No se trata solo de cuánta tarea tienen que hacer los alumnos en casa, sino de qué tipo de tarea realizan y si todos pueden afrontar la misma cantidad. El Consejo Escolar de Canarias ha tratado durante más de un año este controvertido tema -que llevó a las familias a convocar, incluso, una "huelga de deberes"- y ha concluido que los docentes deben coordinar las tareas y proponer trabajos "de calidad" y "personalizados", en función del alumno. Esta decisión ha sido acogida con entusiasmo entre los padres, porque ven una forma de mejorar la conciliación de la vida familiar y escolar.

Así lo explicó ayer a este periódico el presidente de Fitapa, Eusebio Dorta, que también es vicepresidente del Consejo Escolar y lleva muchos años militando en asociaciones de defensa de la enseñanza pública. Para este padre, es fundamental la labor que ha hecho la comisión de este órgano que representa a toda la comunidad educativa para alcanzar un "acuerdo de mínimos".

"Necesitamos tareas para casa a la carta, en función del alumnado y de la familia. Ahora mismo las tareas también segregan socialmente, porque no todos los padres pueden ayudar igual a sus hijos", advirtió Dorta.

El representante de los padres también valoró que en el acuerdo estén presentes las escuelas concertadas, porque, a su juicio, esto pone de manifiesto que la necesidad de pactar este asunto va más allá del modelo de escuela.

Canarias es, después de Extremadura, la segunda comunidad que llega a un acuerdo de este tipo, aunque en el caso de las Islas es "más light". "Nosotros no nos hemos metido en aspectos como el tiempo. Nuestra intención no es interceder en la autonomía docente, pero es un tema que afecta a la conciliación de la vida y creemos que toda la comunidad, educativa y social, tenía que hablar sobre el tema". La importancia del acuerdo va más allá del documento, subraya Dorta. "Lo importante es que durante todo este tiempo, todos los sectores que tienen que ver con la educación se han sentado a hablar sobre algo en lo que es importante llegar a acuerdos".

A pesar de la satisfacción por la aprobación de unas recomendaciones sobre las tareas que los alumnos deben realizar en casa, Eusebio Dorta no escondió ayer su malestar por que un sector del profesorado, representado en ANPE Canarias, haya "roto la unanimidad".

El representante de las familias criticó la actitud de esta organización, especialmente las declaraciones de los responsables sobre el papel que ha jugado el Consejo Escolar de Canarias en este tema. El sindicato considera que este asunto no tendría que haberse debatido en el seno del Consejo. Los padres, en cambio, opinan lo contrario, que es justo en este órgano, donde están representados todos los sectores implicados -administraciones, escuela concertada y pública y familias, entre otros-, donde hay que debatir algo que va más allá de la escuela y que incide en la vida familiar, defendió. "No es un ataque de las familias".

Además, Dorta ve una "falta de respeto" hacia el trabajo que ha venido realizando la comisión de cara a presentar el documento aprobado el sábado pasado.

El hecho de que se haya puesto el foco en si el Consejo era el lugar oportuno no ha molestado especialmente a los padres, que creen que se pone en cuestión la función de este órgano, el único en España con autonomía total de la Consejería. Dorta aseguró, además, que Fitapa se ha puesto en contacto con afiliados de ANPE y que no cree que dentro del sindicato haya unanimidad.