Un simple repaso a las noticias de la década de los años ochenta en menos de un minuto abrió una obertura diferente para seguir con un repaso por películas de la época como "Star Wars" , Gremlim", "Blade Runner" o "Regreso al Futuro", en la que parecían salir los personajes de la pantalla. La gente tenía hambre de espectáculo, hasta el punto de que cuando se recordó el ascenso del Tenerife a Primera, se vino arriba. Las películas acabaron con el baile de "Dirty Dancing", en una obertura que no empalagó; al contrario, abrió apetito, con guiños minúsculos que se perdían entre la escenografía, como los gremlims. Al final del baile de "Dirty Dancing", entre el ballet de la gala, Jadel y Llum Barrera, con un diseño de Leo Martín. ¡Su cara sonaba a todos!

Y llegaba el Carnaval con la murga madre de Canarias, la Ni Fú-Ni Fá, colocada en una grada a la izquierda del escenario, mientras una decena de componentes se habían colado entre el público para subir por el provocador escenario.

Llegó en ese momento Alexis Hernández, junto a Llum Barrera y Jadel, quien presentó con nivel. Juntos presentaron a los miembros del jurado. Cerrar los ojos y oír a Alexis Hernández fue escuchar al mismo Carnaval.

Uno de los momentos emotivos, con la ovación del público, cuando Alexis Hernández presentó a Juan Viñas, uno de los padres del nuevo Carnaval. Entre el tribunal, el autor del cartel, Javier Torres Franquis; del escenario, Carlos Sáenz, o un histórico del diseño de reinas, Luis Dávila.

Mucho sentimiento, pero poco espectáculo hasta ese momento. Solo algunas tímidas pinceladas. Hasta entonces, el mejor momento fue la presentación de Juan Viñas; no había arrancado el festival.

Siguieron las Superfufonas, que recordaron a las Supertacañonas, con José Antonio González "El Flaco", director de la Afilarmónica, en el papel de Paloma Hurtado. Era un inicio más teatral.

Llegó en ese momento el primero de los bloques de aspirantes. El director de la gala, Enrique Camacho, dividió a las catorce aspirantes en dos pases de siete. Las candidatas parecían que desfilaban en una sala de fiesta, porque el resto del escenario estaba a oscuras.

Las agrupaciones musicales tomaron el relevo, llenando el escenario. Al frente, Sabor Isleño, doblete de primeros, que estuvo arropado por las nueve agrupaciones restantes. Aprovechando la presencia sobre el escenario de las agrupaciones llegó Dienis. ¿Por qué estaba en la gala? Nació en Brasil y se aprovechó de su partida de nacimiento para justificar el hermanamiento entre los Carnavales de Río y Santa Cruz en la década de los ochenta. Pero ni una batucada, ni una escuela de samba. Un pegote. A continuación, seguía el segundo y último bloque de aspirantes.

Al término, comenzaban las quinielas. Entre las favoritas, Daniel Pages, con la aspirante que abrió el desfile, había dejado el pabellón muy alto y Santi Castro había sentado magisterio. Y la gala sin arrancar. Hasta ese momento, lo mejor, las aspirantes adultas.

De las candidatas adultas que aspiraban al cetro del Carnaval, al homenaje a la reina del Hogar Canario Venezolano, con una participación más testimonial.

Y antes de dar paso a más actuaciones de Carnaval, los presentadores Jadel y Llum Barrera buscaron complicidad con el público. Jadel se atrevió a cantar el "Chicharrero de corazón", de Ni Pico-Ni Corto, que coreó el público, mientras Llum Barrera forzó la broma y... resbaló, al invitar al público a demostrar que "aquí ustedes son aborígenes".

De las agrupaciones musicales, que llenaron el escenario, a las comparsas, que desbordaron de ritmo y color el decorado, donde el escenario no se había visto nunca completo con una iluminación tenue, con los Cariocas al frente.

Pero la gala era una sucesión de grupos, correcta en duración pero sin magia. Más que una gala parecía un festival de galardonados en el que se elegía a la reina del Carnaval. Pasó como en la final de murgas. Esperando que algo sorprendiera.

Y llegaron Los Mamelucos, que interpretaron su tema estrella, "Los records Guinnes", que pareció una eternidad. La especialidad de Mamelucos son sus "chíos, chíos", pero ayer fueron a demostrar por qué han ganado su tercer doblete después de 24 años. Fueron correctos. Curioso, ganadores del primer premio de disfraz, propio de una foto para un cartel, y no se vio su disfraz nunca al completo; y Maxi se echó de nuevo a las espaldas. Él enamoró al público, y al jurado, en la final, y ayer volvió a calentar el ambiente.

De nuevo, otro "gag" de los ochenta. Volvían las Superfufonas, que acabaron quitándole el traje de "pingüino" a Jadel, que finalizó vestido con traje de comparsero.

La gala parecía despegar en ese momento con las comparsas bailando canciones de toda la vida que nacieron en el Carnaval de los 80, hasta el "Sigan Bailando", "Enamoradito estoy de ti", "Woman del Callao"... Demostración espectacular del poderío de las comparsas, y de que Jadel es mejor bailarín que presentador.

Por un momento, por el protagonismo en la escena de Jadel, parecía que era un musical a su medida. Con luces de guateque. Nunca se vio todo el escenario al completo. Solo faltó en ese momento que Jadel pidiera al público que hiciera la ola, cuando estaban las más de cinco mil personas presentes disfrutando de la batucada con la que se marchaban las comparsas.

Siguió la murga Prodigiosa, con Carlos Estévanez, director de Ni Pico-Ni Corto, en el papel de Miguel Bosé, o Pedrito, de Mamelucos, en el papel de Rocío Jurado; Javi Lemus, director de Zeta-Zetas, en el papel de Michael Jackson; Francis Trujillo "La Juana", director musical de Triqui-Traques en el papel del Tino Casal, y subía por enteros la gala. Grandes Masi Carvajal, el director de Diablos Locos, y Primi Rodríguez, director de Bambones, en el papel de Pimpinela, demostrando la hermandad que existe entre los murgueros. Pero el tema seguía disparado a dejar en el olvido la primera parte y llegó Josechu... digno de portada Superpop con su diseño de Madonna. Leo Martínez, el gran hacedor de la caracterización. La gala había dado un vuelco primero con las comparsas y ahora con las murgas: ¡Esto sí que es un pedazo de murga!, gritaban mientras todos los murgueros salían al ritmo de Alaska con "A quién le importa".

Tardó una hora y media en arrancar el espectáculo. Llegó Ana Torroja, e hizo las delicias para los amantes de Mecano. Maravilloso escuchar otra vez el "Hoy no me puedo levantar", "Mujer contra mujer"... Qué entrañable el momento en el que Ana Torroja nos trasladó y elevó el nivel del Carnaval. "No me mires" y entre sombras y un espejo de cristal... Ana Torroja bailaba con el hombre espejo de Zeta-Zetas. Genial. Era otra gala. Era la gran gala esperada de Camacho, que armó el "mecano" de la gala con comparsas, la genialidad de las murgas y la propia Ana Torroja. Tardó una hora y media en arrancar, pero sin duda valió la pena.

Y seguía subiendo la gala. Momentazo el recuerdo al carnaval de los 80, con el mismísimo traje de "Tajaraste" que lució Mónica Raquel Estévez en 1987 y ayer Elizabeth García, reina de EL DÍA en 2007. Se recordó entonces la actuación de las rondallas de José Tamayo en la Plaza de Toros, y lo de ayer, aunque con la Orquesta Sinfónica, pareció una caricatura, con apenas dos rondallas, en una versión sinfónica que parecía que perdía revoluciones por segundos.

Llegaba el momento de la coronación. La gala tardó un hora y media en desbordar Carnaval, en honor a la nueva reina del Carnaval, Cecilia Navarro Arteaga, que lució el diseño de Daniel Pages.