El alcalde de la capital tinerfeña, José Manuel Bermúdez, hizo ayer un llamamiento a la empresa y los trabajadores del tranvía para alcanzar un acuerdo al conflicto abierto desde hace más de tres meses, ante la posibilidad de que pueda coincidir con la celebración del Carnaval en la calle. Su objetivo, evitar la repercusión negativa que tendría entre los usuarios de este transporte público, tales como aglomeraciones en las paradas intermedias y largas esperas.

Al término de la junta local de seguridad, en la que también se revisó la oferta de transporte público, el regidor municipal dijo que "para la seguridad es fundamental que este pacto se produzca con el objetivo de evitar riesgos innecesarios para la seguridad", al punto de añadir que, si no se alcanza un acuerdo, "tendremos que adoptar otro tipo de medidas extraordinarias para reforzar las distintas paradas del tranvía, incluso en coordinación con La Laguna, para evitar que se produzcan problemas durante los tiempos de espera o las previsibles aglomeraciones". Entre otras medidas, se aumentaría la presencia de seguridad privada y las dotaciones policiales en esos puntos.

La huelga supondría que se ampliarían los tiempos de espera entre cada tranvía, con la consiguiente masificación, por lo que se podría dar el caso que el transporte guiado no pudiera atender las paradas intermedias si tiene agotada su capacidad, según las fuentes consultadas.

De cara al Carnaval de Santa Cruz, que sale a la calle el viernes 1 de marzo con la Cabalgata anunciadora, la Junta Local de Seguridad prevé contar con 1.500 efectivos que velarán ante posibles incidencias de seguridad, tráfico y emergencias, hasta el domingo 10.

Junto al alcalde, participó el subdelegado del Gobierno, así como los responsables de los diferentes servicios afectados. También se hizo constar que en la fase previa participaron representantes de la empresa Titsa y Metropolitano.

El sábado 9 de marzo, cuando se celebrará el segundo Carnaval de Día de esta edición, Santa Cruz se prepara para recibir en el corazón de la capital a unas 300.000 personas -50.000 más que cuando se batió el récord Guinnes de 1987- para disfrutar de las actuaciones que protagonizarán desde las 16:00 hasta las 22:00 horas la orquesta Billo''s Caracas Boys, el trío mexicano Orishas y el cantante puertorriqueño Juan Luis Guerra. Solo ese día se movilizarán 740 efectivos policiales y de seguridad, a los que se sumarán 120 personas de asistencia sanitaria y unos 80 voluntarios de Protección Civil, que se podría aumentar con colaboración llegada de otros municipios.

La concejala de Seguridad Ciudadana, Zaida González, precisó que habrá días en los que trabajarán 253 policías locales -con agentes de refuerzo y Unipol-, y se ha renovado la autorización temporal para el uso de las quince cámaras de seguridad en el cuadrilátero, como ocurrió en 2018.