El Gobierno de Canarias, en colaboración con los 77 municipios costeros de las islas, está en proceso de catalogar unas 700 playas y zonas de baño para evaluar los riesgos y elaborar planes de salvamento, lo que formará parte del nuevo decreto de seguridad en el litoral que aprobará en julio.

La directora general de Seguridad y Emergencias del Gobierno regional, Nazaret Díaz, realizó este anuncio hoy en rueda de prensa con motivo de la presentación del plan de acciones previsto por el Ejecutivo autonómico para reducir el número de accidentes y fallecimientos en las costas isleñas.

Al respecto, Nazaret Díaz indicó que, según los datos de incidentes registrados en el 112 en el primer semestre de 2018, se ha producido un descenso en un 40 por ciento en el número de fallecimientos en el litoral, con 19 muertes, frente a las 34 contabilizadas en el mismo periodo del año pasado.

Precisó la directora general que es preferible utilizar el término "fallecidos" y no "ahogados" porque también se registran muertes en la costa por caídas y golpes, entre otros motivos.

El divulgador en materia de seguridad en el medio acuático Sebastián Quintana señaló que según sus cifras la reducción de fallecidos es del 46 por ciento, y por ello la directora general manifestó que con el nuevo decreto se unificarán las estadísticas en este ámbito.

Recordó Nazaret Díaz que el año pasado en la primera edición del congreso de seguridad y prevención en el litoral se constituyó un grupo de trabajo que recomendó actualizar el decreto en este ámbito, y que actualmente está en la fase final de tramitación tras ser remitido al Consejo Consultivo de Canarias.

El decreto será aprobado previsiblemente en Consejo de Gobierno en julio y el objetivo es dotar a la Comunidad Autónoma de un sistema integral de prevención y seguridad en la costa, con independencia de que esta competencia sea estatal en la ordenación del litoral.

Para ello será hará una catalogación de las zonas de baño y en función de los riesgos, elaborar el correspondiente plan de salvamento y sobre este asunto el subdirector de Protección Civil y Emergencias del Gobierno de Canarias, Néstor Padrón, indicó que se ha finalizado el inventario de quince municipios y continúa el de otros 56.

Con este objetivo se ha creado una plataforma en internet para que los ayuntamientos realicen sus aportaciones y hagan el registro y clasificación, y el Gobierno de Canarias presta el asesoramiento técnico necesario.

Asimismo se pretende establecer un sistema de señalización y aviso homogéneo en todas las zonas de playa de las islas y Néstor Padrón informó de que se han visitado 445 playas de las 581 previstas, aunque se pretende incrementar el censo en otras 110 al menos.

Sebastián Quintana, que también es director de la iniciativa "Canarias, 1.500 Km de Costa", señaló que se está viviendo "un antes y un después" en materia de seguridad en la costa por el compromiso del Gobierno regional de "dar la vuelta" a la situación en este ámbito ya que, precisó, aunque haya disminuido el número de fallecidos Canarias sigue teniendo "el récord de España".

El 85 por ciento de las personas que se han ahogado en Canarias eran extranjeros y en su mayoría hombres de entre 50 y 75 años que acudían a la playa en horario de tarde, manifestó Quintana.

Por ello se han diseñado quince anuncios de un minuto de duración en seis idiomas que se proyectarán en 55 hoteles de las islas, en el televisor de las habitaciones, para que los turistas tengan conocimiento de las recomendaciones básicas de seguridad en el agua, ya que muchos carecen de los mínimos fundamentos en este ámbito.

En los anuncios se imparten consejos respecto a las corrientes, cortes de digestión, el peligro de hacer fotos al lado del oleaje, motos de agua y buceadores, además de tener precauciones con los niños.

Las principales causas de accidentes en el litoral son las de no hacer caso a las banderas rojas, acudir a playas sin vigilancia y no tener cuidado con las corrientes de retorno, las que impiden regresar a tierra aunque se nade y que pueden provocar el estrés del nadador, causar un infarto y por lo tanto, el ahogamiento.