La flota pesquera canaria ha conseguido este año un aumento sustancial de la cuota de atún rojo –de 255 toneladas a 438,5–, pero aún mantiene importantes discrepancias con el Ministerio en cuanto a la forma en que esta debe repartirse. La Secretaría General de Pesca remitió ayer a los profesionales de las Islas una propuesta de resolución en la que se constata que ha asumido una parte de sus sugerencias pero también que deja fuera una que el sector consideraba esencial: la de que los límites de las capturas para cada embarcación tengan en cuenta el nivel de empleo, de manera que aquellas con una tripulación más numerosa puedan pescar volúmenes algo mayores.

El presidente de la Federación Regional de Cofradías de Pescadores de Canarias, Fernando Gutiérrez, avanzó ayer a este periódico que en estos días intentará reunir a todos los representantes del sector en el Archipiélago para diseñar una estrategia con la que frenar lo que considera “una ilegalidad” por parte del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. “Queremos un reparto justo”, remarcó.

Los pescadores tienen hasta el 21 de febrero para responder a la propuesta del Ministerio. Esta establece una distinción entre la flota atunera cañera –que depende exclusivamente de la captura de esta especie– y la de artes menores, que complementa esta actividad con otras pesquerías. Para este último grupo, el sector canario planteaba un incremento de sus posibilidades de pesca en un 10% –suelen pescar el 40% de los túnidos–, una demanda que ha sido atendida. Esto significa que la mitad de la cuota será para barcos cañeros y la otra mitad para los de artes menores.

En cambio, los límites de captura por embarcación han sido determinados de forma lineal para cada uno de estos segmentos –1.044 kilos para las artes menores y 5.480 para los cañeros–, sin modulaciones en función del empleo. En este caso, el Ministerio no ha atendido la demanda de los pescadores canarios alegando la “imposibilidad” de incorporar los datos de empleo debido a su “baja calidad y dispersión”, lo que, a juicio de la Administración del Estado, “iba a generar grandes distorsiones en la asignación de límites de capturas”.

En su propuesta de resolución, la Secretaría General de Pesca recuerda que el sector planteó que se establecieran “unas temporadas de pesca suficientes para el completo aprovechamiento de la cuota y para realizar una planificación de la actividad que permita dar salida al producto sin saturar el mercado”.

La decisión del Ministerio consiste en habilitar dos periodos para las capturas, del 1 de marzo al 15 de mayo y del 26 de mayo al 6 de junio, excluyendo fines de semanas y festivos de ámbito nacional. En el primero podrán participar todas las embarcaciones que conforman la flota isleña –250–, mientras que durante el segundo solo se permitirá la pesca a las cien con mayores capturas en el primero, con un reparto lineal por barco.

La medida supone asumir “íntegramente” la propuesta de los pescadores. Según el Ministerio, “estos periodos de pesca garantizan el completo uso de la cuota” e “imposibilitan la especulación al producirse una segunda reasignación” entre los barcos que más han pescado.