La CEOE de Tenerife ha constatado la desaceleración en el crecimiento económico en la que se encuentra la economía canaria, aunque la califica de suave, y confía en el tirón que puede dar la construcción a partir de final de año y a lo largo de 2019 para compensar la ralentización que se está produciendo en el turismo y el comercio.

El informe de coyuntura económica de la CEOE tinerfeña correspondiente al segundo trimestre de 2018 mantiene la previsión de crecimiento de la economía canaria a final de año en el 2,4 por ciento, frente a un 2,8 por ciento de la española, frente a un aumento del Producto Interior Bruto (PIB) de las islas en 2017 que se situó en el 2,9.

La economía, por tanto, sigue creciendo pero a un menor ritmo, se está produciendo "un cambio de tendencia", según explico en la presentación del informe José Alberto León, director de consultoría de Corporación 5, empresa que ha elaborado el estudio de coyuntura.

Desde mediados de 2017 ya se había producido una desaceleración en el ritmo de crecimiento de los dos sectores que estaban tirando hasta entonces de la economía, el turismo y el comercio, pero en el segundo trimestre de este año empiezan a darse indicadores de signo negativo, como una caída internaual del 1,71% en el número de visitantes extranjeros y una caída interanual del sector comercial del 1,2%.

La bajada de visitantes se debe sobre todo a la recuperación de los mercados competidores de Turquía, Egipto y Túnez, que esperan recuperar este año ocho millones de visitantes.

"Esto influye en la tasa de crecimiento, y el sector que tenía capacidad de tirar de la economía era la construcción, pero no lo está haciendo", en parte porque la licitación pública se paró en marzo como consecuencia de la adaptación de técnicos y empresas a la nueva ley de contratación del sector público, dijo el director del informe.

No obstante, según el presidente de la CEOE de Tenerife, José Carlos Alberto, ese parón en la licitación es coyuntural, puesto que hay dinero presupuestado y solo se ha producido un aplazamiento de las adjudicaciones como consecuencia de la adaptación a la ley.

Se espera que según se acerca el final de año y a lo largo de 2019 la licitación pública se recupere y con ella el sector de la construcción, que "es muy potente", es capaz de arrastrar la economía y de mantener el crecimiento del empleo, aunque a menor ritmo que en los últimos años.

Antes de la crisis, la construcción en Canarias empleaba a 140.000 personas y ahora solamente a 50.000, así que hay margen para el crecimiento, dijo el presidente de la patronal.

El repunte de este sector también depende de que despegue la construcción de viviendas, para la que está aumentando la demanda, pero la oferta está limitada por motivos regulatorios asociados a la falta de aprobación de los planes generales, según el informe empresarial.

Pese a los retrocesos en turismo y comercio y la falta de empuje coyuntural de la construcción, el análisis de la CEOE mantiene la previsión de crecimiento anual que ya adelantó en anteriores trimestres porque el PIB sigue creciendo "casi por inercia".

José Alberto León indicó que en años anteriores el crecimiento se vio favorecido por varios factores que proporcionaban "viento de cola" a la economía canaria, pero muchos de ellos están empezando a cambiar de cara a 2019, excepto los tipos de interés que se espera que se mantengan bajos al menos hasta después del verano.

Entre los factores que están cambiando a peor, citó, además de las cifras de turistas, la decisión del banco Central Europeo de reducir la liquidez en los mercados financieros, la subida del precio del petróleo, el menor crecimiento mundial, al que contribuyen las guerras comerciales, y la inestabilidad política, que en España se mantiene desde hace cuatro años e impide acometer las reformas necesarias, según la óptica de los empresarios.