El presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, defendió ayer, en un pleno con mucha actividad pero distendido en su esperada comparecencia sobre el "caso grúas", la "rectitud" de su actuación en la externalización y rescate de este servicio municipal cuando fue alcalde de La Laguna y, sobre todo, respecto al crédito local concedido para equilibrar la empresa y permitir la continuidad de la prestación. El jefe del Ejecutivo recalcó que los presuntos delitos de prevaricación y malversación de fondos que aprecia ahora la juez y la fiscalía, frente al archivo previo, se limitan solo a ese préstamo, pero se mostró convencido de que actuó desde la estricta legalidad en algo muy complejo por la falta de antecedentes.

Frente a la intervención de diversos grupos, Clavijo puso especial énfasis en presentar la denuncia de Unidos Se Puede y Por Tenerife como "una fábula, un cuento" que ha desmontado el último auto judicial, que eleva al TSJC la decisión de si le llama a declarar o no como investigado. Su argumento lo sostiene en que los indicios se limitan al crédito y que, frente a las tesis de los denunciantes, sí hubo plazo y garantías, aparte de que, en apenas dos meses, el consistorio recuperó el dinero, se fijó una responsabilidad de 182.000 euros a la empresa, se cobró el 4% de intereses, no hubo perjuicios a las arcas públicas y se mantuvo el servicio.

Su esperada intervención tuvo un aperitivo en su respuesta a una pregunta previa de Noemí Santana (Podemos) sobre si dimitirá si acaba siendo investigado. Como hiciera más tarde en reiteradas ocasiones, Clavijo censuró a los grupos que, en su opinión y como pasa con los firmantes de la denuncia, tratan de "enfangar" la política, "no respetan la presunción de inocencia ni la separación de poderes", algo que achacó, sobre todo, a Podemos, aunque, en parte, también al PSC tras intervenir G. Matos.

El líder de CC sostuvo que, en su trayectoria política, siempre ha dado la cara, cree necesario aclarar cualquier duda tras el último auto, recordó que la externalización del servicio la aprobó el consistorio por unanimidad en 2003 y explicó la situación de inseguridad y los problemas que había en ese entonces en zonas como El Cuadrilátero. Además, defendió el uso de informes externos; recalcó el prestigio de los catedráticos consultados; remarcó que, más allá de los reparos del interventor, otros funcionarios sí apoyaron el expediente y acusó a Matos de mentir al afirmar que el informe externo es previo a su levantamiento de reparos.

Seguramente por su paso por el ayuntamiento y su conocimiento del asunto, lo que llevó a Ruano a hablar de "otros motivos" en sus críticas, el intercambio más potente en los argumentos ayer entre Clavijo y los grupos sobre el "caso grúas" lo tuvo con Gustavo Matos (PSOE). Tanto en su intervención como, luego, ante los medios, el diputado deslizó dos palabras sin que, por ello, se las exigiera al presidente o anunciara lo segundo: dimisión y censura. Matos cree que ha sido el líder de CC el que, con su comparecencia a petición propia, ha abierto la Cámara a este caso, "que tendrá un largo periplo judicial".

Respetando, dijo, la presunción de inocencia y la separación de poderes, Matos sí considera lícito hacer una lectura política del caso y se preguntó qué hará el presidente si acaba siendo investigado y si no convendría que dejase su puesto para "no arrastrar la institución que preside por los juzgados". Además, y en el supuesto "extremo" de que sea imputado y no dimita, dejó caer la posibilidad de una moción de censura por parte de su grupo. Eso sí, y dirigiéndose al PP, recordó que el PSOE tiene solo 15 diputados y que espera contar con el apoyo de los demás partidos para desbancar a CC.

Para Matos, la clave no radica solo en el crédito (de 120.000 euros), con el que el consistorio se convirtió en "entidad bancaria", sino en otras decisiones del entonces alcalde. Según recalcó, ya en 2004 advirtió del error de permitir que la concesión pasase de ser a una persona concreta a una compañía, "pues podría venderla a un tercero", al tiempo que acusó a Clavijo de confundir las fechas del informe externo y el levantamiento de reparos.

Ya por la noche, usó la dimisión de la ministra de Sanidad para que Clavijo, CC y el PP por Pablo Casado tomen nota, "aunque no haya auto judicial".