El portavoz del PSOE canario en la comisión de presupuestos, Iñaki Lavandera, no desveló ayer si su grupo apoyará las cuentas regionales para 2018 y lo condicionó a lo que ocurra con las enmiendas que presentarán. Si bien considera muy buena noticia el aumento general de los ingresos y gastos, pone en duda la capacidad de gestión de CC, le reprocha que las subidas en las partidas sociales sean insuficientes y se alejen de lo que se gastaba en Sanidad, Educación o Servicios Sociales hace años según el PIB y alertó de que, con las cuentas de 2017, el Gobierno ya ha dejado de aprovechar 403 millones de euros previstos.

Lavandera lamenta que no se aproveche la coyuntura de incremento generalizado para apostar por la cohesión social con los datos de pobreza y paro existentes en las Islas. Como muestra, aludió a que, respecto a 2009, el gasto en Sanidad ha bajado del 7,18% al 6,29, lo que considera muy alarmante. Además, no concibe cómo se habla de un crecimiento del 12,8% (si no se atiende al crédito extraordinario) y el aumento en Educación se limita al 8%.

El que fuera portavoz del Grupo Socialista también cree insuficiente la apuesta por los servicios públicos, critica con fuerza la reducción en el gasto en investigación y desarrollo y no comparte los descuentos fiscales para embarazos o partos que se den en hospitales privados, lo que, a su juicio, puede entenderse como una financiación encubierta. Asimismo, cree que el reparto de inversión por islas obedece a criterios partidistas y no de cohesión territorial y considera que, lejos de atender al cambio de modelo productivo o a la economía del conocimiento, se vuelve a apostar por el cemento, la desigualdad y la insolidaridad.

La portavoz de Podemos, Noemí Santana, tampoco desveló si rechazarán o no las cuentas, si bien agradeció el cambio dialogante de CC. Aunque agradeció el respaldo de CC a algunas de sus propuestas, como la exención de pagos fiscales para los productos de higiene femenina o el apoyo a jóvenes que compran su primera vivienda, coincidió bastante en la lectura que hizo Lavandera. A su juicio, no se apuesta por cambiar el modelo productivo desde la base; el gasto social, sanitario y educativo podría ser mucho más cuantioso, hay un exceso de personal de confianza en una especie de "administración paralela", no se contempla una renta básica ni una reforma fiscal progresiva y, en resumen, CC ha preferido alinearse con la visión de Cristóbal Montoro y no con la de las fuerzas progresistas.

El líder de Nueva Canarias, Román Rodríguez, reiteró que, atendiendo al aumento en más de 900 millones ("712 con la regla de gasto"), se trata de unas cuentas muy relevantes que suponen un punto de inflexión. Un cambio que, en gran medida, vincula a los logros en Madrid de las fuerzas nacionalistas (en lo que coincidió con la consejera, Rosa Dávila), si bien aprecia matices criticables y a enmendar. Así, por ejemplo, no entiende que se apliquen los criterios REF para el reparto de la inversión por Islas (según la población y superficie), cuando CC insistió en que eso sería un error con el Fdcan. A su juicio, la clave pasa por una buena gestión, pero cree que se debe dirigir este cambio de rumbo hacia más políticas sociales, lucha contra la pobreza, investigación, así como a gastos contra la violencia de género. Sobre los cambios fiscales, y si bien prefiere hacer una "reforma", los cree adecuados, salvo el descuento del IGIC a la telefonía móvil, que supondrá un coste de 40 millones que, en su opinión, se podría destinar a un mayor plan contra la pobreza.

Entre los partidos que sí apoyan de antemano el proyecto, destacó la intervención de José Estalella (PP), quien calificó las cuentas de "extraordinarias", aunque aclaró que, al conocerlas ya con detalle, contemplan algunas cuestiones que querrán pulir en el proceso parlamentario. Entre ellas, sobresale la inversión por islas y los criterios usados para ese reparto o los cinco millones más con que contará la TV Canaria. Como Lavandera, pone en duda la capacidad de gestión de CC por el nivel de cumplimiento del actual presupuesto, con apenas un 20% en áreas como Obras, y asegura que habría desarrollado cambios fiscales más hondos, si bien considera que, por responsabilidad, por el aumento en un 21% de la financiación estatal y por los números globales, debían apoyar las cuentas porque son un partido serio y fiable.

Melodie Mendoza (ASG) también resaltó las cuentas en general y las calificó de coherentes para mejorar el gasto social, aunque anunció enmiendas en busca de mejorar ciertos puntos.

Ruano sugiere al PSOE otro portavoz económico

Tras presentarlos el lunes una vez los aprobó el Gobierno y después de detallarlos a fondo el martes al entregárselos a la Cámara, la consejera de Hacienda, Rosa Dávila, reiteró ayer sus adjetivos y argumentos para defender unos presupuestos que considera históricos no solo por sus cifras nunca vistas, sino por el giro que suponen respecto a los años de crisis. A su juicio, el cambio es innegable, obedece, sobre todo, a lo negociado con el PP en Madrid, pero también a la solvencia de las Islas y el cumplimiento del déficit o de otros ratios macroeconómicos. De hecho, volvió a alardear de que, durante 2018, Canarias será la única región en reducir deuda (uno total de 258 millones, lo que aplaude a fondo el PP), y cree que los partidos críticos se equivocan respecto al esfuerzo en los servicios básicos. Más irónico y casi sarcástico estuvo el portavoz de CC, José Miguel Ruano, quien afirmó que las críticas de Lavandera obedecen más a un problema de resentimiento personal que a un análisis realista de las cuentas. Por eso, sugirió al "nuevo" PSC que cambie también al portavoz presupuestario y anticipó que su grupo rechazará los 60 millones que pide el PSOE para las pensiones no contributivas.