El aroma a incienso es lo primero que cualquier persona recibe al llegar a esta sala. Una habitación oscura en la que la única iluminación proviene de distintos aparatos de luces de colores y de una pizarra electrónica sobre la que está proyectada una pecera. La sala, que se encuentra en el patio trasero de la sede de Probosco, en La Orotava, tiene todo tipo de comodidades, como sillones y colchonetas para que los chicos y chicas con discapacidad conecten en ella de nuevo con la realidad.

En esta sala multisensorial "low cost", los trabajadores de Probosco intentan que las personas con discapacidad que integran la asociación se relajen y disfruten de unas horas de tranquilidad consiguiendo a conectar con la realidad a través de los sentidos.

"Gracias a los sentidos, y explorando el entorno mediante el movimiento (acción y experimentación), se produce el proceso de asimilación y acomodación, que permite la construcción de aprendizajes y la comprensión del mundo que nos rodea", explica Elena Escobar, responsable del Área de Logopedia en la asociación.

Es un proceso natural. Sin embargo, al padecer algún tipo de discapacidad, "se presentan dificultades de este input sensorial". "Con la estimulación sensorial, no solo ampliamos el bagaje de estímulos recibidos, sino que también facilitamos la interacción con el entorno y el mundo cognitivo y con ellos abriremos la puerta a la comunicación de personas con grandes necesidades de apoyo", recalca la logopeda.

Desde hace más de 20 años, Probosco ha estado trabajando en este sentido en un aula creada desde cero y con la única referencia de la experiencia de los trabajadores.

Pero la inquietud de las personas con discapacidad que integran la asociación se ha topado con la realidad: es una sala multisensorial de bajo coste y aún no cuenta con el material necesario para estimular todos los sentidos. Concretamente le faltaría el del balanceo, como una cama de agua, y algunas herramientas que mostraran la causalidad de una interacción.

Por esta razón, y bajo el proyecto "estimula mis sentidos", Probosco ha iniciado una campaña de recaudación de fondos para adquirir nuevo material que les permita dar cabida a las inquietudes de sus apadrinados. "El importe del proyecto es de 5.915 euros, y por ahora hemos conseguido 2.168 euros gracias a 55 aportantes", explicó Fabián López Sacramento, responsable del área de calidad de Probosco. La campaña estará abierta hasta el próximo 4 de diciembre y las aportaciones se pueden realizar a través de la página web de Probosco o acudiendo a la propia sede, en La Orotava.