El I Festival Enograstronómico de La Gomera, celebrado el viernes y ayer sábado, supuso una excelente oportunidad para disfrutar de un producto de calidad que, por momentos, ocupa el máximo interés entre los consumidores: el vino elaborado en la Isla. Durante estas jornadas se llevaron a cabo diversas actividades, como charlas, degustaciones y muestras de artículos agroalimentarios, con catas comentadas incluidas.

Los productores también tuvieron un lugar destacado, al igual que el Consejo Regulador o el Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria (ICCA). Todo es poco a fin de resaltar un valor en alza que los nuevos estudios académicos están demostrando que tiene infinidad de posibilidades de cara a su implantación en el mercado. Con todos los boletos para ser una apuesta ganadora.

El presidente del Cabildo de La Gomera, Casimiro Curbelo, destaca la dimensión de los productos agroalimentarios de la Isla, en especial de los vinos, que han alcanzado una excelente acogida en el exterior, reconociéndose la calidad y singularidad de los caldos gomeros. "Además, con la celebración de estas jornadas enogastronómicas lograremos dar una mayor difusión y promoción de nuestro vino, a la vez que servirá para aportar instrumentos de apoyo que incentiven la producción y calidad del producto", subraya. Una de las intervinientes en estas jornadas fue Francesca Fort Marsal, doctora de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona, quien hace unos años dio a conocer un estudio patrocinado por el Cabildo insular sobre la variedad de uva forastera gomera. En aquel entonces, los datos no podían ser más llamativos y concluyentes. Esta uva es una variedad absolutamente propia y única de la Isla que ha sobrevivido milagrosamente en La Gomera durante quinientos años como una especie de reliquia viviente con todas sus cualidades intactas. La principal novedad es que, en estos momentos, se está analizando una nueva muestra que, de confirmarse, supondría ratificar aún más la originalidad y valor de esta especie. Vendría a evidenciar que se trata de una mutación que se concretaría en la existencia de una forastera negra, en vez de la común blanca, cuya existencia se sospechaba pero de la que no había pruebas fehacientes de su supervivencia. En los laboratorios de la Universidad de Tarragona se están realizando en la actualidad, y por tercera vez, las correspondientes pruebas para contar con una seguridad absoluta. Fort destaca que de confirmarse esta mutación, "sería una extraordinaria noticia" y su proyección de futuro, "muy amplia". Aunque no quiere lanzar las campanas al vuelo hasta que pueda cerciorarse de que estamos ante un genoma singular, apunta que su existencia "se saldría de todas las variedades mundiales y, por supuesto, de Canarias, por su indudable singularidad". Una vez concluidas las correspondientes comprobaciones vendrían los estudios de mercado para ver cómo encajaría en el mismo el nuevo producto. Pero la experta no duda de que la aceptación "será total y absoluta". Incluso apunta que en realidad, más que de una mutación, se podría estar hablando de toda una nueva variedad, aunque eso sí, muy ligada a la forastera blanca.

Fort adelanta que, tan solo con los datos que existen en la actualidad sobre este tipo de uva, ya se dispone de base suficiente para que algún emprendedor se atreva a elaborar un cava. "Es totalmente viable hacer una segunda fermentación y ya hemos visto una iniciativa parecida en Tenerife con indudable éxito", apunta. La doctora es contundente al transmitirle a los productores gomeros que tienen en sus manos todos los elementos para que la comercialización de estos productos sea una apuesta ganadora. "En estos momentos está pasando un tren y es la hora de subirse al mismo. Mi mensaje a los agricultores es claro: estamos en la cresta de la ola", señala de forma muy gráfica.

Recuerda que recientemente tuvo lugar un congreso en Nueva York, en el que se ratificó que las nuevas tendencias pasan por vinos producidos en terrenos volcánicos. El resultado fue publicado en la revista eleconomista.es con una imagen del Teide.