Tras 16 meses de trabajos y numerosas comparecencias de expertos, la comisión de estudio de la reforma electoral canaria, cuya constitución respaldaron en su día todos los grupos menos ASG, se cerró ayer con la aprobación de una propuesta de modificación que no comparte ni el partido de Casimiro Curbelo ni CC, pero que las demás formaciones consideran "histórica", necesaria y casi imprescindible en pro de un mayor equilibrio entre territorios y población. Un cambio que, además y según subrayan estos partidos, cuenta con el apoyo de otras formaciones que no entraron en la Cámara en 2015 (como Cs o IU), así como entidades como Demócratas por el Cambio, cuya contribución fue muy alabada ayer y que ha dado como resultado el pacto que se debatirá en pleno el próximo miércoles.

Mientras se rechazaron las propuestas particulares de CC (consistente en aumentar los escaños de 60 a 63, con uno nuevo para Tenerife, Gran Canaria y Fuerteventura) y de ASG (que apuesta por mantener la triple paridad, pero rebajar las barreras), se aprobó la de PSOE, PP, Podemos y NC, que calificaron el acuerdo de "éxito" que, si bien pudo haber sido rotundo de lograr la unanimidad, contrasta claramente con el "fracaso" que perciben CC y ASG, con un Curbelo muy crítico que llegó a calificar el cambio de "chapuza".

Frente a esta visión, los demás remarcaron que hacía tiempo que se necesitaba una reforma que impida que, como ha pasado en los últimos 12 años, una formación como CC, por mucho que gane en 5 islas, ha llevado la Presidencia pese a ser segunda o tercera fuerza en votos. La modificación consiste en una lista regional de 9 diputados, otro para compensar el aumento poblacional de Fuerteventura y en una rebaja del tope autonómico del 6 al 4%, y del insular del 30 al 15%.

Aunque en la comisión de ayer no se especificó, la intención de estos partidos pasa porque no haya una nueva urna para esa plancha electoral y que los candidatos puedan estar en una misma papeleta, los regionales y los de cada isla. Además, y en algo que siguen sin creerse CC y ASG (sobre todo porque hace falta reformar la Cámara en busca de espacio), insiste en que no habrá coste añadido porque se reducirán los gastos de grupos en otros conceptos.

Aunque vaya a pleno, el nuevo sistema deberá ser refrendado en el Congreso ya que necesita de 40 votos aquí y solo cuenta con 39. No obstante, se aprovechará la reforma del Estatuto sin que se dificulten otros aspectos de ese marco para la región. Eso sí, la portavoz de Podemos, Noemí Santana, dejó caer que, si bien apoyan un cambio que cree más que necesario para acabar con el "insularismo caciquil", intentarán ahondar más en las Cortes en busca de un sistema aún más justo.

Durante el debate, se repitieron los argumentos de otras sesiones, si bien con intercambios duros, sobre todo en respuesta al alegato de Curbelo. Para el líder de ASG, solo se favorece a los nuevos partidos bien asentados en las urbes y se rompe el difícil equilibrio de 1982. Campos (NC) considera que el sistema actual tuvo sentido en su día, pero ya no ante el desarrollo general, al tiempo que subrayó que el vigente también lo aprobaron diputados de Guadalajara. El PP recalcó que seguirá intentando sumar a CC, pero que es injusto y que urgía cambiarlo. El PSOE subrayó que es el único con diputado por todas las Islas, negando que haya escaños ahora desiguales, y Ruano (CC) reiteró que se rompe con la Canarias de abajo a arriba.