La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias ha informado hoy de que ha sido prorrogado el convenio firmado con la Universidad de La Laguna para la investigación sobre psicomotricidad y atención temprana en menores con necesidades especiales, y que este año tendrá un presupuesto de cien mil euros.

El acuerdo, firmado el pasado 22 de septiembre, tiene por finalidad desarrollar un protocolo propio de evaluación basado en la observación de los parámetros de la expresividad psicomotriz, y realizar un estudio estadístico sobre las dificultades de los niños que solicitan ser evaluados por el Servicio de Psicomotricidad.

También tiene como objetivo poner en práctica y valorar las propuestas de intervención en atención temprana que puedan responder a las necesidades detectadas en los niños en este proyecto.

Asimismo, sirve para detectar las demandas y necesidades que se presentan en el ámbito familiar de los niños y disponer de un recurso que responda a las demandas de la sociedad en relación a la detección temprana de las señales de alerta y dificultades para la inclusión social de la población infantil.

Dentro de este ámbito de relación corresponde al Servicio Canario de la Salud establecer el protocolo para la remisión de nuevos niños al servicio de psicomotricidad de la Universidad de La Laguna, con la finalidad de que participe el mayor porcentaje posible de la población objeto de estudio.

La Universidad de La Laguna aporta los espacios y realiza el mantenimiento del servicio de psicomotricidad, dotándolo de profesionales, medios técnicos, pruebas y materiales adecuados para el desarrollo de las sesiones.

En un comunicado de la Consejería de Sanidad se indica que durante el pasado año, y en virtud de este acuerdo, un total de 88 menores participaron en este proyecto, de los cuales 60 fueron niños y 28 niñas. De esos 88, 72 eran mayores de tres años, lo que representa el 82 por ciento de los casos.

Las intervenciones con estos menores se desarrollaron en tres modalidades diferentes, y así, de manera individual participaron el 24 por ciento, en terapias grupales el 50 por ciento y el 26 por ciento de forma combinada, es decir, individual y grupal.

En relación a los diagnósticos de los niños que han formado parte de este proyecto, un 35 por ciento de los casos presentaba autismo infantil, un 15 por ciento síndrome de asperger y un cinco por ciento trastornos de la expresión del lenguaje o trastorno generalizado del desarrollo o retraso mental.

Se entiende por atención temprana el conjunto de intervenciones dirigidas a la población infantil de hasta 6 años, a la familia y al entorno para dar respuesta lo más pronto posible a las necesidades transitorias o permanentes que presentan los niños con trastornos en su desarrollo o que tienen el riesgo de padecerlos.

Entre los trastornos en los que debe intervenirse de manera temprana, destacan los relativos a bebés prematuros o muy prematuros, parálisis cerebral, síndrome de Down, hipoacusia, ceguera, autismo, metabolopatías o patologías genéticas conocidas, enfermedades raras y otros aspectos que inciden en el desarrollo típico del bebé o del niño y que requieren una intervención.