Han transcurrido 45 años desde que la fundación de la primera agrupación coreográfica del Carnaval, Los Bohemios, allá por 1971. Fueron a inscribirse en la antigua Recova Vieja y ni nombre tenían. Uno de los responsables de la organización de la extinta comisión de fiestas, el célebre Juan Viñas, nada más enterarse de la fantasía los bautizó como Los Bohemios. Y desde entonces, la gran familia de Pepe Guiance y Peque Fernández han visto cómo han estado al frente durante décadas.

En la tarde de ayer, tal y como se pudo comprobar en el recinto ferial, las agrupaciones coreográficas viven un boom, gracias a grupos como Bohemios, la desaparecida Sentir Canaria, también la recordada Tosca, u otros grupos que gracias a Loli Pérez o Ana Manrique se mantienen fiel a un estilo: la danza en Carnaval.

La irrupción del Colegio Echeyde animó a algunas academias a seguir los pasos de la gran labor desarrollada por las coreógrafas Carmen Calixto, Míriam Cairós y Raquel Ojeda. Cuenta a su favor que tienen el cuerpo de baile más numeroso de cuantos participan, 150 niños. A eso se suma el trabajo continuo desde hace 20 años en el Carnaval. Y parece que fue ayer. Hoy, su abnegación ha hecho posible que el amor a este género coreográfico se multiplique, hasta casi reunir ayer una veintena de formaciones.

Los primeros en actuar fueron Wild Dance, para seguir Crew of Dreams, Bufadero, Danza Tenerife, Club Deportivo Odali, Crazy Dancer, Ballet Dance, Latin Salsa, Moana, Azahar, Funkyguachi, Ibaute, Are The Pump, Los Bohemios, Echeyde, Yu-Funk y concluir con uno de los clásicos de esta modalidad: Loli Pérez. Los 4.000 espectadores seguían la evolución sobre el escenario. Era como una fiesta de fin de curso escolar, en algunos casos, pero en el mismo escenario donde se subirá el miércoles Ana Torroja. Podrán decir que compartieron escenario, aunque no en el mismo día, estos pequeños/grandes artistas.