Juana de la Rosa: «Vemos muchas palabras y pocos hechos para el reparto de menores»

¿Cuántos niños y jóvenes migrantes están bajo la tutela del Gobierno de Canarias?

Actualmente hay 5.414 menores. En los dispositivos del Gobierno están 4.905 y otros 509 en los de los cabildos. Si bien, es una cifra que fluctúa, porque van entrando cuando llegan nuevos cayucos y van saliendo los que cumplen la mayoría de edad. En este momento, tenemos abiertos 78 centros de acogida: 39 en Gran Canaria, 25 en Tenerife, cuatro en Fuerteventura y tres en Lanzarote. En los últimos diez meses se ha duplicado el número de centros.

¿Cuántos jóvenes están pendientes de las pruebas óseas y cuántos sospechan que pueden ser mayores de edad?

De los que llegaron en 2023, están a la espera de las pruebas 93 jóvenes y, de los que han llegado este año, 114. Este estudio se hace a aquellos que tienen entre 16 y 19 años y, aproximadamente, en la mitad de los casos se determina que son mayores de edad. Además, algunas veces se detectan posibles menores en los centros de mayores y hay que volver a acogerlos para hacerles las pruebas y comprobar su edad. Se está haciendo un trabajo inmenso entre la Fiscalía, las brigadas y la Dirección General para agilizar este tema.

¿Hasta cuándo podrá sostener esta presión el sistema de acogida de Canarias?

Estamos en un momento vital como para que nos hagan caso desde el Gobierno central. Esto es un asunto en el que tiene que imponerse una corresponsabilidad absoluta, tanto de España como de Europa. Nos tienen que ayudar por justicia. Estamos desbordados. El territorio es el que es y nuestra frontera es agua.

¿Qué más se puede hacer para que en Madrid y en el resto de comunidades entiendan la gravedad de esta emergencia?

Tanto el presidente de Canarias como la consejera, el viceconsejero y yo misma vamos continuamente a Madrid para mantener reuniones en los ministerios y con las comunidades. Se está trabajando en la modificación del artículo 35 de la ley de extranjería, para hacer obligatoria la solidaridad y que el reparto de los menores sea obligatorio. Las palabras están bien, pero lo importante son los hechos y, en este momento, nosotros vemos muchas palabras y pocos hechos para el reparto de menores.

¿Confía en que salga adelante esa modificación legislativa?

Confío, tengo que confiar por el bien de nuestros menores no acompañados, para que tengan garantizadas sus necesidades. Si esta situación de emergencia social estuviera compartida, la carga sería absolutamente diferente.

La reforma de la ley de extranjería fija en 3.000 el número de menores que tiene que haber en Canarias para que salten los mecanismos de emergencia y se inicie el reparto obligatorio por todo el territorio. ¿Le parece una cifra asumible?

Me parece mucho, por la singularidad de nuestro territorio. Creo que tenemos que darle la vuelta a este tema y verlo como una oportunidad, porque llegan muchos menores con ganas de aprender, de formarse y de tener una vida digna y tenemos la posibilidad de ayudarles.

¿Por qué cree que existe tanto rechazo y se ponen tantas barreras por parte de las comunidades para acoger a menores no acompañados que llegan a Canarias?

Si desde el Gobierno central se declarara la emergencia social a través de un decreto se facilitaría la apertura de nuevos centros por parte de las comunidades. También hay reticencias por la falta de financiación. Por esto, creo que la modificación de la ley de extranjería tiene que completarse con una ficha financiera plurianual.

¿Cuántos niños y jóvenes han salido de Canarias gracias a los acuerdos que se han ido firmando con las comunidades?

Desde 2021 hasta ahora, unos 380. En 2024 solo han salido 16 a Aragón y estamos pendientes de enviar a cinco niñas a Navarra.

¿Qué carencias encuentran los menores en los centros debido a la saturación?

Gracias al trabajo que se está realizando nuestros menores no acompañados tienen cubierta todas sus necesidades. Es decir, ropa, alimentación, atención sanitaria, educación, actividades extraescolares y ocio. Se está colaborando con los barrios para que se integren. Todo el trabajo se hace de cara a su integración de cara al futuro. Por esto pedimos ayuda, para garantizarles una mejor integración y una mejor atención a los niños y jóvenes migrantes.

¿Qué pasa con ellos cuando cumplen la mayoría de edad?

No los podemos dejar en situación de calle. Desde esta Dirección General trabajamos para darles apoyo y que se sientan protegidos. Tenemos un programa especializado para personas jóvenes extuteladas o en riesgo de exclusión social y nos centramos en la prevención, promoción y acompañamiento terapéutico, la intervención en los contextos naturales de las personas y la inserción laboral. Les damos herramientas para la vida. También tenemos otro programa destinado a ofrecer un recurso de apoyo para la emancipación.

¿Cuántos cumplirán los 18 años a lo largo de 2024?

Puede ser cerca del 40%, porque la mayoría de los que llegan tienen más de 16 años. La media de edad está entre los 13 y los 15 años, porque vienen con la idea de trabajar y buscar un proyecto de vida con el que poder ayudar a sus familias.

¿Existe algún protocolo para atender la salud mental de estos chicos?

Estamos empezando a elaborar un protocolo conjunto con el Servicio Canario de la Salud (SCS) para abordar la salud mental de la infancia.

¿También hay sobre la mesa la redacción de un protocolo para unificar la atención de los menores en todos los centros?

Sí, estamos haciendo un protocolo para que todas las entidades trabajen igual y queremos que salga cuanto antes.

¿Se está fomentando el acogimiento familiar?

Cuando llegamos vimos que el banco de familias estaba totalmente vacío. El acogimiento familiar es una medida de protección que siempre busca el interés superior del menor, priorizando la reintegración en su familia de origen. Es un programa muy bonito y ahora vamos a empezar una campaña de choque para fomentarlo y recuperar el banco de familias. Sin duda esta es una medida que favorece al menor.

¿Qué previsiones tienen de cara al verano?

La estimación es que arriben unos 70.000 migrantes más en lo que queda de año. Por esto, trabajamos con la posibilidad de que lleguen unos 7.000 niños y adolescentes, pues el 10% de las personas que llegan en cayuco o patera son menores de edad. Estamos preparándonos para ello, por lo que ante estas previsiones, valoramos la apertura de nuevos centros de acogida. Lo que sí espero es que se apruebe antes la modificación de la ley de extranjería y las comunidades autónomas empiecen a colaborar con nosotros, por el bien de los menores y para garantizar sus derechos.

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