A irán Fernández Rodríguez es de esas personas que nadie ni nada les frena. Ni un accidente a los 19 años, que le causó una lesión medular, ha supuesto un obstáculo para el primer estudiante de Medicina en silla de ruedas de la Universidad de La Laguna. Este joven tinerfeño estudia en la Facultad de Ciencias de la Salud, donde, curiosamente, sí tiene que lidiar con barreras, tanto sociales como arquitectónicas. A su vida académica lleva aparejada una deportiva llena de éxitos. Cinco veces campeón de España en parapowerlifting (halterofilia adaptada) o varias veces récord nacional en la modalidad de 49 kg son solo algunos de sus logros.

"En total, llevo 18 años en silla de ruedas, media vida. Cuando me lo dijeron no tuve un shock inicial, ya que no me lo creía y rechacé la idea", admite Fernández Rodríguez. Tras su paso por tierras peninsulares, comenzó su periplo en la licenciatura de INEF, en Gran Canaria, donde se graduó y empezó a dar sus primeros pasos deportivos en el baloncesto y el bádminton.

La halterofilia adaptada la descubrió mientras jugaba en el Ademi Tenerife de baloncesto, con el objetivo de ganar masa muscular. Finalmente, ya asentado en su isla natal, decidió apostar por el parapowerlifting. Fue entonces cuando se sumergió de nuevo en el mundo académico.

Una fractura de fémur de su abuela hizo que entrara en contacto con el mundo sanitario y "le entrara el gusanillo" por la sanidad.

Airán explica que al ingresar en Medicina tuvo que hacer un tour por la Facultad y sus instalaciones. "Creé un itinerario para llegar a los lugares sin problema. Al ser el primero en silla de ruedas me ha tocado adaptarme y quejarme".

En este último sentido, el deportista se queja de que muchas veces ha ejercido como trabajador social y ha tenido que estar atento a todo, algo que, según él, le quita tiempo de estudio y, por lo tanto, le hace estar en desventaja con sus compañeros de carrera. Sin ir más lejos, el pasado mes de noviembre, a Airán le tocó vivir un episodio desagradable en una de sus clases prácticas.

El acceso al aula de Habilidades de Enfermería está limitado a escaleras. Por ello, sus compañeros de curso se negaron a dar la lección y esta se trasladó a un espacio más accesible para el alumno. "La verdad es que se han puesto las pilas a raíz de mis quejas y el último incidente. Ya están los baños arreglados, los ascensores al decanato, la biblioteca está reformada? Este cuatrimestre tengo una práctica de Quirúrgica en un espacio similar y ya está todo el mundo avisado", relata el haltera.

A pesar de los avances, sigue encontrando dificultades en diferentes localizaciones del Campus, como son algunas zonas de aparcamientos o la rampa de acceso a la cafetería de su facultad. "Es la única vía que tengo para entrar y cuando hay obras me es imposible. La obra se debe adaptar a mí y no yo a ella", asevera Fernández Rodríguez.

Otro de los lugares que Airán "suspende", en términos de accesibilidad, es la Escuela de Ingeniería Agraria. "Sus salas de estudio abren todo el día y para entrar tengo que avisar al vigilante", comenta el estudiante.

Airán subraya que las personas con discapacidad suelen ser conformistas, sobre todo si nacen con ella. Pero no es su caso: "Yo no he sido discapacitado toda mi vida y por ello no soy conformista. Ser discapacitado no me hace minusválido", remarca.

En las últimas semanas, la Policía Local de Santa Cruz de Tenerife ha registrado decenas de casos de falsificación de tarjetas de discapacitados. "Los canarios, en general, somos egoístas y tenemos una clara falta de empatía y conciencia. Son más difíciles de superar las barreras sociales que las arquitectónicas y esto solo se resuelve con sanciones económicas duras", afirma.

Asimismo, para el tinerfeño es complejo compaginar una de las carreras más difíciles del ámbito académico con una carrera profesional deportiva. "Me intento apañar entrenando casi todos los días por la mañana, así tengo el resto del día libre, pero la prioridad es la carrera. La clave es una buena organización y ponerle pasión a lo que haces". A pesar de ello, renuncia a dejar de lado el deporte. "Si ya paso todo el día sentado, imagínate sin moverme. Me muero del asco", agrega Fernández Rodríguez.

En la actualidad, Airán se encuentra en plena preparación del campeonato de España de parapowerlifting, que se celebrará en Madrid el próximo 24 de marzo. Tras ganar la copa nacional el pasado mes de diciembre con ciertas dificultades, el futuro doctor admite que no llega en su mejor momento de forma, debido al periodo navideño y los exámenes. Aún así, se ve con plenas posibilidades de vencer. "Veo más difícil llegar a los 84 kg y batir el récord, pero se intentará", confiesa.

De su actuación dependerá su presencia en el europeo y quién sabe si en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

"Tengo dos años por delante para cumplir mi objetivo de ir a Tokio, levantar 90 kilos y seguir cumpliendo sueños", concluye Fernández Rodríguez.