Debate "candente y apasionante". Fue la expresión mayoritaria la tarde de ayer entre los asistentes a la mesa redonda "Políticas y legislación de la memoria histórica en Canarias" celebrada en el Ateneo Miraflores 3 de Santa Cruz. José Manuel Hernández, historiador y experto en el tema con el que dialogó El Día lo resume: "La memoria histórica está viva, más que nunca. Tanto como que a día de hoy no se sabe qué hacer y donde poner los restos de un dictador como Franco o alguien puede planear un atentado contra el jefe del Gobierno actual por plantear su traslado del Valle de los Caídos".

"Hay un relanzamiento y revisión en positivo, explica Hernández, de la legislación respecto a la Memoria Histórica en el estado después del lapsus paralizante de los gobiernos del PP. Estamos en proceso de discusión para ampliar la Ley de 2007 de Zapatero. Las asociaciones que critican esa ley presionan y esa labor ha tenido el fruto de la voluntad para retomar el debate".

Además, continuó el experto "se ha iniciado el proceso para contar con leyes más específicas en las comunidades autónomas. También en Canarias ".

Hernández es muy crítico: "La legislación canaria en este ámbito es deficitaria y un mero lavado de cara para cubrir el expediente. Es la movilización social la que ha empujado para legislar a favor de los represaliados en la Guerra Civil y la posterior dictadura"

Para el profesor "no basta con la voluntad de reconocer a las víctimas y recuperar su honor. Hay que dotar a ese documento de la opinión de expertos que no se han consultado o incorporar a las dos universidades canarias, así como crear un Instituto de la Memoria Histórica".

"Son fundamentales las acciones como la retirada de símbolos franquistas, el acceso a los archivos hasta ahora vetados o fomentar y acelerar los proyectos de investigación para conocer lo que pasó", subraya Hernández.

El ponente incide en archivística su especialidad: "Deben abrirse a los investigadores los de la Iglesia Católica para conocer su papel en el entramado político del franquismo. O los de la Guardia Civil y la Policía. Sin olvidar el Militar (Territorial V, el de Canarias) que tiene los fondos y se pueden consultar pero sin orden ni clasificación y bajo un estricto control".

Hernández asegura que no se atreve a cuantificar las víctimas de la dictadura franquista: "Se haba de cientos de miles en el estado pero son los legales, con Consejo de Guerra y fusilamientos. De los que quedaron en las cunetas es muy complicado dar cifras. Y hay que añadir a los represaliados o quienes tuvieron que irse al exilio".

El historiador calificó de "clave el papel de la sociedad civil y los colectivos de familiares. Su presión ha permitido legislar y localizar fosas comunes de desaparecidos. Pero harían falta lugares de memoria como las cárceles o los centros de tortura. Dar valor a la entrega de aquellas personas que dieron la vida por la democracia. Sacar del olvido el dolor y el sufrimiento pero también reivindicar su ejemplo de lucha".

Respecto a Canarias valoró "el avance en municipios no capitalinos, pero quedan ejemplos tan flagrantes como el monumento a Franco en el centro de Santa Cruz. La ley de la Memoria Histórica es clara y dice que hay que retirar de los espacios públicos toda exaltación al dictador. En este caso parece que han querido dilatar con cambios de nombre o dando valor artístico. No hay voluntad política de cumplir la ley. Ningún país democrático mantiene este tipo de monumentos".

Hernández concluyó: "La memoria histórica está viva, claro porque no se solucionó este tema en la Transición sino que se echó un camión de tierra sobre el franquismo para olvidar el pasado en nombre de la reconciliación. Por eso hay fundaciones que reciben subvenciones de dinero público y un centro derecha que defiende aquello porque sus componentes son hijos o nietos del franquismo".

Cuatro expertos en el debate

El Ateneo Miraflores 3 de Santa Cruz -que vuelve a ser espacio para el diálogo tras un paréntesis- acogió anoche un debate que se presumía apasionante y cumplió con las expectativas. Un público ansioso de escuchar y también de opinar casi llenó el salón de actos para presenciar la mesa redonda, moderada por Inmaculada Fumero, licenciada en Historia y documentalista del Ateneo. Un foro desarrollado por cuatro personas expertas en memoria histórica: Ramiro Rivas, profesor de enseñanza media y doctor en Historia, quien sentenció: "Todo empezó aquí porque Franco salió de Tenerife". También participó José Manuel Hernández, archivero e historiador, quien planteó la necesidad de saber qué pasó en Canarias durante la Segunda República, la Guerra Civil y la dictadura de Franco. Criticó el revisionismo histórico que sigue justificando el golpe de estado de 1936. Aarón León, doctor en Historia, profesor de enseñanza media, e investigador, llevó el tema al anteproyecto de ley de memoria histórica de Canarias, actualmente en tramitación en el Parlamento, que criticó con dureza, poniendo el ejemplo de Navarra. Planteó la importancia de la educación de los jóvenes para recuperar de verdad la memoria. Por último, Zaida Díaz, licenciada en Historia y estudiante de postgrado, realizó una comparativa sobre las situaciones similares de España y de Argentina.

Fueron desglosadas las políticas públicas para la recuperación, así como la legislación al respecto, con una conclusión: "Las instituciones canarias no han cumplido siquiera con los mínimos establecidos por la insuficiente Ley de la memoria histórica estatal, y están a punto de aprobar una Ley canaria con muchos flancos débiles para lograr saldar la deuda".

José Manuel Hernández

historiador y experto en la memoria histórica