Ayer finalizó el seminario "Huellas de exterminio patriarcal. La prostitución como instrumento normalizador de la violencia" en la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación de la Universidad de La Laguna. Una de las ponencias estuvo a cargo de Esther Torrado, profesora de Sociología en dicho centro, que en los años 2016 y 2017 coordinó un estudio sobre la prostitución en Canarias. Torrado señaló que un 67% de las personas encuestadas coincidió en que las mujeres que ejercen la prostitución sufren acciones violentas por parte del "consumidor" o del proxeneta.

Pero, lamentó que, curiosamente, tres de cada cuatro ciudadanos consultados están en contra de prohibir esta actividad.

La profesora de Sociología manifestó que "las personas tenemos idealizado el sistema prostitucional y no nos damos cuenta que este va mutando", con la intención de adaptarse a una "demanda voraz". En opinión de esta experta, "no existe un perfil claro de demandante de prostitución" y el denominador común es "ser hombre". En su intervención, comentó que la mayoría de las mujeres que son víctimas de explotación sexual en el Archipiélago proceden de Latinoamérica, África subsahariana, Bulgaria, Rumanía o Rusia. Muchas de estas personas tienen cargas familiares no compartidas, necesitan enviar dinero a sus países de origen, sufren violencia por parte de "proxenetas" o clientes, y "en su infancia sufrieron abusos sexuales", o bien violaciones por parte de su padre, un tío o un vecino", según los datos aportados ayer por la profesora universitaria. Muchas mujeres en dicha situación desconfían de los servicios públicos y de los policías, bajo la idea de que "no te creen si eres puta". Además, temen que por su trabajo les quiten la guarda y custodia de sus hijos o que las expulsen del país por estar en situación irregular. Esther Torrado manifestó que en el sistema de prostitución, además del "chulo o proxeneta", el demandante del servicio y la prostituta, intervienen sociedades o particulares, como "empresas de lencería, taxistas o dueños de pisos" en los que se ejerce dicha actividad. A juicio de esta docente, frente a lo que ocurre en España, otros países "se están armando para evitar que redes de trata se establezcan en su territorio", como Francia, Suecia o Noruega. Frente a esta situación, advirtió de que en países donde la prostitución está regulada, como Alemania u Holanda, ha crecido el fenómeno de la captación de mujeres para ser explotadas sexualmente.