En unas semanas, los lemas de la campaña electoral de las generales del 28 de abril inundarán las radios, televisiones, periódicos, internet y redes sociales. Los mensajes directos, impactantes y ultratrabajados por los equipos propagandísticos de los partidos se extenderán por el país y, aunque nada se deja para la improvisación, a veces surgen de destellos de genialidad casi imprevistos. Frases cortas y hasta escuetas palabras tratan de sintetizar lo que se quiere para el futuro y lo que ofrece cada cual, pero, con perspectiva histórica, sirven también de fotografía de cómo ha evolucionado la democracia desde la Transición y la dictadura, en la que simplemente resultaba imposible toparse con semejantes gritos en la pared o las ondas o, en tal caso, se corría mucho riesgo de acabar en los cuartelillos.

Algunos de estos lemas forman parte ya del imaginario colectivo español y, aunque la influencia actual de las redes ha comenzado a cambiarlo todo, la fuerza de estas pintadas legales sigue intacta, y más en esta sociedad de los mensajes cortos y repetidos a la saciedad para persuadir o reforzar convicciones, sea con el canal que sea.

1977. En las primeras generales, y tras 41 años sin ejercer el voto en libertad y pluralidad, los partidos hacen un ejercicio de didáctica democrática. Los comicios los gana UCD poniendo el énfasis, lógicamente, en su líder, Adolfo Suárez, como conductor de la Transición. "Votar centro es votar Suárez", "La vía segura a la democracia" y "Por una Constitución de todos y para todos" fueron algunos lemas. En Canarias, los periódicos recogían carteles en los que se apostaba por la autonomía. En ese año, y para sorpresa y enojo del PCE, el PSOE arraigó como segunda fuerza y alternativa de futuro con un jovencísimo Felipe González (35 años) y lemas como "La libertad está en tu mano" (usado también para el empleo), el archiconocido "Socialismo es libertad" y, en Canarias, "Por la autonomía y la libertad". A diferencia de 1979, los socialistas fueron divididos y el PSP de Tierno Galván (que incluyó la C de Canarias en las Islas) hablaba de "Autonomía sin engaños" o que "En tiempos de cambios, hombres responsables". El PCE lanzó aquello de "Votar comunista es votar democracia" y, en clave isleña, alargaban los lemas a "Salvar Canarias del paro, la corrupción, el centralismo y abandono".

La AP de Manuel Fraga, embrión del PP, prefirió la idea fuerza de "Vota libertad", aparte de recurrir al condicional de "Si quieres... tranquilidad para tu digna vejez, desarrollo para tu empresa, igualdad para ejercer tus derechos, tu participación rápida en la sociedad o trabajar en paz", para invitar al voto a sus siglas.

1979. Dos años después, la UCD usó su gestión para mantener el poder (lo que logró) con lemas como "Dicho y hecho" o "UCD cumple" con reformas como la fiscal o la que trajo la Constitución. La idea se reforzaba con mensajes como "Todos prometen, UCD cumple" y se remataba con "declaraciones" de gente común sobre por qué votaría por Suárez: "El pueblo con UCD".

El PSOE aspiraba a ganar al integrar al PSP, pero su nueva derrota llevó a González a abrir la crisis para alejarse de las alusiones al marxismo en los Estatutos (se fue de secretario casi 6 meses). En contraste con su juventud, bisoñez o inexperiencia que se le podía reprochar, usan mensajes de pujanza: "Un gobierno firme para una sociedad justa" o para "Vencer el paro", así como el de "Tu voto es nuestra fuerza".

Fraga aparca las siglas AP, crea la Coalición Democrática y no para de hablar de orden: "Para ordenar bien las cosas", "Las cosas no están centradas" o "Vota con responsabilidad", aparte de presentarse como de un "centroderecha" con el que "podrás tener moderación y prosperidad", aparte de alertar de que el trabajo "se pierde día a día, noche a noche". La ultraderechista Unión Nacional no era muy ambigua: "España en tus manos", "Voces firmes" y "Por unas islas siempre canarias y españolas".

1982.- El Golpe de Estado del 81, la crisis económica, el imparable paro y, en lo político, la desintegración de la UCD (surge el CDS de Suárez) dejan el camino aclarado al PSOE para el mayor triunfo de la historia, con 202 diputados y un 48% de los votos. La necesidad de un salto cualitativo la condensan con el célebre lema de "Por el cambio", casi su único mensaje, aunque aliñado con "Traemos aire puro" para la sanidad, el medio ambiente y otros ámbitos. La UCD, con Lavilla, casi no logra escaños pese a avisar de los riesgos a derecha e izquierda: "Ni cambio ni marcha atrás"; "Si eres de centro, responde"; "Ni demagogias, ni privilegios"; "Ni derecha dura, ni izquierda inmadura"; "Ni francamente duros, ni claramente inmaduros".

A la derecha, vuelve AP mirando la hora: "Es la hora de Fraga", "Es hora de soluciones", "No es hora de dividirse" y "Hay horas en las que nadie debe quedarse en casa". Además, usaron el de "Todos ganaremos con Fraga" y, eso sí, el partido ganó ser segunda fuerza. El CDS optó por la filosofía (el deber y el ser), presentándose como el centro, "como debe ser", y recalcando que "vamos a progresar como debe ser". Mientras, Fuerza Nueva, con ideas viejas (¿o no tanto?): "España unida y en orden", recordaban, si bien el proceso catalán ha reforzado ese eslogan ahora.

1986. Con la democracia bastante asentada, el sí a la OTAN y la entrada en la CEE, los mensajes se reducen y se tornan más directos. Al PSOE le da por caminar y afirma que el país iba "Por buen camino", con González con fondo arbolado y con resúmenes del "cambio", como que "España ha hecho un buen camino" o "para seguir avanzando", lo que se dio con otro triunfo holgado, pero menor al del 82. AP se une a PDP y PP en la Coalición Popular, con la que Fraga intentó que España "saliera adelante" y con petición de voto utilitario: "Para salir adelante, que tu voto sea útil". Suárez recalcaba que aún "tenía mucho que decir" y subrayaba las ventajas del centro: "El valor del centro", "Valor en alza" y "Valor seguro". El experimento reformista, bisagra, multimillonario (casi de ruina) de Miquel Roca, que venía y luego retornó a Convergencia, intentó nadar en aguas templadas, pero fracasó: "El voto equilibrado"; "No hace falta votar contra un partido. Ahora puede hacerlo por otra España"; "La otra forma de hacer España" y "El voto del optimismo" llenaron el país de carteles, pero no de votos.

1989. Los socialistas revalidan victoria (les faltó un diputado para la mayoría absoluta) usando desde entonces de forma reiterada la palabra progreso: "España, en progreso". Aznar se estrena en el PP a 8 meses de las urnas comprometiendo su "¡Palabra!", mensaje reiterado en "Toma la palabra" y aderezado con el de "Lo que Aznar va a cambiar" y no cambió hasta 1996, mientras que Suárez y su CDS se veían "Capaces de hacerlo", prometiendo "pensiones libres de impuestos" y perjudicando al cómputo global del centroderecha en las provincias pequeñas o medianas, algo que puede darse este 28A pero a tres. IU dijo que "Somos la alternativa", pero no lo logró.

1993. El PSOE rompió muchas encuestas con "Por el progreso de la mayoría" y "Vota futuro" que le dio el cuarto triunfo a González. El "Ahora" y el "Gobierno para todos" de Aznar quedaron suspendidos hasta el 96, mientras IU no fue "La alternativa necesaria" que pregonó. El CDS , ya con Calvo Ortega, creía que "el centro es necesario", pero fracasó. IU insistió con lo de "La alternativa", a lo que añadió "necesaria", aunque, de nuevo, sin lograrlo pese a su subida.

1996. Los mensajes siguen reduciéndose y siendo directos al máximo. El PP gana por la mínima (una diferencia de 291.000 votos) pese a su "Con la nueva mayoría". El PSOE casi se eterniza con su "España en positivo" e IU no fue determinante pese a su "Decide" y sus 2,6 millones de votos.

2000. El PP logra su primera mayoría absoluta en el año 2000 con un mensaje que sumaba, pero sin dar por hecho la nueva mayoría. El "Vamos a más" como lema, lo ocurrido desde 1996, la recuperación económica, las zancadillas internas del PSOE a Josep Borrell pese a ganar las primeras primarias (1998) y la norma (al menos hasta ahora) de que España le da, como mínimo, dos oportunidades a sus presidentes (una excepción fue Calvo Sotelo, que ni siquiera abrió la lista por Madrid de la UCD en 1982) se conjuntaron para darle la mayoría absoluta a los conservadores. Joaquín Almunia (PSOE) y los "progresistas", tras pactar una coalición estratégica con IU (que, con Francisco frutos, dijo que "somos necesarios") en las provincias que les convenía, fracasaron de forma tan estrepitosa pese a su mensaje de "Lo próximo" que lo más próximo, lo inmediato, fue la dimisión de Almunia en la noche electoral que propició la elección, en Congreso Extraordinario, de ZP.

2004. Unas elecciones marcadas por el atentado islamista del 11 de marzo y la gestión informativa por parte del Gobierno de Aznar supusieron un giro radical en pocos días y casi horas. El PSOE apostó por el "Soluciones ahora" y el "Merecemos una España mejor", mientras que el PP de Rajoy (designado a dedo por Aznar, arrepintiéndose después) recurrió a un "Juntos vamos a más" (casi calcado al de 2000) que, sin embargo, acabó en fiasco.

2008. El PSOE apostó por la fuerza: "Vota con todas tus fuerzas", aglutinando buena parte del voto de izquierdas. Por provincias, ya se bifurcaban las ideas, como con "Comprometidos con la igualdad". El PP intentó recuperar el poder "con cabeza y corazón" (en minúsculas) y con "Las ideas claras", pero le tocó seguir en la oposición pese a superar los 10,27 millones de votos, por 11,28 de Zapatero. El "+ izquierda" de IU, por el mayor bipartidismo de la historia, le valió solo para dos diputados.

2011. La pésima gestión de la crisis por Zapatero, y no solo por negarla antes, destrozó las expectativas del PSOE y le dio al PP su segunda mayoría absoluta (esta vez muy envenenada por la necesidad de recortes profundos). Lo hizo con el lema genérico de "Súmate al cambio" y con mensajes como "Lo primero, el empleo". El PSOE optó por un genérico "Pelea por lo que quieres", que luego extendía a servicios básicos, nuevos derechos o igualdad, pero Rubalcaba no resucitó al muerto. Desde IU, Cayo Lara pidió un "Rebélate!", pero pinchó.

2015. La irrupción de Podemos en las europeas de 2014 y el arraigo de Cs cambió el panorama, por completo, desde 2015. El PP fue seco y contundente: "España en serio". El PSOE de un Pedro Sánchez que se estrenaba optó por "un futuro para la mayoría", Podemos auguró "Un país, contigo, Podemos", Cs fue escueto ("Con ilusión") e IU, aún en solitario, se presentó "Por un nuevo país" con A. Garzón. Desde entonces, la pluralidad se ha asentado y, ahora, encima irrumpe Vox.

2016. El PP, que renunció a la investidura, repunta con un simple "A favor". El PSOE también recuerda su frustrado intento de gobernar tras pactar con Cs con un "Vota SÍ, un sí por el cambio". Podemos absorbe a IU y lo sintetizan: "Unidos Podemos" y Cs apeló a palabras como "acuerdo" y "cambio".

Lo de "la voz de Canarias" suena a CC desde su creación (1993), pero no es algo original de esta formación. Ya en 1977, el Partido Popular Canario incluía el nombre de la comunidad en sus siglas a las generales y gran parte de las fuerzas, sobre todo de izquierda, defendían la autonomía. Ese PPC, con nombres como Isidoro Sánchez, dejaba clara su ubicación: "Por un centro auténtico y canario", algo muy cercano a CC, que, eso sí, se ha definido estatutariamente como progresista. Las candidaturas sin ligazón nacional encontraron en 1979 unas siglas emblemáticas en Unión del Pueblo Canario (UPC), que recurría a mensajes archiutilizados luego como "Vota por tu pueblo, por tu gente", aunque menos el de "Por una Canarias Libre y Socialista". Incluso, con guiños lingüísticos: "Pa'' que en Canarias mandemos los canarios". En 1982, el PNC insistía en eso: "Deja tu voto en Canarias" y UPC apostaba por "la paz, el progreso y la unidad de Canarias", con la OTAN de fondo. En 1986, ATI y AIC introducen el insularismo con "Por tu Isla de una vez" y contrarrestan al PSOE con "Nuestro propio camino". Oswaldo Brito lidera AC-INC sin lemas nacionalistas.

En 1989, AIC usa "La fuerza de Canarias", "Por una sanidad digna de Canarias, yo voto ATI" y, leerán bien, "¡Sí, podemos!". ACN recurrió a "Lo nuestro" y, en el 93, CC usó el "Vota por Canarias". En 1996, CC implanta "La voz de Canarias". En 2000, CC dice que "Gana Canarias, Tenerife..." y, en 2004, "Más fuerza para Canarias", "Canarias se oye" o "La fuerza de Canarias". En 2008, usó el "Habla canario"; en 2011, el "+ fuerza que nunca"; en 2015, "Luchar por Canarias" y, en 2016, el "sínosrepresenta", referido a Oramas.

La hemeroteca desnuda los pasados y es perfecta para comprobar la trayectoria de algunos políticos que, en perfecto derecho de evolucionar o cambiar de criterios, han pisado espacios ideológicos casi opuestos. Los saltos más chocantes en Canarias se han dado desde el PCE, con casos como el de José Carlos Mauricio o Wladimiro Rodríguez Brito (foto), que posaban en los 70 con camaradas como Carrillo para, desde 1993 y tras integrar, entre otras formaciones, Ican, formar parte de CC y no solo confluir con políticos de centroderecha, sino cogobernar con el PP. También a ATI, API, AHI... (luego CC) llegó mucha gente de UCD, como Mardones (ya desaparecido), Antonio Castro, Hermoso o Adán Martín (1993 y 96 en el Congreso). María Dolores Pelayo pasó de la UCD al PSOE, mientras que Antonio Martinón se integró en el PSC tras estar en el PSP. Isidoro Sánchez (CC) empezó en el Partido Popular Canario, E. García Gómez pasó de ATI al Senado por el PP o Vicente Gil se fue del CDS al PP. Tras 2014, hubo trasvases a Cs y Podemos, pero no relevantes.