Canarias es la segunda comunidad española, tras Extremadura, con menos porcentaje de población que lee libros en su tiempo libre, por ocio, y también una las dos donde ese hábito parece en retroceso, según datos dados a conocer hoy por la Federación de Gremios de Editores de España.

El barómetro de hábitos de lectura y compra de libros que publican los libreros revela que el 43,6 % de los canarios mayores de 14 años reconoce que nunca lee un libro por gusto; es decir, en su tiempo libre, sin incluir las lecturas por estudios o trabajo.

Solo Extremadura supera en ese indicador a Canarias, con un 47,4 % de habitantes que nunca lee en sus ratos de ocio.

Los datos del barómetro señalan además a ambas comunidades como las dos únicas que han perdido lectores en los últimos cinco años: en Extremadura, la población lectora ha caído del 54,2 % de 2012 al 52,6 % de 2017, y en Canarias lo ha hecho del 57,1 % al 52,4 %.

En el resto de comunidades, los ciudadanos que dedican un rato de su tiempo libre a leer un libro ha crecido en el último lustro.

La media nacional indica que el 59,7 % de los españoles reserva alguno de sus ratos de ocio para los libros, con tasas de lectura especialmente altas en Madrid (71,4 %), Navarra (65,1 %), el País Vasco (53,9 %), La Rioja (63,6 %) y Cantabria (63,3 %).

La estadística de los editores también sitúa a Canarias a la cola en compra de libros, sin contar los de texto: solo el 38,2 % de los isleños mayores de 14 años compró algún libro el año pasado.

En este caso, se trata del dato más bajo de todo el país, nueve puntos por debajo de la media (47,3 %), aunque los canarios que sí compraron libros en 2017 adquirieren más que el resto de los españoles (9,3 por persona al año frente a 8,6).

En cambio, si el foco se pone solo en los libros de texto, Canarias figura por encima de la media: con un 33,5 % de habitantes que el año pasado adquirió manuales de estudio, frente a una media en el resto de España del 32,8 %.

En la estadística, el archipiélago destaca en positivo en dos apartados: es la comunidad con mayor número de lectores que además de leer en castellano leen en inglés (el 24,2 %, cinco puntos por encima de la media), y sus habitantes están entre los españoles que mejor opinión tienen de la biblioteca a la que acuden, a la que ponen una nota de 8,5 sobre 10 (solo superada por Aragón, con 8,6).