Crisis migratoria | La voz de los expertos | Dagauh Komenan Doctor en Historia Contemporánea

Dagauh Komenan, doctor en Historia: «España podría competir con Rusia y China en el Sahel»

Dagauh Komenan (Yamusukro, Costa de Marfil, 1989), doctor en Historia Contemporánea, sostiene que el modelo de gestión español podría servir de inspiración para construir el futuro de Malí, por sus elementos históricos en común, como haber vivido una dictadura, el terrorismo o ser un país migrante

Dagauh Komenan, doctor en Historia Contemporánea, en Casa África.

Dagauh Komenan, doctor en Historia Contemporánea, en Casa África. / Juan Castro

Hace unos días presentó su tesis doctoral Canarias y la cooperación al desarrollo como respuesta a los desafíos de seguridad y migraciones en el Sahel Occidental en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC). ¿Cuál es la conclusión de su investigación?

El objetivo era buscar los efectos que podría tener la cooperación con el continente africano en la solución del terrorismo yihadista en el Sahel y de las migraciones. Entre las conclusiones está que el terrorismo en esta región africana es una insurrección armada que busca derrocar a los gobiernos, si fin no es matar por matar. Venden a la población la idea de imponer un modelo parecido al de las monarquías del Golfo, donde existe un mejor reparto de las ganancias y los ciudadanos viven por encima del umbral de la pobreza. A esto se suma que existe un sistema corrupto, en el que convive el binomio mala gobernanza–corrupción. Otra de las conclusiones se basa en los factores externos, especialmente en las políticas de depredación que impone Occidente en los países africanos. Esto es especialmente intenso en el caso de Francia, que domina las políticas financieras de sus antiguas colonias y mantiene a una élite que no favorece los intereses internos. Por último, un factor que no puede pasar desapercibido es la influencia de Arabia Saudí en todo el Sahel, a donde envía fondos para formar imanes, abrir madrasas o mantener medios de comunicación afines a sus ideas. Además, Arabia Saudí financia a una élite que fomenta la práctica de un islam radical e invita a abandonar el islam tradicionalmente más tolerante de África Occidental.

¿Qué falla para que las ayudas al desarrollo no funcionen en África?

Llegan miles de millones, pero no se hace visible ningún cambio. El factor más decisivo son los que reciben y gestionan los fondos. Desde los años 2000, la mayoría de los fondos para el desarrollo están enfocados en la devolución de migrantes. Para esto hay que contar con unos interlocutores, los líderes corruptos, que están dispuestos a recibir el dinero, que nunca va a llegar a la población porque se queda en sus bolsillos. Otro factor es la deuda que se generó a partir de los años 60, que derivó en desastrosas políticas de austeridad que golpearon los países africanos en los 90. Creo que existe un planteamiento equivocado de las ayudas, porque la migración no se puede parar. Considero que la solución más sencilla es gestionarla bien y hacer que sea lo más digna y humana posible.

¿Qué respuestas puede haber entre la población ante el escenario que describe, donde el yihadismo es casi una forma de hacer política y las ayudas al desarrollo no cumplen su objetivo?

En este escenario, hay dos posibles reacciones por parte de la población. Están los que quieren un cambio para vivir en paz y deciden migrar; y los que consideran que deben quedarse en el país para lugar por el cambio, que son lo que suelen entrar en los grupos armados. Son dos fenómenos que responden a una misma cosa: la desilusión. El ejemplo más claro es el de los miles de senegaleses que, ante la pérdida de la esperanza y la represión política, decidieron subir a un cayuco a lo largo del segundo semestre de 2023.

¿Cómo influye Rusia en la inestabilidad de la región del Sahel?

Rusia es un competidor de Occidente y pregona la idea de que con ellos las cosas van a cambiar, porque no van a apoyar a los dictadores, sino que van a hacer lo que quiere el pueblo. Los golpes de Estado en Malí o Burkina Fasso han supuesto una ruptura con Occidente. La gente está convencida de que Francia apoya a los gobiernos corruptos. Por este motivo, han llegado las banderas rusas a las manifestaciones en algunos países africanos. Es la premisa de que el enemigo de enemigo termina siendo mi amigo.

¿Qué papel puede jugar España en la estabilización de la zona?

España tiene una ventaja en el África subsahariana frente a otros países europeos y es que nadie la asocia con el colonialismo. Durante la investigación de la tesis, hablé con militares españoles que estuvieron desplegados en Malí y me relataron que los militares malienses se siente muy cómodos con ellos, porque ambos países cuentan con elementos históricos comunes, como una dictadura, el terrorismo, el independentismo o el haber sido un país migrante. En Malí hacen falta referentes y España podría convertirse en un buen modelo. La forma de organización española se podría exportar, que no imponer, y ser una fuente de inspiración para Malí. España no está relacionada con la depredación de recursos naturales y puede luchar en el Sahel en igualdad de condiciones con países como China y Rusia, pero con el valor añadido de que es una democracia, algo que atrae mucho a la gente. Por eso se vienen aquí y no van a Rusia. 

¿Es viable migrar de forma legal desde África?

Las condiciones para obtener un visado se han endurecido y los precios han subido. Varias fuentes me han dicho que las mafias están colapsando los sistemas para pedir cita en las embajadas y venden esas citas para tramitar los visados en el mercado negro. A esto se suma que el coste de la solicitud de un visado es de unos 100 euros, un importe es similar al del salario mínimo en muchos países africanos. Además, en la mayoría de los casos sale denegado, sin posibilidad de recuperar ese dinero. Sin embargo, si recurren a las vías irregulares, saben que lo invertido les va a llevar a su destino.

El Ministerio del Interior estima que en los próximos meses pueden llegar a Canarias unas 70.000 personas de forma irregular. ¿Considera que estos cálculos pueden llegar a ser reales?

No tengo una bola de cristal y hay muchos factores que pueden incidir en esto. Por un lado, hay que tener en cuenta los controles en el Mediterráneo, porque si taponas una salida van a intentarlo por otra. Por otro lado, el año pasado, el pico de llegadas se produjo por la situación política de Senegal, que se ha revertido con la subida de Ousmane Sonko al poder. Si el nuevo presidente senegalés logra mantener el alto nivel de esperanza, aunque no haya un cambio verdadero, no solo puede frenar las salidas, sino que también se puede registrar un fenómeno de retorno.

Un informe del Departamento de Seguridad Nacional sitúa las migraciones como la tercera amenaza para España. ¿Por qué cree que las migraciones se ven como un riesgo?

No lo llego a entender, porque Europa necesita mano de obra. Creo que esa idea de la amenaza forma parte de un discurso populista para ganar votos. Un ejemplo de los beneficios de las migraciones se encuentra en Portugal, donde han facilitado la entrada de personas procedentes de sus antiguas colonias y su regularización ha ayudado a dinamizar el país, cuya población está envejeciendo a pasos agigantados. Y ese proceso de envejecimiento se está dando en toda Europa. Muchos de los trabajos que ahora se llaman esenciales los sacan adelante los migrantes. Su trabajo se ha convertido en el cimiento de la economía europea.

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