El persistente calor que reina en Canarias desde finales de mayo ha precipitado la maduración de la uva y ha aconsejado el adelanto de la vendimia, que en determinados puntos de las Islas ha comenzado -e incluso finalizado- más temprano que nunca. El sector vitivinícola del Archipiélago afronta la campaña con perspectivas muy superiores a las del pasado año, algo no demasiado extraño si se tiene en cuenta que algunas zonas registraron entonces su peor resultado de las dos últimas décadas.

Los representantes de las denominaciones de origen protegidas (DOP) de Tenerife consultados por este periódico cifran entre dos y tres semanas -dependiendo de las zonas y las bodegas- el adelanto con el que se han iniciado las labores este año. La DOP Valle de La Orotava lo hizo el 18 de agosto, cuando suele empezar el primer día de septiembre. En Tacoronte-Acentejo se comenzó el día 14, en tanto que la DOP Abona arrancó la vendimia el 24 de julio, unos 20 días antes de lo que acostumbra.

No es la primera vez que en la Isla se anticipa la vendimia respecto a las fechas habituales. La diferencia en relación a otros años es que en este caso no se ha producido un parón para luego proseguir, sino que "se ha empezado de forma generalizada y se ha seguido de manera continuada", indica Mari Paz Gil, gerente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Tacoronte-Acentejo.

Desde el sector vitícola tinerfeño se traslada que la cosecha está siendo "excelente en calidad", debido a que las condiciones de maduración y el estado sanitario también lo son, apunta Gil. Desde el sur de la Isla, Manuel Rodríguez -de la DO Abona- añade que el único temor ante la maduración tan rápida de la uva ha sido una reducción de la acidez, pero los análisis realizados hasta el momento descartan que esta circunstancia se haya producido. "Los parámetros enológicos son buenos", dice.

En cuanto a la cantidad, los registros se presentan positivos pero desiguales. En Tacoronte-Acentejo esperan duplicar las cifras de 2016, mientras que en Abona estiman que el dato puede ser similar al de la campaña anterior, aunque Rodríguez puntualiza que el pasado año "no fue tan malo" pese a producirse una reducción respecto a 2016. Las variedades blancas de esta comarca -las más demandadas- no han terminado de "parir" en las medianías, en tanto que en las cotas altas la "magnífica" calidad no se ha correspondido con la suficiente cantidad y tamaño.

Las condiciones meteorológicas han permitido que alguna bodega de las islas orientales haya concluido ya la vendimia. Es el caso de la lanzaroteña El Grifo, según recogió ayer "Diario de Lanzarote". En el conjunto de la Isla se prevé recoger 2,5 millones de uva, cuatro veces más que en 2016.

El calor también ha obligado a adelantar la cosecha en diferentes puntos de Gran Canaria, con resultados que prevén una mejora sensible respecto al pasado año.