FUE LLEGAR el invierno y aparecer por el continente europeo y la península Ibérica una ola de frío del copón. El temporal apenas les ha concedido respiro, tras un periodo inicial de perturbación proveniente del Norte, con fuertes nevadas, y, tras semanas alternas de lluvias intensas, ahora les entró por el cogote otra masa de aire siberiano que barrió la Península y Baleares de arriba a abajo. Aparte, les impactó por el Sur antes una perturbación que había pasado por Canarias, pregunten en Mazo o Tasarte, y que, reubicada en el golfo de Cádiz, produjo inundaciones con acogotamientos en bastantes zonas del tercio meridional de España. La llamaron la perturbación del golfo, o lo que es parecido: la turbación del pillo, bribón o granuja. En eso se basa también este sistema económico especulativo. El capitalismo siempre fue bastante golfo y ahora está perturbado. Precisamente, en la necesidad imperiosa de los otros es donde reside la ganancia. ¿Tienes frío?, pues paga la calefacción más cara, capullo.

Reino Unido, con temperaturas de hasta 13 grados bajo cero en Manchester, lleva ya tiempo bajo los efectos del desajuste, que obligó a la cancelación de vuelos, el cierre de puertos o aeropuertos y la clausura de más de 2.000 escuelas en zonas de Escocia, Gales y el sureste de Inglaterra. En Francia, diecisiete departamentos occidentales se pusieron en alerta. La nieve produjo retrasos en los trenes de alta velocidad, se escacharró el que circulaba debajo del Canal y la circulación por carreteras registró problemas impensables, mientras que en Alemania también el transporte se colapsó. En Polonia, las nevadas caídas durante los últimos días dificultaron la circulación en las principales carreteras y derivaron en retrasos generalizados en el servicio ferroviario, en especial en el Oeste. En Holanda, el aeropuerto de Ámsterdam-Schipol se bloqueó con masivas demoras sobre todo en los vuelos procedentes y con destino al Reino Unido y Alemania. En la vecina Bélgica, los trenes internacionales sufrieron problemas y, ante los pronósticos de nuevas heladas, aerolíneas como la Brussels Airlines ofrecieron cambiar gratuitamente los vuelos reservados. En Rusia se alcanzaron temperaturas brutales y una tormenta imprevista azotó Moscú complicando el funcionamiento de las infraestructuras. En Estados Unidos la corriente de frío proveniente del Ártico llevó nieve y vientos helados por la mayor parte de los Estados, con records de temperaturas bajas en Florida o Tennesse. La población de China también soportó climatología bajo cero. En Beijing o Pekín se registraron las temperaturas más bajas en 40 años, 16,7 grados bajo cero, mientras que los meteorólogos anunciaron nuevas nevadas, según la agencia oficial Xinhua. Los problemas de transporte y suministro llevaron a racionar la energía eléctrica en lugares como la capital china, donde se limitó la oferta energética a supermercados y grandes almacenes.

Como consecuencia inmediata, el precio del barril de crudo West Texas Intermediate, de referencia en EEUU, superó los 82 dólares subiendo locamente.

El Brent europeo, por su parte, mantuvo con ligeras alzas el soporte de los 80 dólares en el parqué de Londres. Se trata del máximo nivel que alcanza el petróleo en más de dos meses, concretamente desde octubre.

Los analistas pronosticaron caídas de las reservas de crudo al otro lado del Atlántico por estos fuertes temporales, que han elevado el precio del barril de petróleo un 15% desde mediados de diciembre. Además, las previsiones meteorológicas apuntan a que enero prolongará la temporada de bajas temperaturas y nieve que marcó el cierre de 2009 y EEUU podría enfrentarse al invierno más frío desde la década de los 80.

En el Viejo Continente muchos ojos están puestos en el conflicto que mantienen Europa y Bielorrusia. Las autoridades rusas reanudaron el suministro de crudo a las refinerías bielorrusas, punto intermedio del tránsito hacia Europa Occidental, después de días de bloqueo por no haber alcanzado un acuerdo.

El bloqueo del crudo podría afectar al suministro con destino a Alemania y Polonia, como ya ocurriera en 2007 por un conflicto de similares características.

Es decir, que el tenderete está montado como aquel chiste del catalán que tras observar que su compañero de viaje capturaba y comía moscas, agarró una al vuelo. Ante la pregunta del primer devorador -¿usted también las come?- contestó "no, pero te la vendo". En la temporada de invierno las Islas tendrían que llenarse de bote en bote y subir precios.