Recién reelegido para un tercer mandado al frente de la CEOE de la provincia, José Carlos Francisco advierte de que la economía canaria, pese a seguir creciendo, ha levantado el pie del acelerador. Esta ralentización -reforzada por varios factores, entre ellos el "brexit"- afectará a la creación de empleo, que en 2019 será -dice- "muy escasa".

Una reciente encuesta revela que el 80% de los españoles prevé que se produzca otra crisis antes de 2023. ¿Está justificado ese temor?

Sí, porque la economía es cíclica. A periodos de expansión suceden normalmente periodos de crisis más cortos, a los que sobreviene otra expansión y luego de nuevo periodos de crisis cortos. Es normal que en un periodo de ocho años de expansión se produzca una crisis. Pero una crisis no necesariamente tiene por qué tener ni la profundidad ni la duración que tuvo la anterior. No es raro que pueda haber otra crisis, quizás de menor significación. Tenemos problemas de guerra comercial, posible subida de tipos de interés, la inestabilidad en los gobiernos, la crisis de la Unión Europea, con el problema italiano y el potencial problema español, con una deuda muy alta, y el "brexit"... Si todo eso se une tal vez los problemas se adelanten. Eso sería un problema mayor. La cuestión no es si habrá otra crisis, lo que es lógico en términos históricos, sino si se puede adelantar.

¿Y cómo nos cogería esa crisis?

Mal. En el sector privado mejor que en 2008, y en las familias también, con menos deuda. En Canarias hay 20.000 millones de deuda menos en el sector privado. Pero bastante peor en el sector público, al que la crisis cogió con una deuda baja en 2008, el 36% del PIB, 300.000 millones de euros. Ahora estamos prácticamente en el 100% del PIB. En caso de crisis el margen de maniobra del Estado sería mucho menor. Muchos especialistas dicen que la próxima crisis será una crisis del sector público, no tanto del sector financiero e inmobiliario... Es posible.

¿En qué nos puede afectar una crisis de ese tipo?

En que habría un margen de maniobra muy pequeño para lo que se llaman los estabilizadores públicos: mayores cantidades de dinero para el desempleo, para ayudas a familias más desfavorecidas, una política de incremento del gasto pública e inversión para dinamizar la economía desde lo público. El Estado no tendría recursos para crear empleo público porque no se podría endeudar y probablemente nadie le prestaría.

¿Mantiene la previsión de que se produzca una cierta desaceleración económica en Canarias?

Sí. Los síntomas son de desaceleración, lo que no significa que la economía no crezca. Seguirá creciendo, pero a menor ritmo. El coche seguirá avanzando, pero lo hará probablemente a la mitad de la velocidad que en los dos últimos años.

¿En qué medida afectará a la creación de empleo?

Seguramente sea muy escasa el próximo año, aunque no creemos que haya destrucción. Tal vez 5.000 o 10.000 empleos, no mucho más que eso. Probablemente la tasa de paro no bajará, porque la población activa subirá un poquito y se creará también poco empleo. Estará entre el 19% y el 20%.

Canarias ha perdido cerca de 300.000 turistas hasta septiembre. ¿Se está comportando el sector mejor de lo esperado?

Nosotros calculábamos que el turismo extranjero bajaría en torno al 5% y el nacional subiría un poquito. Está dentro de lo previsible: 400.000 o 500.000 turistas menos al final de año. No ha sido una enorme sorpresa lo que ha pasado.

¿Cómo será el periodo posterior al "boom" turístico?

Hemos generado muchísimo empleo en el turismo. Gran parte del empleo que se ha creado en Canarias ha sido en el sector: hoteles, apartamentos, agencias de viajes... Se han creado algunos productos nuevos y de calidad, en Tenerife en particular hay varios hoteles que han aumentado bastante la oferta de camas de cinco estrellas. También las empresas hoteleras y extrahoteleras se han saneado. Probablemente el próximo año vuelva a bajar el número de turistas. Estamos entrando en un ciclo diferente.

Parece que todos esperan una reactivación de la construcción para cubrir una parte del empleo que deje de crear el turismo.

Hemos dicho que, aunque se habla de la diversificación de la economía, algo a lo que tenemos que seguir aspirando y que ya se aprecia en actividades nuevas, la construcción es el único sector que tiene capacidad de arrastre en términos de cantidad de empleo. Pero la construcción tiene fuertes problemas derivados de la hiperregulación, que enlentece mucho tanto los proyectos públicos como los privados. Esperamos que la construcción aumente el próximo año y sea uno de las razones por las que la economía seguirá caminando. Si no fuera por eso probablemente entraríamos casi en un estancamiento.

Hace poco Corporación 5 cifraba el posible déficit de vivienda, en el caso más extremo, en 140.000 en el año 2031. Pero algunos estudios calculan que el volumen de viviendas vacías ronda esa cantidad. ¿Es necesaria tanta vivienda nueva?

No creemos que haya ese número de viviendas vacías, ni muchísimo menos. Las hay, pero son muchas menos. Además, detectamos que cada vez hay menos, porque al mejorar las posibilidades de vender y, sobre todo, de alquilar a precios más altos, mucha vivienda se ha mejorado y puesto en el mercado. Los que consideran que no hay déficit de vivienda cometen un grave error y hacen un flaco favor a las familias más necesitadas. El déficit de vivienda es tremendo, sobre todo para familias nuevas, gente joven. No necesitamos viviendas de 140 metros cuadrados, pero sí de 60 o 70, a un precio razonable y en concordancia con los salarios. Necesitamos vivienda nueva, probablemente no en todos los puntos de las islas, pero Lanzarote, Fuerteventura, el sur de Tenerife y de Gran Canaria tienen un claro déficit. Ahí no hay vivienda vacía. La gente se politiza. Se nos acusa de decir esto porque queremos favorecer a los constructores, pero un constructor no va a construir si no hay demanda. Si le decimos que construya para luego no vender no le hacemos un favor; lo que hacemos es arruinarlo. En segundo lugar, al haber más oferta propiciamos que los precios bajen. Lo que se dice al criticarnos favorece a los propietarios de vivienda, a los capitalistas que tienen vivienda, que ahora alquilan a precios tremendos.

Prácticamente no se ha construido vivienda pública en los últimos años.

No. Pero el problema no es solo de vivienda pública. Un déficit de 15.000 viviendas al año no lo resuelve la vivienda pública. Tiene que ser vivienda privada adaptada a las posibilidades del mercado. Hay vivienda privada que puede estar a precios asequibles. No puedes esperar que el sector público construya 15.000 viviendas al año, eso no lo ha hecho nunca, ni de lejos. Las cifras son ridículas.

Los convenios con el Estado no terminan de firmarse. ¿Qué consecuencias tiene ese retraso?

Los convenios -carreteras, aguas, etcétera- se dirigen a ejecutar infraestructuras muy importantes que a corto plazo generarían empleo. Las consecuencias son menos creación de empleo, menos crecimiento económico y que algunos problemas de infraestructuras se alarguen más. En el caso de las hidráulicas, seguimos desperdiciando agua a unos niveles inasumibles. Hay que mejorar la red y sus sistemas de control. Estamos tirando agua, que precisamente no nos sobra. Es alargar los problemas y aplazar las soluciones.

¿A qué atribuye la demora?

No sé, quien lo puede saber es la gente que está en el gobierno. Viéndolo desde fuera supongo que tiene que ver mucho con la inestabilidad política que hay en el Gobierno central: un gobierno que se marchó, otro que entró sin que casi nadie lo esperase, el gobierno anterior tampoco tenía mayoría suficiente, el nuevo peor aún... Con 80 y pocos diputados gobierna en solitario. Eso es insólito y dificulta las relaciones con las comunidades autónomas. También hay que decir que hemos tenido suerte de que saliera la parte económica del REF y el Estatuto de Autonomía, porque yo temí mucho que al final no se aprobasen.

¿Cree que deberían convocarse elecciones?

El presupuesto no se va aprobar. Un gobierno socialista que gobierne con un presupuesto del PP, a base de decretos, con improvisación, tal vez con Podemos o tal vez no... La estabilidad es necesaria, pero tampoco la hay así. Por otro lado, quién sabe si de unas nuevas elecciones saldrá un parlamento que permita estabilidad o será peor que esto. Eso es lo que se llama incertidumbre, que es mala para la economía e incide en la desaceleración.

¿Hace falta una cultura política diferente?

Lo que está claro es que habrá que acostumbrarse a pactar. Nadie va a gobernar solo. Gobernar con pactos es posible, ha ocurrido en otros países. En Canarias ha venido sucediendo habitualmente y no es un mal ejemplo. Dentro de lo que cabe hemos tenido cierto éxito. Incluso ahora la situación es un gobierno en minoría, pero con apoyos parlamentarios, que va a aprobar el presupuesto. Tenemos una cierta experiencia en gobernar inevitablemente con pactos. En el Estado habrá que aprender eso, y para ello tendrá que menguar la cultura del insulto.

¿Comparte el malestar por el anuncio de AENA de un proyecto para el aeropuerto Tenerife Sur que no es el de la nueva terminal?

Le dije al presidente del Cabildo que no tenía capacidad para estudiar ese asunto... Hay que tener datos, información e incluso ser un experto... Desde ese punto de vista, apoyamos al Cabildo, que sí ha hecho ese estudio. La cuestión está en si exigir una nueva terminal, adecuada a lo que es el aeropuerto, implica necesariamente parar la obra que tenía pensada AENA o si se puede plantear la obra de AENA, que la licite y la haga, y exigir también la terminal. Esto es un asunto de estrategia. Hacer la obra de la terminal llevará muchísimo tiempo, y mientras tanto no tenemos esta de unión de las dos terminales. Esa es mi única duda. Por lo demás, hemos dado el apoyo al Cabildo.

¿Piensa, en ese sentido, que es compatible ejecutar primero una obra y después la otra?

Si quisieran, claro que sería compatible.

El anuncio de la subida del salario mínimo interprofesional ha venido seguido de pronósticos bastante pesimistas. ¿Los comparte?

En general, sí. Los sindicatos, el gobierno y la patronal habíamos pactado una subida paulatina del salario mínimo. Había una conciencia de que era necesario subirla, pero también de dar un tiempo para que la economía se adaptara a esa subida. El Gobierno actual tomó la decisión de pasar por alto ese acuerdo social y, de manera sorpresiva, anunciar que iba a aumentar el salario mínimo un 22% de golpe y porrazo. Si lo hace, vamos a perjudicar a los que queremos proteger, desgraciadamente. Si una gasolinera tiene que subir un 22% el coste del personal puede plantearse el autoconsumo, que el cliente se sirva él mismo. Si los supermercados tienen que subir el coste un 22% a las cajeras, el incentivo para automatizar lo antes posible las cajas es mucho mayor. Al final, la consecuencia de esa medida es que hay menos gente trabajando en gasolineras y supermercados. Esa adaptación brusca, de un momento a otro, no es sencilla. Por eso los estudios apuntan a que crea desempleo. Me parecía más razonable lo que habíamos pactado: llegar al mismo sitio, pero en tres años, y no de un golpe. Hay muchas empresas a las que no afecta, pero otras que sí, y hay otras cuyos salarios están indexados al salario mínimo.

Los de algunos cargos públicos, ¿no?

Los de Podemos, por ejemplo, que no pueden ganar más de tres veces el salario mínimo. Pues ahora podrán ganar un 22% más. A ellos sí les viene bien.

¿Es posible establecer una relación especial entre Canarias y el Reino Unido después del "brexit", como quiere el Gobierno regional?

Todo el mundo va a pretender tener una relación especial con el Reino Unido y el Reino Unido va a pretender tener una relación especial con muchos países. Nos cabe una alternativa, la justificación de ser una región ultraperiférica, que es lo que planteó el presidente. No va a ser fácil. Lo que no va a permitir la UE es que el Reino Unido se vaya, hacer un acuerdo con el Reino Unido y que luego cada país y cada región de la UE hagan su propio acuerdo. Eso no va a poder ser, entre otras cosas porque las relaciones y los acuerdos internacionales los firma la UE y no los países miembros. ¿Puede haber alguna relación especial en algunas materias? Sí. Se me ocurre que incluso en control de pasaportes se podría hacer algo singular, pero seguro que no va a ser sencillo. Los efectos del "brexit" a corto plazo son todos malos. Es difícil ver una sola cosa positiva para el Reino Unido o para nosotros. La gente te habla de riesgos y oportunidades, pero las oportunidades son bastante pocas. Incluso hemos tratado de estudiar oportunidades relativas a empresas vinculadas al sector financiero, que tengan que salir del Reino Unido y para las que la ZEC pueda ser una oportunidad. Pudiera ser, no es fácil, pero en general hay que cavar a mucha profundidad para ver una oportunidad, mientras que los riesgos se ven en la superficie.

¿La pérdida de turistas británicos que se ha producido este año puede tener que ver con el "brexit"?

La bajada de turistas ingleses este año se debe a dos causas: la apertura de los mercados competidores y la devaluación de la libra, que tiene detrás el "brexit". Una depreciación de un 15% o más tiene impacto en los turistas.