El Consejo de Gobierno ha aprobado este lunes el Plan de Salud Mental de Canarias, que marca las directrices a seguir durante los próximos cinco años, cuenta con una inversión de 15,30 millones de euros y prevé la contratación de 106 profesionales, ha informado el consejero de Sanidad, José Manuel Baltar.

El Plan de Salud Mental incide en la atención a la población con trastorno mental grave, la atención a la población infanto-juvenil, y la mejora de la dotación de recursos y personal de los dispositivos de Salud Mental, ha dicho Baltar.

Según recoge la ficha financiera, 4,24 millones estarán destinados a nuevas contrataciones de personal -especialistas en psiquiatría, psicología clínica, enfermería, etc- y 11,09 millones a infraestructuras y equipamiento en todas las islas.

Así, se crearán hospitales de día para adultos en Gran Canaria, Tenerife y Lanzarote, unidades de media estancia en Fuerteventura y La Palma, unidades de ingreso hospitalario para menores de 18 años en Gran Canaria y Tenerife y unidades de salud mental infanto-juvenil en Gran Canaria y Tenerife.

Actualmente, se pone en marcha la Unidad de Salud Mental de Vecindario y se ha finalizado las instalaciones de los talleres ocupacionales del Hospital Universitario de Canarias en Tenerife. Además se ha finalizado la obra de la Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil de la capital grancanaria.

El Plan contempla la contratación de 106 profesionales, de los cuales ya se están incorporando 12 (un especialista en psiquiatría, dos en psicología clínica, dos de enfermería, cuatro auxiliares de enfermería, un terapeuta ocupacional y dos auxiliares administrativos).

El Plan incluye las dos líneas prioritarias que ya habían sido establecidas en el Plan de Salud de Canarias 2016-2017: la atención a las personas con trastorno mental grave y la atención a la salud mental infanto-juvenil.

También abarca áreas como la lucha contra el estigma, salud mental y género, atención a las personas de edad avanzada, prevención y tratamiento de la conducta suicida, y la coordinación intra e interinstitucional.

Además, la estrategia engloba otras áreas de gran relevancia como la promoción y prevención y la atención a las personas con trastorno mental común, trastornos de la conducta alimentaria, trastornos de la personalidad, patología dual y adicciones.

Otra de las áreas esenciales del Plan es la rehabilitación psicosocial, indispensable en el tratamiento integral de las personas con trastorno mental grave y que requiere de una amplia variedad de recursos y coordinación intersectorial.

Asimismo, el documento incluye una línea estratégica dedicada a los sistemas de información, una herramienta básica para la planificación y desarrollo de la Red de Salud Mental, área en la que Canarias destaca, gracias a su Registro RECAP.

Por último, el Plan cuenta con una línea dedicada a la formación e investigación, áreas básicas para el desarrollo de una atención de la mayor calidad y actualización científica.

El Plan de Salud Mental de Canarias ha buscado el mayor consenso tanto en el ámbito científico como asistencial y ha tenido en cuenta la perspectiva de los usuarios y sus familiares, ejes del sistema sanitario público canario, ha destacado el consejero.

A lo largo de 2018, en Canarias a nivel ambulatorio, se atendieron un total de 64.278 pacientes, lo que supone un incremento de 3,18 por ciento con respecto al año 2017.

En total, con estos pacientes, se realizaron el año pasado 363.315 consultas.

En las Unidades de Salud Mental de Canarias hay un ligero predominio del sexo femenino, un 55,5 por ciento, entre los pacientes y la franja de edad más común en ambos sexos es la de 46 a 60 años, seguida por la de 31 a 45 años.

Los grupos diagnósticos con mayor prevalencia asistida fueron los trastornos neuróticos secundarios a situaciones estresantes, trastornos del estado de ánimo y esquizofrenia, trastorno esquizotípico y trastornos de ideas delirantes.

Cerca de 2.000 pacientes fueron atendidos en las unidades de hospitalización de los centros hospitalarios del SCS, siendo el grupo diagnóstico más frecuente entre los pacientes ingresados la esquizofrenia, trastorno esquizotípico y trastornos de ideas delirantes.