Las pérdidas generadas por el volcán submarino Tagoro, que entró en erupción en El Hierro en octubre de 2011, fueron de 20 millones de euros, cuantía que podría haberse reducido de haberse dispuesto de una vigilancia volcánica mejor dotada.

El catedrático de Ingeniería Geológica y director de Riesgos Geológicos del Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan), Luis González de Vallejo, publica un trabajo en la web del Colegio de Geólogos de España en el que defiende que, si hubiera existido una mejor vigilancia, "entonces muy precaria", se habría gestionado el riesgo de forma más acertada y "sin consecuencias apreciables para la economía de la Isla". Según este científico, las pérdidas económicas y posibles consecuencias ambientales podrían haberse evitado, ya que en El Hierro no se dieron situaciones imprevisibles, sino todo lo contrario. Para Vallejo, estas experiencias recientes evidencian que la geología tiene un peso importante en el desarrollo de las infraestructuras, en la economía y en el medio ambiente, y que el conocimiento geológico es fundamental para evitar que no se repitan situaciones como las que se han producido en los últimos años en España. "Es imprescindible mejorar la investigación geológica dotando de medios adecuados tanto en el caso de los proyectos de infraestructuras como en los de investigación geológica", manifiesta este científico, que cree paradójico que las ayudas anuales a proyectos de I+D+i hayan sido inferiores a los 15 millones.