El Instituto de Medicina Legal (IML) de Santa Cruz de Tenerife realizó el pasado año casi 700 autopsias. La inmensa mayoría de ellas permitió determinar que el fallecimiento se debió a causas naturales. Y alrededor del uno por ciento de esas pruebas concluyó que la persona sufrió un asesinato o un homicidio.

Tres de esas muertes violentas pudieron considerarse episodios de violencia de género. Las víctimas fueron María Victoria Z., en La Laguna (abril); Ana Belén G.P., en El Draguillo (Santa Cruz de Tenerife, en agosto), así como L.H.R. en El Fraile (Arona, en noviembre). Otros homicidios con repercusión mediática han sido el de un aparcacoches cerca de la calle General Gutiérrez de Santa Cruz de Tenerife; un toxicómano y delicuente de Cabo Blanco, así como la mujer ecuatoriana de El Toscal (Santa Cruz de Tenerife), el pasado mes. En casi todos los casos se ha detenido a los autores de las agresiones. Por ahora continúa en investigación el caso de la vecina de Añaza que fue asesinada en un garaje, de madrugada y cuando se disponía a acudir a su trabajo.

El director general de Relaciones con la Administración de la Justicia, Cesáreo Rodríguez, explica que la labor de los institutos de Medicina Legal de ambas provincias resulta fundamental para la actividad judicial en diversos e importantes ámbitos.

Aclara que en el IML de la provincia de Santa Cruz de Tenerife trabajan 26 médicos forenses, que atienden a 12 partidos judiciales (8 en Tenerife, dos en La Palma, uno en La Gomera y otro en El Hierro).

El departamento de Clínica Forense se ocupa de valorar a aquellas personas que han sufrido agresiones, lesiones en accidentes de tráfico, agresiones sexuales, golpes por violencia machista o incidencias laborales, entre otras cosas. Los informes redactados en 2017 para las jurisdicciones civil, penal y social ascienden a cerca de 12.000, según comenta Rodríguez.

El área de valoraciones psicológicas realizó el pasado ejercicio casi 300 expedientes, de los que 206 son para causas penales y 88, para civiles. En este grupo de trabajo se interviene, por ejemplo, con aquellos menores de corta edad sobre los que hay que determinar la veracidad de su testimonio, con el objetivo de que la autoridad judicial tenga una valoración pericial independiente.

En la provincia de Santa Cruz de Tenerife se hicieron 324 valoraciones denominadas extrajudiciales. Las autopsias corresponden al departamento de Patología Forense, que se ocupa de determinar el tipo de muerte que ha tenido cada persona. Y ese resultado que obtienen los profesionales resulta clave para que una investigación policial continúe adelante o no. Recientemente, en una playa de El Médano apareció el cadáver de una mujer con golpes en el rostro y la cabeza. Las pruebas efectuadas por los especialistas permitieron saber que no hubo homicidio; es decir, que pudo morir ahogada y que los golpes supuestamente se los causó el mar contra las rocas.

En el IML de Las Palmas trabajan 24 forenses para siete partidos judiciales (cinco en Gran Canaria, uno en Lanzarote y otro en Fuerteventura). El equipo de Patología Forense hizo el año pasado 900 autopsias. En el área de Clínica Forense se han efectuado 10.800 informes a ciudadanos de las islas orientales. Además, se redactaron 519 informes psicológicos y más de 740 valoraciones extrajudiciales. Cesáreo Rodríguez recuerda que el IML de Las Palmas cuenta con un laboratorio para pruebas de toxicología y genética forense, que resulta clave en casos de homicidio, agresiones sexuales o juicios de paternidad, por ejemplo. En los 12 últimos meses efectuó 2.700 análisis.