El Gobierno de Canarias ha decidido no recurrir ante el Tribunal Supremo la sentencia que le obliga a indemnizar con 1,3 millones de euros, más intereses, a una familia por el error que cometió uno de los hospitales de la sanidad de las islas en un diagnóstico prenatal de una grave enfermedad.

El consejero de Sanidad de la comunidad autónoma, José Manuel Baltar, acaba de anunciar en la cadena SER que los servicios jurídicos de su departamento han aconsejado no recurrir el fallo del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, que hace a la sanidad pública responsable patrimonial de los daños causados a la familia.

El Servicio Canario de Salud tendrá que afrontar así la mayor indemnización por mala atención médica concedida hasta la fecha en España por no haber avisado a una madre que ya tenía un hijo con síndrome de Lesch-Nyhan, una grave enfermedad hereditaria, pero que no siempre se transmite, de que las pruebas prenatales que se había hecho para asegurarse que su nuevo bebé no lo había contraído estaban contaminadas y no eran fiables.

El consejero ha asumido en nombre de la Sanidad canaria la responsabilidad de lo ocurrido en este asunto (en un momento anterior a su mandato) y ha pedido disculpas en antena a la familia.