Los supervivientes del cayuco rescatado por un crucero cerca de Canarias estuvieron casi tres semanas en el mar

Los migrantes llevaban varios días sin comer ni beber agua potable, después de quedarse sin motor cuatro jornadas después de partir de la costa africana

Así fue encontrado el cayuco que navegaba a la deriva en aguas del Atlántico

Sara Fernández

Las personas que sobrevivieron a la travesía en el cayuco que fue localizado en la tarde del miércoles a 815 kilómetros al sur de El Hierro relataron al personal que los atiende en el Puerto de Santa Cruz de Tenerife que estuvieron en el mar cerca de tres semanas. De forma concreta, señalaron que su travesía hasta que fueron localizados se prolongó entre 19 y 20 días.

Y, además, desde el cuarto día se quedaron sin motor, por lo que estuvieron dos semanas y media a la deriva. Después se les agotó la comida y el agua se les terminó varios días antes de que fueran localizados por un primer buque que, debido a sus dimensiones, no pudo aproximarse a la embarcación precaria de los migrantes. Faltó muy poco para que se perdieran en medio del Atlántico y tuvieran una muerte segura.

Así lo explicó una de las médicos de Cruz Roja que los atiende en una de las cuatro carpas instaladas en la zona del Muelle Sur, junto al lugar donde atracó el crucero Insignia, quien rescató a 68 personas y recuperó a tres de los cinco cadáveres que había en el cayuco. Durante el traslado a Tenerife falleció un sexto migrante.

Las personas que viajaban en dicha embarcación proceden de Burkina Faso, Mali, Mauritania, Gambia y Senegal. Entre los supervivientes hay tres menores de edad y una mujer embarazada.

Cinco de los migrantes fueron trasladados al Hospital Universitario de Canarias (HUC) y al Hospital Universitario Nuestra Señora de La Candelaria (Hunsc), debido a su estado de salud. Entre dichas personas también se encuentra la mujer embarazada.

En estos momentos, agentes de la Policía Nacional prevén empezar el proceso de filiación de 59 migrantes en las carpas colocadas en el recinto portuario de la capital tinerfeña.

El crucero Insignia atracó en el Puerto de Santa Cruz de Tenerife a las 5:00 horas, es decir, que adelantó su llegada a la Isla, puesto que estaba previsto que lo hiciera entre una hora y media y dos horas después.

Algunos de los migrantes supervivientes pudieron llegar a las carpas instaladas por Cruz Roja por sus propios medios y otros fueron trasladados en ambulancias, debido a su estado de salud.

El rescate de los migrantes se llevó a cabo por tres miembros de la tripulación del crucero Insignia. Estos profesionales realizaron el izado de las personas al buque mediante cuerdas.

Pero esta operación se desarrolló en unas condiciones muy complicadas, ya que en el punto en el que se efectuó había olas de hasta tres metros de altura.

Las personas que se hallaban en el cayuco tenían un gran nerviosismo y ansiaban que los pudieran llevar cuanto antes a un lugar seguro. En la embarcación de pesca quedaron dos cuerpos que, debido a las circunstancias, no pudieron ser subidos al buque turístico.

En cualquier caso, en su interior se dejó un deflector para facilitar su localización por parte de la Guardamar Urania, de Salvamento Marítimo, cuyos profesionales intentarán recuperar dichos cadáveres.

Estos profesionales aplicaron el protocolo internacional de rescate establecido para estas situaciones y, por esa razón, fueron felicitados esta mañana por María Dolores Septién Terreros, jefa del centro de coordinación de Salvamento de Santa Cruz de Tenerife.

Desde dicho recurso ubicado en el puerto de la capital tinerfeña se solicitó a la tripulación del crucero Insigna, que se desviara unos 100 kilómetros para que procediera al rescate de los supervivientes del cayuco.

María Dolores Septién, José Antonio Conde, Pedro Suárez, Javier Plata, Stjepan Zuzic y los tres tripulantes que hicieron el rescate

María Dolores Septién, José Antonio Conde, Pedro Suárez, Javier Plata, Stjepan Zuzic y los tres tripulantes que hicieron el rescate / E.D.

En la mañana de este viernes, el presidente de la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife, Pedro Suárez López de Vergara; el subdelegado del Gobierno, Javier Plata; el capitán marítimo, José Antonio Conde, y María Dolores Septién realizaron una visita al Insignia. En la misma se entregó una metopa al capitán del buque turístico, Stjepan Zuzic, como reconocimiento por su intervención solidaria.

El responsable autonómico de Primera Respuesta de Emergencia para población migrante de Cruz Roja, José Antonio Rodríguez Verona, explicó que, en base a los comentarios efectuados por los supervivientes, los ocupantes del cayuco partieron el 30 de mayo.

Sin embargo, al cuarto día se quedaron sin motor, es decir, a la deriva. Según Rodríguez Varona, "el rescate tuvo que ser bastante angustioso y complicado", debido a las dimensiones del crucero Insignia. Con olas de varios metros de altura, el gran tamaño del buque respecto a la embarcación de los migrantes, la maniobra de aproximación tuvo que realizarse con mucho cuidado. Pero, a pesar de las circunstancias, el rescate fue "exitoso", en la medida en que el cayuco no volcó ni se hundió, ni hubo más víctimas mortales.

Varona apuntó que, según las manifestaciones de los afectados, "llevaban bastantes días sin comer" y algunas jornadas sin beber agua potable.

En el Muelle Sur de la capital tinerfeña, Cruz Roja atendió a 64 personas vivas. De ellas, cinco fueron derivadas a varios centros hospitalarios con problemas de deshidratación, desnutrición e hipotermia. Y otros once hombres fueron asistidos en el hospitalito de Cruz Roja en dicho recinto portuario.

Todos los migrantes adultos supervivientes fueron trasladados al Centro de Acogida Temporal de Extranjeros (CATE) del Sur de Tenerife, junto a la Comisaría de la Policía Nacional en Costa Adeje. En dicho recinto, personal de las ambulancias del Servicio de Urgencias Canario (SUC) deberá hacer un seguimiento a los once varones ya citados para evitar que empeore su situación.

José Antonio Rodríguez Verona explicó que parte de los supervivientes atenuaron sus problemas en el crucero, gracias a la comida y la bebida ofrecida por la tripulación. Además, algunos de los turistas que iban en el Insignia dieron ropa a los migrantes.

De los tres menores rescatados, uno de ellos es de corta edad, mientras que los dos restantes son adolescentes.