Narvay Quintero (Valverde, El Hierro, 1976) es técnico de Grado Medio en Informática y Gestión de Administración y Dirección de Empresas. A lo largo de su carrera política ha sido director de Juventud del Gobierno de Canarias (2005-2007), concejal del Ayuntamiento de Valverde (2007-2011) y senador por El Hierro (2008-2015).

¿Tiene Canarias un agua de calidad?

Los consejos insulares, competentes en la materia, se encargan de ello. Además, todas las administraciones coordinamos esfuerzos para que así sea, desde el Estado, hasta los cabildos, pasando por el Gobierno de Canarias y los ayuntamientos. Toda la planificación hidrológica, fruto de ese trabajo coordinado, tiene un apartado que se dedica al estudio de la calidad de las aguas, no sólo subterráneas, sino también costeras.

¿Lo saben los canarios?

Creo que sí, de hecho saben que es un bien preciado y que deben contribuir a que no se agote. Los canarios y canarias son ciudadanos de un Archipiélago que históricamente ha tenido que luchar para obtener este recurso, por lo que tienen en su ''adn'' la importancia del agua, no sólo para su consumo por parte de ellos, sino para la agricultura y la ganadería.

Sin embargo, hay muchas personas que prefieren el agua embotellada.

El agua de abasto público es de calidad en Canarias, los controles por los que pasa antes de estar a disposición del público son exhaustivos y los consejos insulares y empresas de suministro están trabajando para continuar mejorando en ese sentido.

En un año con tan pocas precipitaciones, ¿existe algún plan para afrontar una posible etapa de escasez de agua?

Como le decía antes, llevamos años trabajando junto a los cabildos insulares y ayuntamientos en generar una planificación que permita que la disponibilidad de agua en Canarias dependa cada vez menos de las condiciones climatológicas. Garantizar el suministro, no sólo para el abasto humano, sino para la agricultura y el riego de otros servicios, es uno de los objetivos de las administraciones que tienen competencia en la materia.

El campo ha demandado más planificación, pues la sequía encarece el producto.

El campo necesita garantizar ese suministro a un precio razonable. Es fundamental para continuar el trabajo de modernización y apuesta por la calidad que los profesionales del sector han emprendido. Además, es clave también para recuperar suelo agrario actualmente en desuso, otra de las líneas de trabajo que se han iniciado en los últimos años.

¿Está garantizado el suministro de agua de calidad a un precio asequible?

Acceder al recurso por parte del sector primario, como le decía antes, es clave para afrontar un proceso de mejora y crecimiento como el que está viviendo. Las depuradoras existentes, las nuevas (como Valle de Guerra o Adeje-Arona, en Tenerife, que dan servicio a más de 700 agricultores) y las futuras vienen a sumarse a una red de infraestructuras de regeneración de agua para ofrecer el recurso al sector de manera estable y a un precio razonable.

El agricultor de las Islas paga el agua de riego al doble que el peninsular, por eso el debate sobre la falta de compensación por parte del Estado a la extracción de aguas en galerías es tan importante, son 16 millones, 8 de 2018 y 8 de 2019, que aunque parezca una cantidad menor, es clave para moderar los precios e igualarlos a la Península.

¿La diferencia en el precio es efectivamente el doble en Canarias que en la Península?

Sí, e incluso casi el triple. En Canarias se ha llegado a pagar casi 80 céntimos el metro cúbico, cuando en la Península rara vez pasa de los 30 céntimos. Es lógico, pues allá tienen ríos, pantanos, y posibilidades de trasvasar agua de una cuenca a otra. En Canarias hay siete cuencas hidrológicas aisladas por el Océano, los recursos, por tanto, son más limitados y el acceso al agua más difícil, por eso el precio ha sido siempre mayor.

En esta legislatura, con motivo de las polémicas microalgas, volvió a situarse en el centro del debate el tratamiento de las aguas residuales, los problemas que tienen las Islas, ¿se han quedado dormidas las administraciones públicas en esta materia?

Todo lo contrario, además de las acciones que se llevan a cabo desde la Consejería de Política Territorial, Sostenibilidad y Seguridad, desde Aguas estamos trabajando, de forma coordinada con los cabildos, en esa misma labor de aumentar los recursos de saneamiento y depuración. Más del 60% del protocolo firmado con el Estado son obras que tienen que ver con estos ámbitos. Pero, además, los convenios que firmamos en 2017 y 2018 de obras insulares son específicamente para eso. El lunes anunciaremos la implementación ya de este segundo, a través de convenios con los cabildos insulares, que son los encargados de ejecutar las obras.

¿Estamos concienciados los canarios sobre la importancia de este asunto?

Cada vez más, de hecho es la propia sociedad de las Islas la que ha demandado ese esfuerzo de las administraciones, nos ha pedido que coordinemos las acciones que nos permitan a medio plazo mejorar el sistema de vertidos y, en el caso del mar, acercarnos cada vez más al horizonte de cero vertidos.

En algunas islas aún se continúa utilizando pozos negros.

Sí, por eso cuando pensamos en vertidos normalmente nos viene a la mente el mar, pero existe otro riesgo que es el derivado de esos pozos que vierten al subsuelo. Existe también en los planes hidrológicos estudios que analizan la calidad de las aguas del subsuelo y, como le decía, la planificación de infraestructuras comprende en gran medida obras que vienen a corregir situaciones como esa.

Teniendo en cuenta lo que se tarda en poner en marcha un sistema de depuración, tanto lo que es la propia instalación como la red de saneamiento, ¿estamos lejos de alcanzar un nivel aceptable en el tratamiento de aguas residuales?

Bueno, en la actualidad estamos al día con la normativa europea. Hemos entregado los planes hidrológicos de segundo ciclo y los cabildos están redactando con la ayuda del Gobierno los de tercer ciclo. Nunca será aceptable hasta que no se llegue al fin del camino. Al menos este Gobierno no va a estar satisfecho hasta que eso ocurra.

¿Se están aprovechando por parte del sector agrícola estas aguas?

Sí, cada vez más, ya le decía antes que sólo en Tenerife ya hay varios miles de agricultores beneficiados por esas depuradoras, en La Palma, Gran Canaria... El objetivo es continuar con la implantación de estos sistemas, así que el sector primario será uno de los principales beneficiados del ciclo integral del agua.

¿Los agricultores están mentalizados de que es un recurso que pueden utilizar?

De hecho ellos han estado presentes cuando hemos puesto en marcha infraestructuras de este tipo. Son un sector con el que se cuenta, tanto el Gobierno como los cabildos, a la hora de planificar.

La carestía de este insumo en el Archipiélago ha propiciado que el Estado deba contemplar ayudas para el agua de riego, pero sin embargo se ha hecho el remolón. ¿Está cerca la solución?

Esperemos que sí. Nosotros hemos sido escépticos con el anuncio de la publicación de ese borrador de real decreto, que creemos que no era necesario sacar a información pública. Hemos hecho nuestras alegaciones, como las ha hecho también el sector, y esperamos que cuanto antes se pueda formalizar. Sin embargo, no quiero olvidarme de que estamos hablando de los ocho millones correspondientes de 2018, y que falta aún por ver cómo van a tramitar los ocho de 2019. El sector primario de las Islas ha anunciado que saldrá el 5 de abril a manifestarse si no se ha solucionado el asunto, estaremos en primera fila para reiterarles nuestro apoyo.

¿Está cerca la firma definitiva del convenio de Obras Hidráulicas?

Como le decía antes, toda la planificación elaborada con cabildos y ayuntamientos se ha visto reflejada en un protocolo, a doce años vista, que pretende invertir más de 900 millones de euros en obras hidráulicas. Estamos pendientes desde el 4 de diciembre de 2018 para la firma del primero de esos convenios, con una duración de cuatro años, que ya tenía 40 millones en el presupuesto de 2018, que esperamos recuperar, y a los que habrá que sumar el importe de 2019. La firma de ese convenio, y de los dos que le seguirán, es clave para poder desarrollar toda esa planificación que va a suponer el desarrollo en Canarias del ciclo integral del agua.

Es sin duda un asunto básico para las Islas.

Es básico para Canarias, para su futuro. Es clave para la conservación del medio ambiente y para garantizar un acceso a este recurso. El esfuerzo que hagamos hoy lo agradecerán los ciudadanos de este Archipiélago en el futuro.