El diputado del Grupo Parlamentario Podemos Canarias Francisco Déniz considera que la consejera de Educación, Soledad Monzón, "comete una indecencia" al pretender, "usar dinero público para hacer propaganda para las grandes multinacionales de los videojuegos".

De esta manera, Déniz critica que la Consejería, "a través de una de sus direcciones generales, pretenda introducir los ''esports'' dentro de la escuela", en base a "crear una liga escolar en centros públicos".

En su opinión, "la Consejería se ha saltado los acuerdos que se han aprobado en el Parlamento respecto a tomar medidas contra la obesidad y el sedentarismo, e incluso ignora que los juegos electrónicos competitivos han sido excluidos de la Ley del Deporte".

Por ello, ha solicitado una comparecencia para que la consejera "explique esta medida y otras que tienen que ver con qué algunas direcciones generales estén repartiendo consolas a profesores de educación física".

INTERESES OCULTOS

Según Déniz, "la comunidad educativa está indignada y se movilizará contra esta liga escolar de videojuegos de Canarias, pues la Consejería no ha escuchado las demandas de las asociaciones de padres y madres".

El diputado de la formación morada se pregunta "qué intereses ocultos guarda CC tras esta apuesta por los videojuegos", pues ya denunció el pasado mes de abril en sede parlamentaria que "la nueva estrategia de los nacionalistas para fomentar un negocio privado es activar a todos sus ayuntamientos y cabildos a fomentar y promocionar los ''esports'', dando subvenciones".

Para Déniz, "la consejera no ha tenido en cuenta ni siquiera las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud sobre la inclusión como enfermedad el trastorno producido por la adicción a los videojuegos".

Por ello, hace un llamamiento a padres, madres, direcciones de centros y profesorado "a impedir que, desde las instituciones, se fomenten estas prácticas", pues "con dinero público no se puede hacer propaganda para las grandes multinacionales, cuando además es de todos sabido y hay numerosas investigaciones y evidencias del potencial de adicción que tienen los juegos electrónicos".

A su juicio, "esto es un claro ejemplo de la connivencia del Gobierno de CC con grupos empresariales y multinacionales que poco o nada se interesan por el bienestar de la población, no me niego a que la gente juegue a lo que quiera, pero las instituciones públicas no deben fomentar los videojuegos competitivos".