Diablos Locos abrirá mañana la esperada final de murgas, que dará paso a Burlonas, Bambones, La Traviata, Zeta-Zetas, Triquikonas, Mamelucos y Tiralenguas. Es el resultado del sorteo tras desvelarse el fallo del jurado, que, de forma insólita, deja fuera a Desbocados -lo mejor de la tercera fase de ayer- y a Trapaseros, que lo apostó todo por Santa Cruz, y ve cómo Tiralenguas le adelanta por la derecha y vivirá la final. De los ocho finalistas de la pasada edición, tres murgas verán la final desde la grada: Ni Pico, que después de cuatro años vuelve a quedarse fuera de final; Triqui y Trapaseros. Burlonas logra su tercera final consecutiva. De las tres fases, la peor, la de ayer. A priori, faltaban murgas para rellenar ocho plazas, sin contar con las sorpresas del jurado.

1. Desbocados (2009). Cumplen 10 años en el Carnaval. Los de Juani Padilla, con montaje musical de Rubén García y letras de Nando Galván y Maxi López están de celebración... Llamativa la afabilidad que mostró su director artístico a la hora de la presentación, frente a su intensidad anterior.

El primer tema, Las manías, es una auténtica declaración de amor al Carnaval. Y lo mejor, bien cantado, lo que complicaba la quiniela de los ochos finalistas. Hablaron de CC por comprar votos, hasta 100.000 euros para hacer una comida, momento en el que bajó la calidad. Y de ahí, a conectarse en el Facebook, "la moda de que publiques en las redes". "Por un simple me gusta tú vendes tu intimidad", tocando conciencia. Y otra manía, "la de estudiar, para avanzar y progresar", para recriminar la ventaja que tuvo Cifuentes para su máster. Y de cierre, canto a los deportistas de aquí, que hicieron acto de presencia en el escenario, mientras por momentos las voces temblaron, y se vinieron arriba para pedir homenaje al "gran Vitolo".

Su segunda canción, Un tema enlazado. Destilaron magia, cuando mostraron una tira de tela rosa, para formar un lazo para unirse a la lucha contra el cáncer de mama, el primero de una serie de lazos según temáticas: caso Grúas y situación política de La Laguna; la UD Las Palmas... y todo bien cantadito, y hasta con esa demagogia murguera del Tajaraste o un "coso sobre el escenario"... "¡Canarión el que no bote". Luego, mirada al cielo para rendir tributo a las víctimas de violencia de género.

Desbocados mostró mucha más letra que otras murgas. Y con calidad musical. Sin problema para estar en esa final que se le ha resistido. Y por si había dudas sobre si tenía pasaporte para volver el viernes... cantó bonito por Canarias, pueblo solidario. ¿Esta vez sí? Se lo merecen.

2. MásQlocas (2013). A las órdenes de Tania Fernández, cantaron una presentación con voces masculinas en su coro, para enlazar con pasacalle.

La niñera fue el primer tema, con la historia de una mujer que opta por ser madre siendo soltera: "No me hace falta un hombre para sobrevivir". Con humor en la búsqueda de la guardería, para luego engarzar reproches por las dificultades que debe sortear una mujer frente a las facilidades que la Administración les reserva a los hombres. Y antes de acabar, un guiño en busca de feeling al hacer un homenaje a los niñeros, los abuelos, que quedó deslucido por el final roto a voces. Notable mejoría. Salto de calidad. Bienvenidas.

Los negocios han hecho el agosto este año con los monos rojos, que promete ser el disfraz recurrente para este Carnaval. ¿Fantasía? La casa de papel. Lo cantó Triquis y anoche, MasQLocas. Triquis por lo poco que sorprendió fue por la idea. Por eso, no sorprendió MasQLocas. Pero es que la selección musical, cadente, tiraba por tierra el buen sabor de boca de su arranque, mientras reprochaban que la clase política roba. La víctima del secuestro era la Isla, que clamaba por todo lo que había perdido (sanidad, educación...). Demasiado rebuscado el enfoque, que pivotó sobre la misma música de principio a fin. De más a mucho menos.

3. Zeta-Zetas (2003). Manotazo sobre la mesa de la murga 3D de Javier Lemus, que en su presentación, propia de blue-ray, pasaron de Il Divo de Besay Pérez, de hace dos años, cuando impresionaron, para cambiar un registro más propio de José de las Casas, Sometimes, que enlazaron con percusión y concluyeron con un rap. De ahí, al pasacalle, alfombra roja para que la magia fuera al encuentro desde el escenario a la grada y viceversa.

Primer tema. La murga se convierte en Partido Nacionalista, un tema serio en el que presentaron su programa electoral, para cuestionar la monarquía. "No van a hacer un político más". Y pidieron la independencia de lo que sobra en España, e hicieron un repaso por los diferentes casos de corrupción locales, para luego mirar a los políticos en plan retahíla. Es su nueva independencia. Las voces picaron luces en algún momento. El tema parecía que se paraba y perdía magia cuando remontó vuelo con su contrato como político, en el que se comprometieron a no mentir, a trabajar y quitar la impunidad, suprimir los aforamientos. Un batiburrillo.

Genialidad de Brito para acaparar la atención mientras Zeta-Zetas se transforma en... El hombre fuego. Solo ver la murga enfundada en unas mallas convertida en lenguas de fuego sorprende al público, que alimenta el fuego que contagia Zeta-Zetas. "En las chuletadas lo puedes encontrar, en la refinería... pero no lo verás en los concursos, por medidas de seguridad", cantaron. El momento estrella, cuando se lanzan al público que se hace murga al ritmo de "toy quemao". Cambiaron de registro para condenar a los pirómanos y rendir tributo al personal que actuó en el incendio de la Residencia, para venirse arriba con el recuerdo a Saida Prieto, la candidata que sufrió un incendio hace seis años. Lo suficiente para pasar sin deslumbrar, pues más que el hombre fuego parecían haber jugado con fuego. Lo mejor, su presentación y Brito.

4. Triquikonas (2005). Comenzaron con una presentación para cargar con Fiestas por el exceso de medidas de seguridad, para enlazar el pelotón del Carnaval con la magia de su pasacalle. Luego, primer tema, Mil motivos, mil colectivos. Con montaje musical de Lolo Tavío, como siempre, estrenaron como letrista a Airam Bazzochi. Es la murga reina del humor y anoche volvió a demostrar que la crítica no es la especialidad de la casa. Clamaron contra el alto precio de las viviendas, rechazaron el sueldo de los políticos o la igualdad de género, para hacer referencia también al dependiente. Un tema de trámite que a veces cantaron y otras gritaron. Para acabar, se constituyeron en un colectivo de "aplatanados", porque no se movilizan frente a las situaciones de desigualdad. Irreconocibles.

Segundo, 30 años y amargadas, en las que buscan el amor, enfundadas en falda baja, rebeca y camisa blanca. Rezan más que cantan en su búsqueda de un pretendiente. Y el final, una declaración de amor a las parejas murgueras, que entraron entre el público.

Ayer fue la cara B de Triquikonas. Irreconocibles. Con actuaciones como las de ayer, no les consigue novio ni Isabel Gemio.

5. Chinchosos (1988). Se esperaba que al igual que sorprendieron con el disfraz, de simio, también lo hicieran en su repertorio. Pero solo su presentación hacía temer que la mejoría de la pasada edición en voces quedara eclipsada esta edición. Así se confirmó en el pasacalle, más reconocible por el título, Soñé. Intentaron sacar desarrollo a su fantasía, y así contaron qué se encontraron los simios cuando volvieron a conquistar la Tierra, y se encontraron a Jordi Hurtado, para criticar la dependencia de los móviles, y luego incrustaron referencias a Bermúdez y Oramas, sin orden ni concierto. No hubieran quedado entre las quince mejores murgas infantiles. Se esforzaron por conectar con el público: "Me he enamorado de ti, de tu Carnaval". Antes de iniciar el segundo tema, el director pidió cerrar el biombo, y hasta el personal que los mueve había desaparecido del escenario.

Los chinchosimios se convirtieron en un mago criticón, ahí Venancio, pensionista. Mejoría: han pasado del "poll... para todos" a "y los huevos... ¿para cuándo?... ¡que se los corten ya!" en un guiño para condenar la violencia de género. Luego, crítica a la tele canaria y recordaron el hallazgo de la tortuga en una vagina o la caída del camello de Baltasar. La selección musical, propia de la época de los simios. No fue una actuación mona. Meritorio cantar media hora con la careta.

6. Klandestinas (2013). Dirigidas por Cintia Prendes y con montaje de Lolo Tavío, enamoran en su pasacalle. Su primer tema, Los juegos de mesa, especialidad de Javi El Pechi, en el que avanzan casillas para hablar de las listas de espera. Echan el dado y sale el número 2. "Le toca jugar al público". Y le preguntan si creen que la gala es sexista. Igual cuestionaron si los políticos debería pagar la entrada. Luego echan el dado de nuevo y sale el 6 para zanjar el tema con una retahíla. La última partida, el 5 pero luego mezclaron números para ir denunciando diferentes situaciones, como maltrato o políticos con asesores. Más que un batiburrillo, un desorden que ni siquiera es la versión hacendada de la canción de los números de Burlonas de 2017. Un cúmulo de tópicos murgueros que enlazados forman un tema.

El segundo, de princesas, otra idea en este caso de Triquikonas, en el que intentan mezclar el humor con la crítica, e hipotecaron la calidad de las voces. Cargan contra el jurado, hacen mención al piropo, "nosotras parimos, nosotros decidimos"... y si no anunciaron que alguna vendía coche fue porque el tiempo se le acababa, porque la letra fue un saco sin fondo en un tema que parecía concebido para demandar la igualdad, que al menos por ahora se resiste en la calidad entre murgas adultas.

Estas tres fases habrían tenido mucho mejor nivel con la participación de murgas infantiles. Salvo la agradable sorpresa de Desbocados, una fase para olvidar hasta de Youtube.

ORDEN DE LA FINAL

Mañana, viernes, 20:30 horas

1.- Diablos Locos

2.- Burlonas

3.- Bambones

4.- La Traviata

5.- Zeta-Zetas

6.- Triquikonas

7.- Mamelucos

8.- Tiralenguas