El presidente del Cabildo de La Gomera, Casimiro Curbelo, exige a Binter una reorganización de horarios que evite la cancelación del último vuelo que conecta La Gomera con Tenerife por la ausencia de un sistema de aproximación instrumental, y que impide el aterrizaje y despegue de aviones a partir de las 18.00 horas en los meses de invierno.

Curbelo alerta en una nota de que se han producido "graves problemas" para la conectividad de la isla debido a la imposibilidad de que aterrice en la isla el último vuelo diario procedente de Tenerife, porque su llegada al aeródromo gomero "está muy ajustada a la caída de la tarde y ante la ausencia de un sistema de aproximación instrumental, no se permite dicha maniobra".

El dirigente insular reclamó garantías del correcto funcionamiento de las conexiones con la isla, con el objetivo de que un retraso en la salida desde Tenerife Norte "no se convierta en una odisea tanto a los pasajeros que vuelan a La Gomera como aquellos que esperan para salir de ella".

Por este motivo, propone que durante los meses de invierno no se disponga de unos horarios "tan justos que ocasionen, si hay retraso, la cancelación del vuelo".

En esa línea, expuso que La Gomera necesita de "conexiones eficientes con horarios adecuados que faciliten la movilidad de residentes y turistas".

Así, recordó que el incremento en un 49% de los pasajeros que pasaron por el aeropuerto insular durante los últimos cuatro años, "es un argumento de peso para disponer de rutas directas, no sólo con Tenerife, sino también con otras islas como Gran Canaria".

Al mismo tiempo, reiteró a Aena que estudie las posibilidades adecuadas a las dimensiones del aeropuerto para dotarlo de instrumentos de aproximación u otras herramientas que den garantías a las operaciones que allí se realizan.

"Sabemos de las limitaciones que existen por las características de la pista, pero hay que abordar este asunto y aportar una solución práctica", comentó.

Curbelo también lamentó los perjuicios ocasionados al centenar de personas afectadas por las cancelaciones, algo que en palabras de Curbelo "no ayuda al fomento del transporte aéreo en la isla, además de suponer un evidente estrago tanto para los residentes como para los turistas, ya que siempre está el temor de que el vuelo no opere".