Los bajos sueldos de Canarias abocan al fracaso a los avales a la vivienda joven

La mayoría de los canarios de menos de 35 años solo puede pagar una hipoteca de 312 euros al mes, lo que reduce al mínimo las casas y pisos a su disposición

Carteles de viviendas en venta en el escaparate de una inmobiliaria. | | MARÍA PISACA

Carteles de viviendas en venta en el escaparate de una inmobiliaria. | | MARÍA PISACA / G. Santamarina/ M.Á. Montero

G. Santamarina / M.Á. Montero

El Consejo de Ministros aprobó días atrás una línea de avales públicos de hasta 2.500 millones de euros, con cargo a los presupuestos del Instituto de Crédito Oficial (ICO), para ayudar a los jóvenes de menos de 35 años a comprar su primera vivienda. Unos avales, disponibles también para familias con menores a cargo, que sobre el papel servirán para que quienes no disponen de suficientes ahorros –hay que recordar que los bancos ya no financian el 100% de la hipoteca– no queden expulsados del mercado inmobiliario pese a tener trabajo y, por tanto, unos ingresos estables. Pero una cosa es la intención y otra, la realidad. Los bajos sueldos que caracterizan el tejido productivo canario, aún más bajos en el caso de los jóvenes, abocan al fracaso a esta nueva medida estrella del Gobierno de Pedro Sánchez.

El Ejecutivo central ha fijado en 37.800 euros brutos anuales –el equivalente a 4,5 veces el Iprem– los ingresos máximos de los potenciales beneficiarios. Los jóvenes que ganen por encima de esa suma no podrán acogerse a estos avales. En el caso concreto de Canarias, la grandísima mayoría de los menores de 35 no alcanza, ni de lejos, ese nivel de renta. De hecho, el sueldo medio bruto de los isleños de esa franja de edad es de 16.478 euros al año, según los últimos datos oficiales. Muy por debajo de los 20.848 euros que cobra el joven medio español. Es este bajo nivel de ingresos el que de facto minimiza en el Archipiélago los potenciales beneficios –y beneficiarios– de los avales. No en vano, los bancos no conceden hipotecas a quienes tuviesen que destinar más de un 35% de sus ingresos –y eso como mucho, ya que la mayoría pone el límite en el 30%– para el pago de la cuota. Y esto vale para jóvenes y no jóvenes, aunque la entidad financiera estudia las operaciones con mayor esmero si cabe en el caso de los primeros. En definitiva, el crédito que el banco estará dispuesto a darle a cada joven dependerá de lo que cada cual gane, y ganando menos de 16.500 euros al año, como los canarios, el préstamo alcanzaría para una minivivienda.

30%

Un soltero de menos de 35 que cobra al cabo del año 37.800 euros brutos –el máximo para poder recibir el aval del ICO– ingresa cada mes unos 2.388 euros netos. Si solo puede acceder a una hipoteca cuya cuota no se le lleve más del 30% del sueldo, resulta así que el recibo mensual no deberá pasar los 716 euros. Teniendo en cuenta todo esto, el préstamo que su banco le ofrecerá solo le alcanzará, como mucho, para adquirir una vivienda de 159.539 euros. Y esto, cabe insistir, para el caso del joven que perciba el tope máximo permitido para poder acogerse a la medida. Pero claro: los canarios menores de 35 no llegan ni de lejos a esos 37.800 euros. En su caso, tomando como referencia esa ganancia media anual de 16.478 euros brutos, resulta que el ingreso mensual neto –el que efectivamente va al bolsillo– es de 1.041 euros. Y con 1.041 euros al mes, la cuota hipotecaria del joven isleño medio no podrá superar los 312 euros. ¿Qué vivienda se puede adquirir con una hipoteca de 312 euros mensuales? Pues una de un máximo de 70.000 euros. Una cantidad que reduce las posibilidades de los canarios de menos de 35 años a un pequeñísimo mercado de minipisos, por lo general antiguos, mal situados o más propios del submercado del alquiler turístico que de una vivienda en sentido estricto. Un vistazo a la estadística de idealista lo confirma.

En el sitio web del portal inmobiliario se oferta a la venta en el Archipiélago un total de 19.062 casas de todo tipo y tamaño. Si la búsqueda se limita a un precio máximo de 70.000 euros, la oferta se reduce a 302 inmuebles. A solo un 1,6% de las viviendas. O dicho de otro modo: hasta el 98,4% de las casas queda fuera de las posibilidades de los jóvenes canarios tengan o no aval del Estado. Y ni que decir tiene que esas 300 viviendas están en su mayoría muy lejos de lo que como tal se entiende en el imaginario colectivo.

En definitiva, y a grandes rasgos, podrán beneficiarse quienes vayan a comprar casa en las localidades con precios por debajo de los 2.000 euros por metro cuadrado, donde el apalancamiento máximo –ese 30% de los ingresos– no debería ser un obstáculo para utilizar los avales aprobados por el Ejecutivo. Pero esto, cabe insistir, para el caso de esos jóvenes de todo el país que ganan cantidades que aquí ni se sueñan. Y si se tiene en cuenta que el precio medio del metro cuadrado está en Canarias en la friolera de 2.463 euros, resulta evidente que la medida está condenada a pasar por la región sin pena ni gloria. Máxime cuando esa media es muy superior en las localidades turísticas, donde más problemas hay para encontrar viviendas tanto en compra como en alquiler.

Eso sí, la medida podrán aprovecharla en mayor medida las parejas, ya que el tope de 37.800 euros puede ampliarse hasta 75.600 euros si quienes compran son dos personas, una cuantía que subirá en 2.520 euros por cada hijo a cargo siempre que el beneficiario no disponga de un patrimonio superior a 100.000 euros.

Suscríbete para seguir leyendo