"He vivido mucho el Carnaval", reconoce Asun Varela, esposa de Hermoso. "Estaba harta de ver la cabalgata en la Rambla Pulido con los niños desde casa de mi suegra. En un grupo, nos empezamos a animar las mujeres, y nos siguieron los caballeros". "Le pintaba la cara (a Hermoso) para que no nos conocieran, pero luego lo paraban por la calle y lo saludaban", añade Asun. "Fueron 20 años como político en los que no dejé de salir al Carnaval", apostilla Hermoso. "En este tiempo nadie, nadie jamás, me dijo nada impertinente", añade.

"Recuerdo a la murga los Singuangos, que nos odiaban a muerte", se ríe Asun. "Se metían hasta conmigo, y yo era la mujer del alcalde". Interviene Hermoso: "Recuerdo cuando sacaron los cabezudos, que éramos Jerónimo (Saavedra), Ani (Oramas) y yo. Entonces Ani era la concejala del Carnaval. Cuando me enteré de lo que habían preparado, le dije a Zenaido (Hernández): Yo me pongo la cabeza y voy imitando a Manuel Hermoso y, en medio de la actuación, me la quito y soy Manuel Hermoso. Entonces el periodista Zenaido Hernández me dijo que esa canción era para criticar, le dije que nos fuéramos a divertir. Se lo propuso al Flaco (el director) y se agarró un cabreo porque era romper la sorpresa". "A Miguel y Viruca le dieron duro, duro; a mí también me tocó", dice Asun. "Me sentó mal" porque se metían en la vida privada, además con cosas falsas. "Se nos notaba a todos los que estábamos que lo vivíamos y lo disfrutábamos", sentencia Hermoso. "Todavía hoy añoro esa época", comenta Asun Varela.