Marlaska da garantías por escrito de que Frontex seguirá en Canarias

El ministro del Interior envía una carta al Gobierno canario en la que normaliza la negociación con la agencia europea, que destaca a España como un «socio clave»

Dos fallecidos entre los ocupantes de los cuatro cayucos rescatados en El Hierro

Dos fallecidos entre los ocupantes de los cuatro cayucos rescatados en El Hierro / Gelmert Finol

Normalidad en las negociaciones y estrecha colaboración entre España y Frontex. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, destaca estos dos aspectos en una carta que remite al Gobierno de Canarias, en la que transmite su compromiso con el control migratorio y niega que la policía fronteriza europea vaya a retirarse de su operación en Canarias. La misiva, dirigida a la consejera de Presidencia, Lady Barreto (CC), replica textualmente las explicaciones que ofreció la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas con respecto a su posible salida del país, en las que hacía hincapié en sus buenas relaciones con España, a la que consideran como un «socio clave».

Marlaska aprovecha la misiva para resaltar el esfuerzo que realiza su equipo para abordar el fenómeno migratorio «de forma seria, responsable y desde un amplio rango de perspectivas». También señala que el país ha reforzado sus capacidades de vigilancia y control de fronteras y destaca su trabajo «a pie de campo», tanto en los países de origen como de tránsito, con los que mantiene conversaciones para alcanzar acuerdos. «Un trabajo que tratamos sea exhaustivo, para conjugar el derecho a una migración legal y controlada, en el complicado contexto que nos ofrece el panorama internacional de los movimientos migratorios», explica el ministro, quien finaliza su carta apelando a la cooperación institucional para abordar una materia tan sensible como son las migraciones.

Acuerdo inminente

Las negociaciones entre Frontex y España para renovar los acuerdos de colaboración se han dilatado más de lo esperado por discrepancias en la manera de tratar los datos de los migrantes. No obstante, la Comisión Europea afirmó ayer que espera que el acuerdo se cierre de manera «inminente». La portavoz comunitaria de Interior, Anita Hipper, aseguró que Bruselas está al corriente de la situación de la gestión migratoria en Canarias y apuntó que la agencia europea «necesita negociar los planes operativos», como parte de un procedimiento estándar que se repite anualmente. Así, Hipper mantiene la misma línea que defendió el jueves Marlaska, quien achacó el parón de los trabajos de Frontex en Canarias y el Mediterráneo a cuestiones «técnicas», asegurando que diálogo llegará a buen puerto «en horas más que en días».

Sin embargo, esta no es la primera vez que la policía fronteriza europea amaga con abandonar las Islas. A principios de 2021, en pleno pico de llegadas, la agencia europea pedía a Madrid mayor potestad para acceder a los datos de carácter personal en las fronteras españolas, así como competencias en materia de investigaciones transfronterizas. Además, reclamaban que los agentes del nuevo cuerpo europeo se pudieran desplegar sobre el terrero, una presencia que no convence a las fuerzas de seguridad españolas. Esta disputa terminó con un acuerdo que se selló sobre el reloj. 

El vicepresidente del Gobierno canario, Manuel Domínguez (PP), mostró su preocupación ante la falta de entendimiento entre España y Frontex. «Es extremadamente urgente llegar a un acuerdo para no poner en jaque la situación que se vive en las Islas», apuntó Domínguez, quien lamentó que «un día sí y otro también» tengan que estar elevando el tono para exigir al Gobierno de España que atienda lo que ocurre en el Archipiélago. «Espero tener noticias positivas en los próximos minutos, no horas ni días», concluyó Domínguez. 

La presidenta de Cruz Roja en Canarias, Mayte Pociello, advirtió de que la posible retirada de Frontex multiplicaría la llegada de migrantes al Archipiélago. En declaraciones a los medios recogidas por Efe, Pociello admitió que se le ponen «los pelos de punta» y está «totalmente preocupada», porque no sabe hasta dónde se va a llegar si Frontex deja de operar en las Islas. El año pasado arribaron a las costas canarias 39.910 personas a bordo de embarcaciones precarias. Durante el segundo semestre del año, cuando se registraron cifras récord de llegadas, el Gobierno canario insistió al Ejecutivo de Sánchez para que solicitara refuerzos al Frontex, que cuenta en las Islas con más de medio centenar agentes.

Refugiados malienses

Tras conocerse las fricciones en las negociaciones, Canarias puso el foco en las costas de Mauritania. La falta de acuerdo hizo saltar las alarmas del Gobierno regional, al que el propio Ministerio del Interior informó sobre la posibilidad de que en el país africano haya más de 300.000 personas esperando a embarcar en un cayuco para recorrer los cerca de 750 kilómetros que les separan de la frontera europea más cercana: el archipiélago canario. Detrás de esta previsible presión migratoria está la inestabilidad en la región del Sahel y, especialmente, en Malí, que empuja a miles de ciudadanos a buscar lugares más seguros en los que instalarse. Así, en las zonas áridas del interior de Mauritania se han creado campamentos de refugiados en los que se han asentado más de 100.000 malienses.

Hace dos semanas, el Gobierno mauritano solicitó ayuda económica a la comunidad internacional para poder poner en marcha un plan de emergencia que les permita atender a los migrantes que llegan a su territorio. En concreto, el ministro mauritano de Economía y Desarrollo Sostenible, Abdessalam Mohamed Saleh, apuntó que el país requiere más de 11 millones de euros para cubrir las necesidades de protección social, seguridad alimentaria, salud, educación y agua potable de los recién llegados, muchos de ellos instalados en la región sudoriental de Hodh Chargui, donde se encuentra el campamento de M’berra –a menos de 50 kilómetros de la frontera maliense–. El mandatario mauritano señaló que los servicios básicos del país está sufriendo una creciente presión por la llegada de migrantes y detalló que el número de refugiados y solicitantes de asilo ha duplicado en los últimos cuatro años, pasando de los 57.000 que había en 2019 a los más de 112.000 que había a finales del año pasado.

En octubre, Marlaska visitó Mauritania para reforzar la cooperación en materia migratoria, que evita la salida de migrantes hacia Canarias y abordó la cooperación en la lucha contra las mafias de tráfico de personas. Una visita que repitió en diciembre el ministro de Exteriores, José Manuel Albares. 

La llegada de tantos desplazados malienses a Mauritania es una de las consecuencias del incremento de los controles en las salidas desde Túnez, que se ha vuelto a aliar con la Unión Europea para actuar como agente de fronteras. El acuerdo contempla la concesión de 1.000 millones de euros en ayudas, que animan al país magrebí a blindar sus costas, lo que deduce las llegadas a Europa a través de la ruta del Mediterráneo central.

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