Luisa insistió en que "esta proliferación confiere al agua una coloración anómala". En los casos que han sido detectado se ha identificado la especie como "trichodesmium", una microalga que da una coloración marrón al agua, lo que deriva en una "clara pérdida de la transparencia del agua". La proliferación de aguas en la playa también está acompañada de la formación de espumas de aspecto viscoso u oleoso, que la gente suele denominar "nata".

Contra el fenómeno no se debe luchar ni realizar más acciones que las de alertar de los problemas de salud asociados a la exposición con este alga.

"Según la OMS, la especie que hemos avistado puede generar una posible irritación de la piel o dermatitis de intensidad variable según la persona", explicó. Por tanto, solo queda esperar a que desaparezcan naturalmente estas microalgas y no bañarse mientras nos visiten.

Lanzarote y Fuerteventura, las más afectadas

Un nuevo trabajo publicado por científicos del Centro Oceanográfico de Vigo del Instituto Español de Oceanografía (IEO) revela que existen cinco especies diferentes de microalgas capaces de producir la toxina causante de ciguatera en Canarias y que Lanzarote y Fuerteventura son las islas donde mayor es su concentración. Los investigadores han identificado cinco especies diferentes de estos dinoflagelados del género Gambierdiscus, capaces de producir toxinas que, transmitidas a algunos peces, causan el síndrome de la ciguatera, una enfermedad común en algunas zonas tropicales como el Caribe y la Polinesia y que suelen transmitirse tras consumir algunos peces carnívoros como la barracuda o el medregal. El estudio, que recoge resultados del proyecto CICAN, muestra que las islas más orientales son las que tienen mayores concentraciones de las microalgas tóxicas. "Estas islas tienen una plataforma más extensa que las occidentales y eso podría afectar a la distribución de las microalgas", explicó Francisco Rodríguez, primer autor del artículo.