La Fiscalía solicitará a la Audiencia de Las Palmas 19 años de cárcel para un mujer acusada de haber matado a su pareja para evitar que descubriera las mentiras sobre las que había construido su relación, como un falso embarazo, guardar su cuerpo durante meses en un bidón y luego tirarlo al mar.

El caso llega ante un Jurado por decisión de la juez de Instrucción número 2 de Telde (Gran Canaria), que considera que existen indicios suficientes para juzgar a Sira M.Q.M. por tres delitos: homicidio o asesinato, estafa y apropiación indebida.

El auto relata que, presuntamente, la procesada mató a su novio "ante la inminencia" de que este descubriera sus engaños, como que su sobrino era en realidad un hijo de una relación anterior, que había vendido a escondidas su coche o, sobre todo, que era falso que estuviera embarazada de gemelos, como ambos habían anunciado a sus familiares y amigos, dando incluso una fecha probable de parto.

La juez ha impuesto a la imputada una fianza de 200.000 euros para asegurar las responsabilidades en las que ha podido incurrir con la familia de su exnovio, acompañada de una orden de embargo de todos sus bienes en caso de que no aporte esa cantidad.

El escrito de cargos de la Fiscalía de Canarias, al que ha tenido acceso Efe, relata que, tras algo menos de un año de convivencia en pareja, la procesada supo que su novio tenía intención de poner fin a la relación, por lo que se inventó que estaba embarazada de gemelos, conocedora de "sus ansias de ser padre".

El engaño, dice la acusación pública, surtió efecto y la víctima decidió seguir con ella "con el fin de estar cerca de sus hijos" e, "ilusionado" con su futura paternidad, se lo contó a sus allegados.

Mientras la pareja iba a consultas médicas de supuesto seguimiento del embarazo en las que él nunca podía entrar, Sira M.Q.M. le suplantó en una página de anuncios en internet y vendió a su coche por 500 euros siempre a sus espaldas (de hecho, la víctima acudió poco después a Comisaría denunciar el robo del vehículo).

La relación siguió en esas condiciones hasta febrero de 2016, el mes en el que supuestamente iban a nacer los gemelos.

La Fiscalía asegura que, en ese momento, Sira M.Q.M fue consciente de que estaba a punto de ser descubierta por su pareja, tanto en la mentira del embarazo como en la del robo del coche, por lo que "decidió acabar con su vida".

De acuerdo con la acusación pública, en un momento no preciso entre los días 28 de febrero y 4 de marzo de 2016, la acusada asestó varias puñaladas a su novio en casa y se marchó, dejándolo tendido en el suelo, hasta que murió desangrado.

Luego, metió su cuerpo en un bidón, lo selló con cinta americana y lo abandonó en la casa de Telde donde vivían, mientras ella se iba a vivir a Las Palmas de Gran Canaria, siempre según el fiscal.

A los familiares de él, les contó que los niños habían nacido en la fecha prevista, pero que todos habían tenido que trasladarse a un hospital de Madrid, por problemas de salud de los gemelos.

Para seguir con el engaño, añade la Fiscalía, la procesada envío fotos de unos recién nacidos intubados, mantuvo largas charlas casi diarias con su suegra por Whatsapp haciéndose pasar por su novio e, incluso, consiguió que sus familiares, angustiados, le transfirieran 415 euros para contribuir a los gastos sanitarios de los niños.

Sin embargo, añade el fiscal, llegó un momento en que iba a perder la vivienda de Telde por impago del alquiler y se dio cuenta de que tenía que sacar cuanto antes de allí el cadáver.

Para ello, la procesada contó con la colaboración de una amiga -ahora acusada de encubrimiento- que la ayudó a llevar el bidón rondando a pleno día por el paseo de la playa del Confital para luego tirarlo al mar una vez que se hizo de noche.

El cuerpo de la víctima fue hallado el 13 de mayo de 2016 a escasos metros del lugar donde lo habían arrojado la víspera.