Canarias cerró 2018 como su segundo mejor año turístico, con mayor gasto por visitante y con el mercado peninsular repuntando. Ha comenzado 2019 con diversos incrementos de plazas y nuevas conexiones por parte de varias compañías clave desde la Península o países como Rusia. El gasto parece que seguirá subiendo, la apuesta por la calidad se ha extendido y los presidentes insulares alardean de cifras y auguran buenas nuevas este año. Sin embargo, las voces de cautela y las principales advertencias vienen desde los empresarios del principal sector económico del Archipiélago.

EL DÍA conversó con algunos de los hoteleros referentes de la oferta en las Islas en la edición de Fitur clausurada ayer y comprobó cómo coinciden respecto a algunas de las principales grietas del subsector ante un escenario global de incertidumbre, sobre todo por el "brexit" y la desaceleración.

En todos los casos, asumen que los récords de 2017 no volverán, que sería poco menos que suicida implantar una tasa turística o ecotasa ante la recuperación de competidores del Norte de África y que debe regularse cuanto antes y de forma efectiva el alquiler vacacional para no seguir soportando una competencia desleal que, según recalcan, rompe las reglas de juego.

El polifacético Pedro Luis Cobiella, propietario del grupo sanitario Hospiten, uno de los hoteleros más experimentados y muchos años presidente de Ashotel, se muestra ambivalente en las previsiones para 2019. "El invierno ya ha empezado a mejorar, sé que vendrá mucho mercado español en verano y que sigue viniendo en invierno, aunque no hemos llenado y eso es peor de lo que esperábamos. Tendremos de 2 a 3 años difíciles con ese mercado porque Turquía y Egipto lo están haciendo muy bien, y más con sus precios. Hay nubarrones, aunque es verdad que no tantos. No obstante, debemos ser moderados, ya que, por ejemplo, Baleares no está vendiendo nada para este verano". Ante este escenario, se muestra "totalmente en contra" de una tasa turística y recuerda que países como Egipto o Túnez "la tienen, pero los hoteleros se la echan en cara a sus gobiernos y les resta".

Igual de contundente sobre ese impuesto se pronuncia el propietario de Loro Parque, Siam Park y Hotel Botánico, Wolfgang Kiesslieng. "Sería un grave error. Tenemos muchas habitaciones libres. No vendemos lo que tenemos y, si el producto es más caro, tendrá sus consecuencias". Ante el argumento de que otros países sí la tienen, dice que "no la aplican de forma general, sino según las zonas, como en Alemania. No sé por qué lo hacen ni si funciona bien, si los clientes lo pagan con gusto o sin gusto. Yo lo pagaría sin gusto", sentencia.

Igual de crítico se muestra con el alquiler vacacional. "Se ha abierto la puerta y, claro, los que tienen apartamentos los usan y nos hacen competencia. Desde hace tiempo, he dicho que no hay que construir más hoteles, sino que los que están ganen suficiente dinero para renovarse y apostar por la calidad. Solo en Tenerife hay 36 de 5 estrellas y eso es una locura, se matan unos a otros, mientras que en Gran Canaria casi no hay". Sobre 2019, cree que el brexit "traerá muchos problemas, aunque a mí, hasta ahora me va bien".

El propietario del Bahía del Duque, Francisco Javier Zamorano, advierte de que la competencia de países como Egipto o Túnez va a seguir aumentando en este 2019, "con precios muy agresivos, y lo vemos en Fitur". Por eso, rechaza que "se cargue al turista con impuestos dada esa gran competencia de los mercados emergentes, que se ha reactivado". En este sentido, subraya que esos países, aunque tengan tasa, al mismo tiempo cuentan con "un apoyo público en precios que nosotros no. Si lo tuviéramos, si bajaran los precios de los vuelos desde fuera, se podría aplicar en Canarias, pero no podemos tenerla y, encima, ir con desventajas competitivas".

Partidario de la libertad de empresa y competencia, Zamorano, sin embargo, hace una excepción con el alquiler vacacional, "pues ahí está descompensada, al haber un mundo regulado y otro no, como pasa ahora con los taxis. Hay que luchar con las mismas armas y reglas, aparte de que está afectando al alquiler para los trabajadores". Según señala, tras los grandes números de 2016 y 2017, "se ha pasado ahora a la normalidad, pues toda la planta hotelera cayó en 2018, aunque las cifras están alteradas por la extrahotelera. Además, hay que ver cómo queda el brexit para saber qué pasa en 2019".

El presidente de Ashotel, Jorge Marichal, también vincula dicho alquiler con los taxis y cree que, pese al último fallo, debe respetarse el decreto y ordenar una modalidad que gusta a ciertos turistas, "pero que ha de tener las mismas correspondencias que nosotros: tributar, hacer las debidas declaraciones, cobrar y repercutir el Igic, contratar y, luego, cada uno hacerlo lo mejor posible para competir y llevarse el gato al agua".

A su juicio, la solución debe venir de "todas las administraciones, de cabildos, ayuntamientos, Comunidad y Gobierno estatal porque afecta a muchas leyes: a la de división horizontal, de seguridad estatal, turísticas regionales, de actividad económica locales e insulares, a los PGO... Cada uno debe hacer su tarea y decidir, porque el mismo derecho, digo yo, tendrá el señor que compra una casa para vivir con su familia que el que la quiere para esto, pues ya se habla de turismofobia y hay más voces críticas entre ciudadanos que entre hoteleros por esta actividad".

Sobre el "brexit" y este 2019, cree que se debió a un momento de locura, pero confía en que "el sentido común salga por algún lado. No sé cuándo ni cómo, pero, como en todo, los políticos darán una patada a seguir". Por eso, "y después de que lo de Escocia les saliera bien por muy poco", no descarta un segundo referéndum "y que gane el sí o el no, pero ya sabríamos todos a qué atenernos y, quizás, ellos deberán recoger velas".

Como suele, Marichal aporta sustancia. "La tasa es como la momia que, cuando quieren meterte miedo, la sacan a pasear. Hasta mayo, veremos todo tipo de ocurrencias: a partidos hablando de tasas, a movimientos laborales intentando ser partido... Si antes era ilógica, ahora mucho más por este impasse, donde la incertidumbre campa a sus anchas y cualquier cosa que no sea positiva puede hacer un muy flaco favor al desarrollo turístico en las Islas a medio plazo. No hay necesidad, pues se dan récords de recaudación con el Igic, y eso ha hecho que los presupuestos regionales y de cabildos sean los mayores de las historia. También está el nuevo Estatuto y transferencias que deben venir... No es el momento de hacer experimentos con gaseosa".

En un sentido idéntico se pronuncia Gabriel Wolgeschaffen, director del hotel Silken Atlántida (Santa Cruz), quien recalca que llevan tiempo trabajando el hecho de no tener tasa como para aplicarla ahora. Sobre el vacacional, sabe que regularlo es complejo y que no pueden "ponerle puertas al campo, pero se necesita control y que no se ofrezcan sin él veleros y hasta cuartos de aperos: no todo vale". Según sus datos, cerrarán 2018 con un 6% menos en alojamientos (una ocupación media del 57%) por la bajada del cliente de ocio, aunque se mantiene el de negocios. "Hay un cambio de coyuntura" y afecta el "crecimiento desmedido del vacacional", sostiene.

Pedro Luis

Cobiella

PROPIETARIO DE HOSPITEN Y HOTELERO

Wolfgang

Kiesslieng

PROPIETARIO DEL LORO PARQUE Y HOTEL BOTáNICO