El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria tratará de evitar el derribo del palacete de San Bernardo para lo que estudia distintas medidas, entre las que figura su compra, según ha informado hoy el alcalde, Augusto Hidalgo.

En declaraciones a los periodistas, el alcalde ha explicado que el edificio está desprotegido conforme a una sentencia jurídica firme que anula la catalogación del inmueble, como muchas otras que han dictado los tribunales en este sentido, pero se buscará evitar esta situación a través de los usos o de otras medidas.

Hidalgo ha recordado que en estos momentos se está tramitando el Plan Especial de Protección de Vegueta y Triana, que tiene elementos nuevos que "van a dar vida y renovar a casco histórico de la ciudad".

Así mismo, el regidor ha recalcado que la corporación tiene que "cumplir la sentencia, pero buscará cualquier opción a través de los usos o de otras salidas para impedir que el edificio se tire y, si se hace una actuación en la parcela, no afecte a la edificación actual".

El primer edil ha señalado que el edificio está desprotegido porque es de los años cincuenta y carece de valor arquitectónico, pero que tiene un "elemento estético y también simbólico", porque fue sede de la Presidencia del Gobierno canario primero y, después, del Diputado del Común, y está en un lugar "emblemático" de la ciudad.

"Vamos a poner todo el esfuerzo para que sea así y ninguna entidad privada haga ejercicio de ese derecho por sentencia y termine derribando el edificio", por lo que se barajan "todas las opciones" posibles.

Así mismo, ha recordado que en el anterior planteamiento, el edificio era de uso público y ahora se ha pasado el extremo opuesto".