Un pequeño archipiélago situado junto a la costa occidental africana puede ser la plataforma a través de la que empresas europeas materialicen en el continente vecino las inversiones procedentes de la UE. El exministro español de Asuntos Exteriores José Manuel García-Margallo expuso ayer en Tenerife la oportunidad que se le presenta a Canarias para canalizar los planes de desarrollo que, a su juicio, deberá destinar la Unión Europea a África para evitar que su potente crecimiento demográfico desborde sus posibilidades de mejora económica y derive en una inmigración "absolutamente incontrolada".

García-Margallo compartió con el economista Carlos Rodríguez Braun una nueva edición de los Diálogos para el Desarrollo, un foro organizado por Management Activo con el patrocinio de Bankinter y Yoigo. Antes de su conversación, el exministro auguró ante los medios de comunicación que el "esfuerzo" de las instituciones europeas para dar a estabilidad al continente africano "se va a materializar en proyectos muy concretos". A su juicio, "Canarias tiene una posición privilegiada" para convertirse en puente para esas inversiones, al igual que para actuar como "nexo" para el flujo comercial entre Europa y América Latina que surja tras una deseada "aceleración" de las conversaciones entre la Unión y Mercosur.

África se encuentra en un rápido proceso de crecimiento económico y demográfico -con el riesgo de que el primero no sea capaz de absorber el segundo-, una prueba -según Rodríguez Braun- de que "nadie está condenado a la pobreza si existe un mínimo marco institucional de seguridad y libertad".

Ya en el debate -moderado por el periodista Bernardo Sagastume-, el economista argentino se embarcó en una apasionada defensa de, precisamente, un marco de seguridad jurídica "de verdad" para Canarias que permita a las empresas aprovechar las ventajas fiscales que ofrece la Comunidad Autónoma. Para Rodríguez Braun, ni el Régimen Económico y Fiscal (REF) ni la Zona Especial Canaria (ZEC) han funcionado. Una "cuestión política" -la falta de un marco institucional adecuado, el exceso de "celo" de la agencia tributaria y una administración demasiado "grande"- "conspiran" para evitar que se apueste por las empresas en las Islas. "No hay REF que soporte este nivel de administración", se quejó.

El catedrático de la Universidad Complutense de Madrid se mostró muy crítico con los equilibrios territoriales que caracterizan la Administración en Canarias. Este reparto, dijo, es "más político que técnico". También consideró un freno la profusión de normativa que bloquea las inversiones, como las leyes territoriales o la moratoria turística. En el caso del motor económico del Archipiélago, opinó que han sido los problemas de destinos competidores los que "han llenado los hoteles", aunque elogió a la parte privada al destacar el proceso de renovación de los establecimientos alojativos.

Al margen de su insistencia en el marco institucional, Rodríguez Braun apuntó a la "innovación" como vía para mejorar. "La he visto en todos lados y también en Canarias. Hay que apostar por eso", aconsejó.

El exministro y el economista coincidieron en su rechazo del proteccionismo -el nombre de Donald Trump salió a relucir en varias ocasiones-, aunque García-Margallo defendió la necesidad de que los poderes públicos intervengan para garantizar la "compensación social" para quienes no pueden acceder al mercado. En definitiva, "hace falta un entorno de solidaridad", advirtió.

José Manuel García-Margallo

exministro de asuntos exteriores

Carlos Rodríguez Braun

economista

El Sáhara no vivirá cambios "inmediatos"

Las posturas "incompatibles" de Marruecos y el Frente Polisario explican que el problema del Sáhara Occidental sea "muy difícil de resolver", dijo José Manuel García-Margallo. A preguntas de los periodistas, el exministro de Exteriores se refirió al "riesgo" que supone para las empresas tener inversiones en territorios con "un conflicto latente". "Los empresarios tienen que valorarlo". Sobre las sentencias de la Justicia de la UE y la pretensión del Frente Polisario de que cesen las inversiones europeas en la zona ocupada, García-Margallo pronosticó que no habrá cambios "en un futuro inmediato, entendiendo con ello un plazo razonablemente largo".