Sube la presión: Canarias se prepara para recibir 70.000 migrantes más

El verano se prevé complicado en la ruta canaria de las migraciones. Si las estimaciones se cumplen, el Archipiélago recibirá en los próximos meses a unas 70.000 personas. Según fuentes del Gobierno de Canarias, el Ministerio del Interior prevé un año récord de llegadas irregulares a las Islas y, siguiendo el ritmo de los primeros meses de 2024, calcula que la cifra podría superar las 85.000 personas en diciembre. Solo en los primeros cuatro meses del año han arribado 241 cayucos y pateras, con 15.922 migrantes a bordo, casi la mitad de ellos (7.270) en enero, un mes en el que habitualmente no zarpan barquillas precarias desde las costas africanas con el objetivo de llegar a Europa a través del Archipiélago.

«Sigue llegando muchísima gente, sobre todo desde Mauritania y Senegal. La presión sigue existiendo porque tenemos una guerra en Malí y por la inestabilidad política de la zona, en la que ha habido ocho golpes de Estado en los últimos años», explicó esta semana el delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, antes de la reunión mensual de la Autoridad de Coordinación frente a la Inmigración. En enero, Interior ya alertó al Ejecutivo autonómico de que en Mauritania había unos 300.000 refugiados malienses esperando la oportunidad de subirse a un cayuco. Así, desde octubre hasta ahora, cerca del 80% de las embarcaciones que han arribado a Canarias iniciaron el viaje en la costa mauritana. 

Pestana admitió que los datos registrados hasta ahora «indican que 2024 volverá a ser un año récord» y subrayó que todavía no han llegado los meses del mar en calma –entre septiembre y noviembre–, en los que tradicionalmente despunta el flujo migratorio hacia las Islas. A pesar de reconocer que «la presión sobre Canarias se mantiene» , el delegado del Gobierno destacó que Marruecos «está reteniendo más de lo que está llegando», lo que supone «una importante señal de colaboración».

Niños y jóvenes

Si hay algo que preocupa al Gobierno canario es la llegada de niños y jóvenes migrantes sin el respaldo de un familiar adulto, pues son los que tienen que quedarse en el Archipiélago bajo la tutela del Ejecutivo regional –actualmente, cerca de 5.500 menores son responsabilidad de la comunidad autónoma–. En abril arribaron 405 menores, lo que supone el 14,4% de las 2.807 personas que arriesgaron su vida en una de las rutas migratorias más mortíferas, para llegar a las Islas a bordo de una embarcación precaria. «Solo el mes pasado superamos el cupo de derivaciones a otras comunidades que se pactó en la Conferencia Sectorial de Infancia de octubre», señala el viceconsejero de Bienestar Social, Francis Candil, quien destaca que «mientras tanto, se sigue a la espera de que se cumplan los acuerdos comprometidos por el Estado con Canarias».

En concreto, hace referencia a la modificación del artículo 35 de la ley de extranjería, que permitirá la derivación de menores a otras comunidades autónomas, para que en las Islas no haya más de 3.000, y que está incluido en el pacto entre CC y PSOE para garantizar la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno. «Estamos seriamente preocupados. Necesitamos que el Estado actúe con urgencia, pero parece que la emergencia humanitaria solo la vemos nosotros», lamenta Candil.

Según las informaciones que manejan las entidades del tercer sector que trabajan en los países de origen, Candil adelanta que la presión migratoria se disparará en los próximos meses. El viceconsejero afirma que «las Islas se han convertido en un tapón para los menores» y, a pesar de las dificultades, se siguen creando plazas para atenderlos. «Estamos teniendo gravísimos problemas para encontrar más espacios para abrir nuevos centros y algunas entidades se están viendo obligadas a traer profesionales de fuera para poder completar su plantilla», expone Candil.

El presidente del Gobierno canario, Fernando Clavijo, tras su última reunión con el ministro de Política Territorial y presidente de la Comisión Interministerial de Inmigración, Ángel Víctor Torres, señaló que la congestión del sistema de acogida de menores migrantes de Canarias empezará a aliviarse después del verano, como pronto. Además, detalló que todavía quedan unos tres meses de trabajo antes de que la modificación legal llegue a las Cortes Generales para su aprobación.

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