Más de 30 municipios canarios de la isla de Tenerife y Gran Canaria se despertaron el pasado viernes 18 con un movimiento sísmico de 4,2 de magnitud en la escala Richter. El seísmo, que se produjo entre las dos islas capitalinas, se considera ya el segundo con mayor magnitud en esta zona desde que hay registro instrumental, pero María José Blanco, directora del Instituto Geográfico Nacional (IGN) en Canarias, recuerda que estos fenómenos son algo "habitual" en nuestro archipiélago.

Aún no se tiene claro cuál es el origen del movimiento sísmico de 4,2, ya que la existencia de una supuesta falla entre Tenerife y Gran Canaria no se puede corroborar por falta instrumentación en la zona, ¿cuál cree que puede ser la razón de la alta y persistente actividad entre ambas islas?

A lo largo de la historia se han barajado muchas hipótesis. Así, y bajo el estudio de la geofísica, hay artículos que apoyan un sistema de fallas en dirección noreste-suroeste y otros que en cambio afirman que ese sistema de fallas no está corroborado con datos. Realmente, tanto este terremoto como el del año 89 tienen una forma y comportamiento que no apunta a ningún componente volcánico, es absolutamente tectónico. Pero de ahí a vincularlo a un sistema de fallas, teniendo en cuenta la configuración que poseen las redes sísmicas actuales, que solo cuentan con instrumentación en tierra y no permiten tener un control de la profundidad de la localización sísmica, es complicado.

Pero si no se tratara de una falla, ¿qué podría ser?

No tiene por qué ser una falla. Yo no lo vincularía con ninguna estructura concreta porque aún la estructura de la zona está en debate. Es una de las zonas que tiene interés conocer la estructura que tiene, es donde la sismicidad es más recurrente en el tiempo en Canarias y donde se registró uno de los terremotos de mayor magnitud, de 5,2.

¿En lo que llevamos de registro no se ha visto ninguno mayor a este?

Este es el más grande registrado en esta zona.

¿Y ha habido más como el que ocurrió el pasado viernes, que superara los 4 puntos de magnitud en la escala Ritcher?

No creas que son muy habituales en la zona, yo creo que el segundo más grande sería este.

Durante ese periodo instaron a la población a rellenar cuestionarios macrosísmicos, ¿cómo fue la participación de los ciudadanos?

Hubo bastantes respuestas, pero los ciudadanos suelen contestar mucho más cuando lo sienten más fuertemente. Cuando es un temblor tan débilmente sentido como este, que alcanzó una intensidad II o III, la inmensa mayoría de los ciudadanos que lo sienten no llega a completar el cuestionario.

¿Cuántos terremotos se pueden registrar anualmente en Canarias?

El año pasado se localizaron 1.500 aproximadamente.

En este sentido, se ha comentado que hubo un crecimiento del número de terremotos, debido a los enjambres sísmicos, ¿esto es una tendencia ascendente o es un hecho meramente puntual?

Si miramos el histograma de los eventos sísmicos localizados, da la sensación de que ha podido haber un crecimiento. No obstante, se debe tener en cuenta que a partir de 2015 se incrementó mucho la cantidad de instrumentación, lo que nos permite tener una mayor capacidad de detectar actividad. Para poder asegurar si ha habido un aumento real, habría que corregir la información por el incremento de la instrumentación.

Las islas de Tenerife, El Hierro y La Palma, cuentan con muchísima instrumentación, pero el resto de islas están desangeladas. ¿Ese hecho puede llegar a convertirse en un hándicap a la hora de definir fenómenos sísmicos?

En localización, el mayor problema que podemos tener es que las Islas están configuradas de forma muy longitudinal, con lo que no hay instrumentación en el norte y en el sur. Asimismo, hay zonas de mar en las que no podemos colocar instrumentación. Estos dos son mayores obstáculos que el hecho de que no exista instrumentación en otras islas. En todo caso, a lo largo del año 2019, el plan del IGN es densificar desde todos los puntos de vista la isla de Lanzarote. Esta isla es la última, con actividad volcánica histórica, que nos queda por densificar. La instrumentación está comprada y ya hay emplazamientos seleccionados.

También cuentan con instrumentación para vigilar los gases.

Sí, hacemos muestreos periódicos de los gases disueltos en agua a través de las galerías que pinchan el acuífero en las Islas y también hacemos unos muestreos periódicos de las zonas en las que existen emisiones de gas continuas, como la fumarola del Teide. Asimismo, tenemos instrumentación que mide las emisiones de dióxido de carbono difuso en Tenerife, La Palma y El Hierro, y también estaciones que miden la emisión de Radón y Torón, dos gases que se liberan de manera natural por el terreno. Las emisiones de Radón pueden aumentar cuando el terreno está sometido a estrés.

¿Con esa emisión de radón no podría entonces prever un movimiento sísmico?

El radón y el torón históricamente son gases que se han utilizado como predictores dentro de los sistemas predictores a nivel mundial, pero ahora mismo, con el conocimiento que hay del fenómeno sísmico, la predicción sísmica es imposible. Ha habido terremotos grandes que han estado precedidos por un aumento de la emisión de Radón y Torón y otros que no, así que realmente nos falta conocimiento. Si en algún momento se consigue tener un conocimiento exhaustivo del contexto geodinámico y de cómo se acumula y libera la energía sísmica en un punto, entonces podremos contar con herramientas para predecir. No es el caso de la predicción volcánica ya que, en general, las erupciones vienen precedidas por unos valores anómalos de diferentes parámetros que que prevén una reactivación volcánica, lo cual no quiere decir que termine en una erupción en superficie. Hay muchas intrusiones magmáticas que no terminan en superficie, que se quedan abortadas en profundidad porque no tienen energía suficiente como para llegar a la superficie. En el caso de El Hierro, por ejemplo, hubo hasta cinco reactivaciones posteriores, con una sismicidad incluso mayor que la preeruptiva y deformaciones del mismo orden de magnitud. En cambio no terminaron en erupción en superficie.

En el último mes, ha habido terremotos muy pequeños y, concretamente en la zona de Vilaflor, han sido importantes en cuanto a su número, ¿a qué se debe este fenómeno?

Esta es una zona con actividad recurrente. Desde que disponemos de densidad de instrumentación suficientemente grande para localizar esta actividad sísmica, que tiene muy baja magnitud, venimos detectando y localizando actividad sísmica en la zona de Vilaflor. Que pudiera existir antes de que existiera instrumentación suficiente habría que mirarlo con más detenimiento, en principio parece que no, pero habría que mirarlo con muchísimo más detalle.

Es curioso que este fenómeno esté circunscrito a una zona tan concreta de la Isla.

Puede ser una zona en la que la energía sísmica se libere con más facilidad. Existe una estructura en Tenerife donde la gravimetría ubica un cuerpo que tiene una densidad alta. La sismicidad se genera justamente en los bordes de esta zona, probablemente porque este cuerpo tiene una rigidez mayor y es más duro de romper.

¿Y no tiene que ver con el Teide?

No, es otra estructura. Pero es cierto que a partir de los 10 kilómetros de profundidad ya no se puede distinguir el Teide de nada, es todo un continuo. Esta actividad sísmica concreta alcanza los 15 kilómetros.

Otra de las islas que tiene muchísima actividad es El Hierro, ¿han visto alguna singularidad tras el surgimiento del Tagoro?

La actividad sísmica en el Hierro está bajando en su recurrencia en el tiempo. No obstante, este mismo viernes localizamos uno de magnitud 2.

¿Y qué pueden esperar de la evolución de la actividad sísmica en esta isla?

Hacer una predicción del comportamiento es imposible. Lo que sí es verdad es que es una isla volcánicamente activa igual que La Palma, Tenerife o Lanzarote y, por lo tanto, tenemos que estar acostumbrados a que estos enjambres se puedan producir.

El IGN siguió muy de cerca el surgimiento del Tagoro, ¿podría volver a ocurrir?

El Tagoro no. El Tagoro es un volcán monogenético, como la mayoría de volcanes en Canarias. Esto significa que tienen una erupción que construye un cono y ya está, no vuelve a tener actividad. Hay pocos volcanes que sea poligenéticos en Canarias, es decir, que sufre varias erupciones en el mismo edificio volcánico, y uno de ellos es El Teide. Por eso la vigilancia volcánica en Canarias es más complicada que en otras zonas, porque cuando tienes un volcán solo, puedes poner la instrumentación alrededor del cono y ya está vigilado. Pero cuando te enfrentas a un archipiélago con actividad volcánica prácticamente en cualquier lugar, puede ocurrir como en El Hierro, que la actividad sísmica empezó en el norte y luego terminó en el sur. Por eso, tenemos que contar con una red sísmica a nivel insular que permita detectar las reactivaciones sísmicas en cualquier sitio porque realmente no sabes dónde se va a producir la siguiente.

Respecto a otras zonas volcánicas del mundo, ¿el Archipiélago canario es similar a otro del mundo?

En la Macaronesia no hay ningún archipiélago que tenga una actividad similar y tan variada. Azores, por ejemplo, se construyó sobre un punto triple en el que se juntan tres placas tectónicas por lo que tiene una incidencia sísmica muy diferente a la que puede tener Canarias. Una zona similar podría ser Hawaii, pero aún así tiene unas peculiaridades que la hacen diferente. Yo creo que Canarias es una zona volcánicamente muy singular, por la variabilidad de productos que puede producir, y por la peculiaridad de su dispersión en cuanto a zonas volcánicamente activas que pueden generar erupciones.

En Hawaii hay placas tectónicas...

Es un punto caliente en el que existen una serie de edificios volcánicos que tienen una actividad con erupciones más frecuentes que en Canarias. En nuestro Archipiélago las erupciones tienen una periodicidad baja.

Lógicamente eso no quiere decir que no pueda pasar, así que ¿estamos preparados para una posible erupción?

El IGN tiene instrumentación y personal cualificado para hacer una correcta vigilancia volcánica. Contamos con los planes de emergencia diseñados para poder afrontar estas situaciones. El Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias del Gobierno de Canarias (Pevolca) no existía antes de la erupción de El Hierro. Se aprobó en el año 2010 y la erupción fue en 2011. Después de este suceso, se vio que tenía que ser mejorado porque entre otras cosas no se incluía la actividad volcánica submarina. Creo que los planes de emergencia están diseñados para poder afrontar estas situaciones, miniminizar el impacto que puedan tener sobre la población y los bienes, pero evidentemente, minimizar no quiere decir anular.

En el caso de El Hierro, la población no respondió inmediatamente ante la llamada de la emergencia, ¿estamos los ciudadanos preparados para que ocurra algo así?

En El Hierro no existía una conciencia social de que es una isla volcánicamente activa. Desde que se empezaron a impartir las charlas a la población en septiembre, cuando aún la actividad sísmica sentida era muy pequeña, la gente pensaba que se estaba sacando las cosas de escala. Como no hay erupciones históricas, la sociedad no tiene una conciencia de que podría ocurrir una erupción volcánica en El Hierro. Yo creo que en el caso de La Palma, Tenerife y Lanzarote es diferente porque la población tiene un recuerdo transmitido de generación en generación. En el caso de La Palma, la última erupción fue la del Teneguía en 1971 y en Tenerife y Lanzarote culturalmente se vive en un ambiente volcánico. Sí es verdad que en Tenerife, por ejemplo, la población relaciona actividad volcánica con el Teide y no piensan que las dorsales también puede haber erupciones volcánicas. Falta cultura, divulgación y falta que los planes en los currículos formativos de los alumnos tanto de primaria como de secundaria se incida mas sobre este peligro que es una singularidad en Canarias.