Las dudas de Sánchez abren otro ‘impasse’ a la agenda canaria y alertan a CC

Los nacionalistas canarios evitan confirmar su apoyo al líder socialista si plantea una cuestión de confianza en el Congreso

Una hipotética dimisión del presidente truncaría toda la dinámica de relaciones entre Canarias y el Estado

Clavijo en un debate sobre el REF con alumnos del IES Agustín de Bethencourt, en Tenerife

Clavijo en un debate sobre el REF con alumnos del IES Agustín de Bethencourt, en Tenerife / Acfipress

Joaquín Anastasio

Joaquín Anastasio

Canarias vuelve a mirar con expectación e incertidumbre al escenario político de Madrid y a la coyuntura inestable del Gobierno central que está viviendo la situación inédita de un amago de dimisión por parte de su presidente. La decisión de Pedro Sánchez de tomarse cinco días para reflexionar sobre su futuro y si “vale la pena” seguir en el cargo, por lo que interpreta como una campaña de “acoso y derribo” a través de su esposa por la derecha y la ultraderecha, vuelve a abrir otro periodo de dudas sobre el futuro de los asuntos canarios en la política estatal, y sobre el desarrollo de la agenda canaria a la que se comprometió el líder socialista. El lunes comunicará su decisión, pero mientras tanto deja un halo de preocupación entre quienes están involucrados en todas las negociaciones y contactos sobre los distintos aspectos de esa agenda a la que le está constando despegar tras casi un año de legislatura.

La crisis abierta por el presidente y su posible afectación a las relaciones entre Canarias y el Estado de los próximos meses se suma a la incertidumbre que ya provocó su decisión de no presentar proyecto de presupuestos para este año, lo que ha obligado al Gobierno de Canarias a reclamar un horizonte de negociación de asuntos urgentes y una garantía de que los aspectos esenciales de los compromisos se van a cumplir. La nueva situación tras la carta de Sánchez del jueves a la ciudadanía reabre la inquietud del Ejecutivo canario presidido por Fernando Clavijo, y también deja descolocada a su formación política, Coalición Canaria (CC), que teme un nuevo contexto en Madrid en el que no tenga claro su papel a jugar tras conseguir, con su apoyo a la investidura de Sánchez, una posición incluso superior a su peso político y parlamentario tras las últimas elecciones.

De entrada, tanto la parte nacionalista del Gobierno regional como la propia CC han respondido con cautela al ‘impasse’ político creado por Sánchez y esperan al lunes para valorar el escenario real que se abre y qué tipo de nueva coyuntura realmente se puede producir. Los nacionalistas canarios evitan especular sobre la posibilidad de que el líder socialista anuncie la presentación de una cuestión de confianza, pero en todo caso evitan avanzar si la respaldaría. “No valoramos lo que no ha ocurrido. Cuando conozcamos la decisión de Sánchez valoraremos esta cuestión si se planteara”, afirma en respuesta escueta la diputada de CC en el Congreso, Cristina Valido.

La lógica política induce a pensar que la formación isleña no tendría otra opción que mantener el respaldo a Sánchez si este cuenta con el apoyo del resto de socios. No tendría sentido, admiten, mantener la expectativa del desarrollo de la agenda canaria y retirar el respaldo a Sánchez. Pero el hecho de que CC esté aplazando una posición al respecto y que solo lo valorará cuando Sánchez aclare qué va a hacer indica que están sopesando otros posibles escenarios que obviamente condicionaría su respuesta. De hecho, en la formación nacionalista no se inclinan por pensar en la cuestión de confianza por parte de Sánchez como la salida que el líder socialista esté pensando, y creen que este baraja realmente dos únicas opciones: la dimisión pura y dura, o seguir apelando al clamor que se está produciendo desde las filas del PSOE.

Para la agenda canaria, una hipotética cuestión de confianza no tendría mayores consecuencias si, como se supone, el presidente la supera manteniendo el mismo nivel de apoyo en el Congreso. Pero CC quiere medir sus pasos por si no fuera esta la salida a una crisis inédita en la política española. La formación de Clavijo gestionaría sin dificultad su posicionamiento en este hipotético caso, pero una dimisión, que algunos en la formación creen que se puede producir, como paso previo a unas nuevas elecciones en algunos meses (no se pueden convocar hasta pasado un año de las anteriores, el 29 de mayo de 2023) y con un PSOE muy dañado por la situación actual, colocaría a CC en una posición muy incómoda ante parte de su electorado en Canarias como uno de los socios de Sánchez en el año escaso de legislatura.

Solidaridad crítica

La primera reacción pública de la formación canaria ha sido una especie de solidaridad crítica con Sánchez por los ataques que está recibiendo utilizando a su esposa, Begoña Sánchez, y por la apertura de una investigación judicial a partir de una denuncia interpuesta por un pseudosindicato ultraderechista, Manos Limpias, basada en informaciones periodísticas que incluyen bulos y falsedades. Tanto Clavijo como el secretario general de CC, David Toledo, o la propia Cristina Valido se han pronunciado en este sentido, denunciando al mismo tiempo la crispación política, las descalificaciones personales y que el acoso afecte ya a la esfera familiar de los políticos. Pero también creen que Sánchez y el PSOE tienen responsabilidad en ello y ponen como ejemplo el hecho de que los socialistas canarios no hayan condenado los escraches que se están produciendo en Canarias contra el presidente regional a propósito del debate abierto en las Islas sobre los límites del modelo turístico y las manifestaciones que al respecto se produjeron el pasado sábado. CC mantiene así en este contexto su estrategia de “palo y zanahoria” al Gobierno central, y considerando, por otro lado, que en las relaciones entre Canarias y el Estado se está dando una de cal y otra de arena en cuanto a los resultados.

En todo caso, para el Gobierno de Canarias y para CC, lo importante en este momento es aclarar qué tipo de situación se va a dar en el país a partir del lunes cuando Sánchez comunique el resultado de su reflexión. En cualquier de las hipótesis la agenda canaria podría verse afectada de una u otra manera, y sería claramente paralizada si el marco fuera el de elecciones a corto o medio plazo, porque truncaría toda la dinámica abierta en las últimas semanas tanto a efecto de relaciones económicas y financieras entre ambas administraciones, como en los asuntos de negociación en curso, con la reforma legal para el reparto de menores migrantes como principal asunto en tramitación, entre otras muchas. Aunque el avance de los asuntos que marcaban esas relaciones con el Estado no hayan alcanzado hasta ahora la velocidad de crucero que pretendía el Ejecutivo de Clavijo, sí tenía por delante una expectativa de avance a lo largo de la legislatura.

Con todo, una de las cuestiones que se plantea el Gobierno regional es la posibilidad de que cualquier nuevo marco político en el Estado a partir del lunes suponga un ‘reseteo’ de la agenda isleña y de su calendario de ejecución. Tanto si Sánchez se mantiene sin más novedad que la que surja de su reflexión hecha, como si plantea la cuestión de confianza, CC analizará si hay elementos nuevos que plantear al PSOE en la nueva etapa, con la posibilidad de hacer una relectura de la agenda isleña y su hoja de ruta a corto y medio plazo.

Otra derivada canaria de las consecuencias del amago dimisionario del presidente del Gobierno central es la posición del actual ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, que obviamente depende de todas las variables que se puedan dar a partir del lunes. Una dimisión de Sánchez dejaría a Torres en funciones, como la resto del Gobierno hasta la investidura de un nuevo presidente y conformación de un nuevo Ejecutivo, en una situación de debilidad por su situación en relación con el ‘caso Koldo’. Pero es que incluso en el caso de que el líder socialista aguante y apueste por continuar en el cargo, es muy probable que, superando una supuesta cuestión de confianza o sin llegar siquiera a proponerla, se plantee una remodelación de Gobierno tras las elecciones catalanas del 12 de mayo que tampoco garantizaría al ministro canario seguir en el Consejo de Ministros.

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